El lauril sulfato de sodio (SLS) es un detergente común que se usa en la pasta de dientes, así como en muchos otros productos cosméticos y de higiene, como champús y geles de baño.

Uno de sus atractivos es que hace mucha espuma. En el año 2000 corrió por internet una noticia falsa, según la cual estaba probado que provocaba cáncer a largo plazo. La Sociedad Americana del Cáncer salió al paso con una nota que repasaba la bibliografía científica sobre los efectos conocidos del SLS y negaba la alarma.

El lauril sulfato de sodio aumenta el riesgo de aftas bucales

El hecho de que el lauril sulfato de sodio en la pasta de dientes no cause cáncer no significa que no pueda causar problemas. Varios estudios confirman que actúa como irritante de la mucosa de la boca que aumenta el riesgo de desarrollar aftas, sobre todo en personas con esa tendencia.

En uno de los trabajos, los investigadores tomaron a diez hombres y mujeres que sufrían más de un afta a la semana y un promedio de 18 durante un período de tres meses. Todas estas personas habían estado utilizando una pasta de dientes con SLS. Para hacer el estudio abandonaron la pasta durante tres meses. Los participantes redujeron la incidencia de las aftas de 18 a 5, lo que significa una disminución del 70 por ciento. Los científicos concluyeron que el SLS afecta negativamente a la mucosidad protectora que recubre el interior de la boca.

En estudios posteriores los investigadores observaron los efectos de la pasta dentífrica con SLS sobre las encías de personas voluntarias. Pudieron comprobar que la sustancia provocaba un aumento de la circulación sanguínea, lo que es un síntoma de inflamación e irritación.

Otra investigación mostró que la pasta con SLS produce una descamación de las capas más superficiales del interior de la boca. Algunos estudios relacionan este detergente con la gingivitis (irritación de las encías), además de con las aftas. Los estudios indican que la intensidad de la irritación depende del tiempo que el producto se mantenga en contacto con las mucosas o la piel.

Si no se tiene tendencia a sufrir aftas o gingivitis, el contacto por tiempo muy breve con el SLS es relativamente seguro y no debe causar preocupación. Si se sufren aftas o irritaciones en la piel o en la boca puede ser recomendable buscar alternativas.

¿Dónde se en encuentra el lauril sulfato de sodio?

  • Productos de aseo, como crema de afeitar, bálsamo labial, desinfectante de manos, tratamientos de uñas, desmaquillador, limpiadores faciales, exfoliantes y jabón líquido para manos.
  • Productos para el cabello, como champú, acondicionador, tinte para el cabello, tratamiento para la caspa y gel para peinar.
  • Productos para el cuidado dental, como pasta de dientes, productos para blanquear los dientes y enjuagues bucales.
  • Productos de baño, como aceites o sales de baño, gel de baño y baño de burbujas.
  • Cremas y lociones, como cremas de manos, mascarillas, cremas contra la picazón, productos depilatorios y protector solar.

¿Cómo se puede evitar el lauril sulfato de sodio?

El lauril sulfato de sodio (SLS) se puede obtener del petróleo o de grasas vegetales como las de coco y palma. Las certificaciones naturales y ecológicas prohíben los derivados del petróleo, pero permiten los vegetales. Por tanto, el SLS es un producto que también puedes encontrar en los productos certificados.

Muchos productos naturales optar por el "sodium coco sulfate" (SCS) que es una versión más diluida y suave. De hecho, el SLS se fabrica a parte del sodium coco sulfate.

En cambio, en los productos naturales no está permitido el lauril éter sulfato de sodio (SLES), que es otra versión menos irritante del SLS pero en cuya producción se puede generar una dioxina cancerígena.

Investigaciones realizadas por las autoridades sanitarias de Canadá estiman que la cantidad de dioxina generada no es preocupante para la salud. De todos modos, por principio de precaución, es menos recomendable el lauril éter sulfato de sodio que el propio SLS.

La mayoría de las pastas convencionales contienen SLS o SLES, de manera que las únicas maneras de evitar estos compuestos son elegir un producto con certificación ecológica con "sodium coco sulfate" (SCS) o elaborar una pasta de dientes casera.

Referencias científicas: