Para evitar la rigidez activa la memoria del cuerpo
Si pasas mucho tiempo en la misma posición, por ejemplo frente al ordenador, o si has acumulado tensión a lo largo del día, es probable que tus vértebras cervicales lo acusen. Al principio puede que simplemente las notes algo tirantes, como si se movieran en bloque.
A la larga, si no haces nada por descargarlas, esa rigidez puede desembocar en cefaleas habituales y pérdida de rango de movimiento.
Para no llegar a esta situación, lo mejor es acostumbrarse a hacer varias veces al día unos ejercicios que, acompañados de la respiración, para relajar la zona.
Repetir estos ejercicios aumenta la "memoria motriz" de la musculatura del cuello, es decir que le va recordando cuál es su estado óptimo para que pueda regresar a él. También fortalece los músculos y ayuda así a corregir malas posturas que acaban desgastando las vértebras de forma prematura.
Mueve tus cervicales siempre con prudencia, suavemente. Si has sufrido alguna lesión, como un latigazo cervical, ponte en manos de un fisioterapeuta o un experto que te indique qué movimientos son los que más te convienen.