Por Mavi Marín
Nuestro cuerpo experimenta multitud de sensaciones, si prestamos atención a los diferentes elementos físicos podemos liberarnos de bloqueos, miedos, complejos…
yoga en pareja para potenciar los sentiods
Las sensaciones físicas las experimentamos a través de los sentidos. Pero a menudo tenemos la mente tan ocupada por juicios, pensamientos, miedos y prisas que no nos dejan escuchar esta información. Practicar yoga en pareja nos ayuda a despertar los sentidos, ejercitándolos.
- Potenciar el olfato. Puedes comenzar con el olfato. Percibe los olores e intenta identificarlos, describe si son frescos, pesados, dulzones, florales, agrios… Observa la temperatura del aire en tus fosas nasales, intenta percibir la textura del olor y tus reacciones.
- Trabajar el tacto . Concéntrate en la textura de las cosas que tocas, las sensaciones de la ropa contra tu cuerpo, el viento sobre la piel, el agua sobre las manos, recorre tu cuerpo de vez en cuando observando el sentido del tacto en cada milímetro. La lengua contra los dientes, los calcetines en los tobillos, el espacio entre los dedos.
- Procede con la vista, el oído y el gusto de la misma manera. Saborea los alimentos, observa su textura y temperatura; concéntrate en los sonidos que te llegan e intenta definir su origen, la distancia, el volumen. Detente en los colores del espacio en el que estás, fíjate en los detalles, en la forma de las copas de los árboles o de los edificios, mira como si descubrieras todo por primera vez.
Has desentumecido y activado tus sentidos y ahora puedes aplicar esto a tu experiencia íntima en pareja. Elige una sensación en la que concentrarte y obsérvala bien. La respiración, los sonidos, la intensidad de la luz, la textura de la piel, el olor, la temperatura… y no quieras correr a otra, quédate en ella.
antes de hacer yoga en pareja
Como paso previo a practicar yoga en pareja necesario equilibrar la energía sexual. Practica esta secuencia de 3 asanas solo o en pareja antes de empezar para conseguirlo:
1. La montaña
De pie, pies juntos y dedos abiertos, tobillos tocándose; contrae los muslos, bascula la pelvis, mete el ombligo, sube el esternón y rota los hombros atrás. Crece hacia el cielo por la coronilla; mentón hacia la garganta.
2. Enraízate
Concéntrate en tus pies, imagina que tienes raíces y siente cómo te mantienen agarrado a la tierra.
3. Mudra del loto
Con los meñiques y pulgares de ambas manos en contacto, respira para limpiar las emociones estancadas:
- Inspira normal y haz una pausa.
- Haz una espiración completa seguida de una pausa.
- Espira el aire que quede.
- Inspira y haz otra pausa. Haz diez ciclos respiratorios de esta manera y relájate.
Una vez equilibrada tu energía sexual, empieza por la asana de la diosa.