Aparecen después de tomar el sol, con enrojecimiento inicial y, a veces, dolor. En casos más graves, con ampollas, hinchazón, picor, descamación, erupción, náuseas, fiebre, escalofríos o incluso desmayo. Las quemaduras solares pueden producirse en segundos o en pocos minutos y, como con la luz ultravioleta (UV) de la soldadura, el daño puede no ser visible hasta horas después.

Algunas fuentes no solares también pueden producir quemaduras por radiación UV, como lámparas de bronceado, soldadura, arcos o irradiación ultravioleta germicida.

Factores de riesgo

La piel blanca pálida es más sensible al efecto del sol y la de color oliva, morena o negra, lo es menos, pero todos los tipos pueden desarrollar quemaduras solares. La edad también afecta: los niños menores de seis años y los adultos mayores de sesenta son más sensibles.

Y el uso de antibióticos orales, anticonceptivos y tranquilizantes puede aumentar el riesgo.

Exposición al sol

En nuestra latitud, los rayos del sol son más fuertes entre las 10 y 16 horas. Y aumenta con las superficies reflectantes, como agua, arena, hormigón, nieve y hielo. A mayor altura, es más fácil quemarse.

Y aunque la piel bronceada tolera hasta tres veces más la exposición a la radiación UV que la piel pálida, no se recomienda el bronceado con lámparas artificiales como protección solar.

¿Los protectores protegen?

Los preparados comerciales disponibles que bloquean la luz UV (filtros o bloqueadores solares) son engañosos: te hacen estar más tiempo al sol y duplican el daño en todos los sentidos. Además, algunas sustancias pueden ser tóxicas.

Los únicos protectores recomendables son la ropa y gafas de sol adecuadas, y tomar el sol en las horas en que no quema.

Alimentos fotoprotectores

  • Carotenoides: Estos micronutrientes están sobre todo en frutas y verduras como la zanahoria y el tomate. Hay evidencias de que protegen la piel contra las quemaduras.
  • Polifenoles: Otras sustancias vegetales, como los polifenoles del té verde, té blanco, cacao y semillas de uva, también nos protegen. Tómalos antes de exponerte al sol.
  • Bloqueantes: El aceite de sésamo bloquea el 30% de los rayos UV, y los aceites de coco, cacahuete, oliva y semillas de algodón, el 20%. Tenlos en cuenta para uso externo.
  • Aguacate: Es rico en grasas suavizantes para la piel y puede ayudar en el tratamiento del dolor asociado a las quemaduras solares, y también para cicatrizar heridas.
Remedios naturales para las quemaduras de sol

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¿Te has quemado con el sol?

Medidas que alivan

La mayoría de las quemaduras se curan en unas pocas semanas. Y la medida principal es evitar más exposición al sol.

Frío y vinagre

Para aliviar el dolor, toma baños o duchas frías con frecuencia. El agua y el hielo pueden ser acompañados de vinagre o de infusiones de té frío.

Una solución de vinagre que funciona: 1 cucharada sopera en 1 litro de agua fría y con esta mezcla aplica compresas húmedas en la zona quemada.

Hidratación

Utiliza cremas hidratantes y calmantes que contengan aloe o soja. Mantente hidratado y bebe más agua.

Si te has quemado

Protege la piel quemada vistiendo ropa suelta, o con paños húmedos y fríos. Y no revientes las ampollas: deja que curen por sí solas.

Eficacia dudosa

Las cremas de hidrocortisona, lidocaína, ibuprofeno o aspirina no han demostrado su eficacia para mejorar las quemaduras, más bien las complican. Recuerda: la adaptación es un factor de salud; saltarse el sentido común o lo que impone la naturaleza puede producir enfermedad. Toma el sol, pero poco a poco.

4 remedios naturales caseros

Protegen la piel de los estragos del sol, alivian el dolor y ayudan a la piel a recuperarse. Además son seguros, pues carecen de efectos secundarios y son aptos para todas las edades.

  1. Crema protectora: Puedes prepararte una crema protectora natural y casera mezclando 5 cucharadas de aceite de coco, otras 3 cucharadas de manteca de cacao, 6 de aceite de sésamo y 150 g de aceite de oliva, macerado previamente al sol con romero durante una o dos semanas.
  2. Calmante: Para calmar las quemaduras, otra fórmula es la siguiente: mezcla 150 g de aceite de oliva, 50 g de vinagre no químico, zumo de pepino y patata. Añade una infusión de salvia e hipérico y agítalo bien antes de usar.
  3. Piel húmeda. Una compresa de yogur aporta una capa de proteínas, la cual ayudará a disminuir el calor en la piel y mantendrá la humedad natural. Para su uso, conviene untar el yogur en la piel y luego lavar con agua fría.
  4. Restaura la piel. El pepino calma el ardor y restaura la piel. Puedes triturarlo hasta obtener una pasta de consistencia suave, o bien colocar directamente las rodajas frescas sobre la piel.