La Fundación Americana de Patologías Urológicasconsidera que más de mitad de los hombres de cincuenta años o más tienen la próstata agrandada, cifra que alcanza el 80% en el caso de los octogenarios.

La mitad de estos hombres tienen síntomas de Hiperplasia benigna de próstata (HPB) y aproximadamente una cuarta parte se someterán a cirugía, si bien esta ha comenzado a reemplazarse por terapia farmacológica.

Hiperplasia benigna de próstata: síntomas

Los obstructivos suelen incluir una disminución en la fuerza del flujo urinario, dificultades para iniciarlo y una sensación de llenado incluso después de la evacuación.

Los síntomas irritativos pueden ser consecuencia de la HPB, de la inflamación y la infección de prostatitis o del cáncer de la glándula prostática. Estos incluyen micción dolorosa (disuria), necesidad imperiosa de orinar y la sensación de urgencia que puede preceder al vaciado de la vejiga

Diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata

El tacto rectal es poco fiable en este caso. Resulta más eficaz medir la velocidad del flujo urinario con un aparato especial.

Hiperplasia benigna de próstata: tratamiento convencional

Hace años el principal tratamiento convencional de la HPB era quirúrgico. Si un hombre presentaba síntomas leves se le decia que el trastorno estaba causado por la edad y que no se podía hacer nada hasta que los síntomas no fueran más severos. Entonces se podía extirpar una parte de la próstata.

Hoy se dice que, comparando los resultados médicos y los quirúrgicos, lo más eficaz en la mayoría de casos es no hacer nada.

Resección transuretral (RTUP)

Consiste en introducir en el pene a través de la uretra un resectoscopio que corta el tejido prostático que afecta a la uretra.

Aunque es eficaz, aproximadamente un 20-25% de los pacientes no tendrán resultados satisfactorios a largo plazo.

Sus complicaciones incluyen eyaculación retrógrada (el semen se descarga hacia atrás en la vejiga) en un 70-75% de los casos y, de forma mucho más ocasional, impotencia, infecciones postoperatorias y cierto grado de incontinencia.

La reoperación es necesaria entre un 15-20% de los hombres cuyo seguimiento se prolonga 10 años o más.

Incisión transuretral (ITUP)

Es relativamente sencilla en comparación con la anterior y consiste en dos incisiones.

Dilatación con balón

Usar un balón transuretral para dilatar la próstata es una técnica reciente.

A los siete años, solo el 15% de los pacientes con próstatas pequeñas necesitaban una nueva intervención; si tenían glándulas prostáticas grandes la cifra ascendía al 60%.

Hipertermia

Se necesitan varias sesiones para producir alivio sintomático.

Una técnica posterior es la de la termoterapia, en la cual se calienta la próstata hasta más de 45 ºC a fin de producir cambios permanentes en sus tejidos. Este tipo de tratamiento requiere una única sesión terapéutica y se espera que produzca un alivio sintomático más eficaz.

Tratamiento farmacéutico

Para muchos hombres la mejoría clínica es mínima. Quizá la característica más atractiva es que, a pesar de su toxicidad, es bastante bueno en comparación con algunos de los procedimientos más drásticos descritos anteriormente.

Hiperplasia benigna de próstata: tratamiento natural

Alimentación para proteger la próstata

Para un plan eficaz de prevención y tratamiento de la HPB es fundamental que el consumo y la absorción de cinc sean adecuados.

Se ha demostrado que el cinc reduce el tamaño de la próstata, así como la sintomatología de la mayoría de pacientes. Los alimentos mas ricos en cinc son las ostras, el germen de trigo, las semillas (sésamo, calabaza), las lentejas, la harina de soja y la avena.

Los metabolitos del colesterol dañan las células y son carcinógenos, y se ha demostrado que se acumulan en la próstata hiperplásica o cancerosa. Tales metabolitos inician la degeneración de las células prostáticas, lo cual puede producir el aumento de la próstata.

Los medicamentos que reducen los niveles de colesterol influyen favorablemente en la HPB, evitando la acumulación de colesterol en las células prostáticas y limitando la formación subsiguiente de metabolitos de colesterol perjudiciales.

La dieta debe contener un mínimo de plaguicidas y otros contaminantes, ya que muchos de estos compuestos (dioxina, bifenilos polihalogenados, hexaclorobenzeno, dibenzofuranso) pueden aumentar la formación de dihidrotestositerona en la próstata.

También debe eviltarse el dietilestilbestrol (DES), una hormona ilegal con la que se engorda al ganado, ya que produce en la próstata de la rata cambios similares a la HPB.

Una dieta vegetariana rica en legumbres y semillas puede brindar cierta defensa por su menor aporte de colesterol y su riqueza en sustancias protectoras.

Los minerales (calcio, magnesio, cinc, selenio, germanio ... ), las vitaminas, los pigmentos vegetales (flavonoides, carotenos, clorofila), la fibra (sobre todo la soluble y los tipos mucilaginosos) y los compuestos con azufre ayudan al organismo a defenderse de los productos químicos tóxicos y los metales pesados.

Plantas medicinales contra la HPB

El sabal o saw plametto (Serenoa repens), el dátil de una palmera de Florida, se ha empleado durante siglos para tratar los estados patológicos de la próstata.

En estudios clínicos se ha demostrado que su extracto liposterólico mejora en gran medida los signos y síntomas de la HPB.

En un estudio de los laboratorios Merck, se vio que el proscar era un inhibidor más potente de la 5-a reductasa que el sabal y más capaz de reducir los niveles sanguíneos de DHT.

Sin embargo, a los tres meses, el grupo de proscar mostraba una mejoría del 16% en el cambio en la velocidad del flujo urinario, mientras que el grupo de sabal mejoraba en un 38%.

El proscar tiende a reducir la libido en algunos pacientes, pero el sabal se considera un afrodisiaco ligero.

Las tribus africanas suelen emplear la corteza del árbol Pygeum africanum para tratar los síntomas genitourinarios. La corteza contiene sustancias antiinflamatorias y antibacterianas, así como sustancias que contribuyen a reducir los niveles de colesterol.

El Pygeum se ha utilizado en Europa desde los años 80 para trastornos de la próstata.

Las plantas pueden ser más eficaces combinadas. Este fue el caso de un estudio que combinaba Pygeum africanum con la ortiga mayor (Urtica dioica). Ambos extractos inhiben la aromatasa, la enzima que convierte la testosterona en estradiol, y tienden a mejorar la HPB.