Las enseñanzas tradicionales chinas del "feng shui" nos ayudan a controlar el flujo por los espacios del chi, es decir, de la energía vital. ¿Por qué nos encontramos mejor en un entorno -sea una casa, un jardín o un paraje- que en otro? La clave está en cómo fluye este chi, que no es nada esotérico, sino algo cuyo efecto se ha observado a lo largo de miles de años. Gracias a los siguientes consejos puedes configurar tu casa para sentirte más cómodo y feliz en ella.

1. Equilibrio entre la calma y la actividad

El yin y el yang, como dos caras de una misma moneda, son las bases del trabajo para armonizar los espacios. Cada espacio debe responder a la energía que se precisa en él. Así, las zonas más yin son aquellas que inducen a la calma, al relax; y las más yang se asocian a la actividad. El objetivo es mantener el equilibrio en todas las estancias.

2. Que fluya la energía por toda la casa

La puerta de la casa se considera la zona por donde entra la energía, el chi. El recibidor es la primera estancia que se encuentra y, por ello, evitar el desorden permite que circule en armonía.

Los trayectos más lineales y largos, como un pasillo, son zonas donde el chi fluye con más rapidez. Coloca algún elemento como una planta o un pequeño mueble que ayude a suavizar ese movimiento.

Mantener el orden es clave para evitar que se amontonen cosas y se acabe estancando la energía. Al ordenar, se armoniza el espacio y la energía puede circular de forma fácil, sin estancarse.

3. El color define cada estancia

A través de los 5, elementos simbolizados con el color y la forma, se imprimen en cada espacio las características que lo definen. El equilibrio es importante, si bien cada espacio se asocia a uno en particular.

  • Tierra: se corresponde con los colores ocres, marrones, terrosos, amarillos, y con las formas cuadradas.
  • Metal: se asocia al color blanco, toda la gama de los grises, plateados, dorados, cobrizos y las formas redondas.
  • Agua: este elemento se introduce con los colores azules, en toda su gama, desde el azul cielo al marino, llegando al negro, y también con formas onduladas.
  • Madera: toda la gama de los colores verdes y las formas rectangulares, en columnas altas, se corresponden al elemento madera.
  • Fuego: los tonos rojizos, violetas, rosados, y las formas más triangulares, con punta, se asocian al elemento fuego.

4. La cocina: el fuego del hogar

Los fogones simbolizan el elemento fuego, el "alma" de la casa, el "hogar", como considera la tradición, porque es donde se cuece todo lo que nutre: no solo el alimento, también el compartir.

Al ubicar el elemento fuego –los fogones– y el elemento agua –el lavamanos o el frigorífico–, se debe evitar que ambos elementos queden enfrentados. Si están uno al lado del otro, conviene interponer un elemento madera.

5. El dormitorio ideal para el descanso reparador

La ubicación de la cama importa. Se aconseja apoyar el cabezal en la pared y evitar que esté bajo una ventana; así se aporta protección. También es importante elegir colores suaves, que creen una atmósfera de relax.

En el caso de los niños, las cajas o cestas ayudan a tener todo ordenado: se consigue pasar del yang de día al yin para dormir en calma.

6. Cuanta menos decoración en el baño, mejor

Relajarse, cuidarse, se asocia con el baño, una estancia en la que el elemento agua está bien presente y lo caracteriza. No es necesario decorar en demasía. El concepto de armonía en el baño se asocia más a un lugar más minimal, como un spa.

Los armarios permiten mantener la sensación de orden, tener todo recogido, a diferencia de los estantes abiertos.