Jin Shin Jyutsu, el arte del autocuidado
Un conocimiento sencillo que permite hacer un alto en cualquier lugar y momento para estimular la tendencia natural del organismo a recuperar el equilibrio por sí mismo.
Una estrategia que es complementaria a cualquier tratamiento, que tiene en cuenta las relaciones entre lo mental y lo físico y que no produce efectos secundarios.
Todo esto es el Jin Shin Jyutsu, un saber antiquísimo. A principios del siglo XX, el maestro japonés Jiro Murai recuperó una antigua tradición sanadora que había sido conocida por los pueblos antiguos, pero que se había olvidado.
Para recrearla, Murai estudió la antigua medicina taoísta y, sobre todo, experimentó consigo mismo.
La norteamericana de ascendencia japonesa Mary Burmeister (1918-2008) conoció por casualidad a Jiro Murai a finales de la década de 1940 y aprendió de él durante cinco años "el arte del Creador a través del ser humano compasivo".
A su regreso a Estados Unidos, Burmeister continuó profundizando en todo lo que había aprendido hasta que a principios de la década de 1960 comenzó a enseñar a un grupo de alumnos que incluían un médico, un quiropáctico y un psicólogo.
Desbloquear la energía
Según Burmeister, una energía revitalizadora recorre el cuerpo por 12 canales, subiendo por la parte posterior y bajando por la anterior.
Esta energía se puede bloquear en uno o varios puntos concretos del organismo por culpa de los abusos que cometemos a nivel físico, mental, emocional o digestivo. Como consecuencia aparecen molestias y síntomas de enfermedad.
El Jin Shin Jyutsu propone toques, presiones y gestos tan sencillos como agarrarse un dedo que liberan las tensiones y favorecen el funcionamiento adecuado de los órganos y sistemas fisiológicos, pero es mucho más que una terapia manual o una mera técnica.
Su sentido como "arte de la longevidad", "arte de la felicidad" y "arte de la benevolencia" se basa en una idea: conocerse para ayudarse.
El Jin Shin Jyutsu es una habilidad para el autocuidado, pero también se utiliza en centros de salud modernos y multidisciplinares. Por ejemplo, en el Centro Oncológico Markey, dependiente de la Universidad de Kentucky, forma parte del tratamiento integral a los pacientes.
Gracias al Jin Shin Jyutsu se descubre que dentro de cada persona se halla la armonía con el universo que lleva al bienestar físico, mental, emocional y espiritual. A través de esta toma de conciencia se hacen evidentes los sentimientos de paz completa y unidad interna.
El arte que ayuda a cambiar de actitud
La conciencia dirigida a uno mismo hace que evitemos todo aquello que nos va a crear tensiones.
Por eso se dice que el Jin Shin Jyutsu es un estilo de vida o un arte, pues nuestras actitudes y comportamientos cotidianos se modifican.
El Jin Shin Jyutsu no permite realizar un diagnóstico, tampoco cura por sí mismo. Es a la vez un "no hacer nada" y un "hacer algo" para que la sabiduría del cuerpo se ponga en marcha. En realidad lo estamos utilizando siempre de forma natural.
Un bebé se chupa el dedo y obtiene beneficios de ello. Cuando nos hacemos adultos dejamos de hacerlo, pero nos tocamos donde nos duele.
El Jin Shin Jyutsu nos conecta con nuestras necesidades. En este camino pueden acompañarnos los practicantes que han recibido la formación adecuada a través de las asociaciones que protegen la fidelidad a las enseñanzas de Mary Burmeister (en España, a través de jsj-spain.com).