La menopausia es un fenómeno normal en la vida de la mujer, o al menos debería serlo, pero en muchos casos se traduce en una fuente de problemas, tanto físicos como psicológicos, ya que no solo implica un cambio hormonal importante, sino que estas hormonas y el proceso que conlleva de pérdida de la fertilidad pueden generar en muchas mujeres estados de ansiedad o depresión.

Se pueden hacer muchas cosas para prevenir o mitigar sus síntomas, pero es importante tener en cuenta que uno de los factores determinantes que agrava la sintomatología es el llamado "estilo de vida occidental".

Si no se contextualiza la menopausia en el marco de una sociedad es difícil entender los cambios que se producen en una mujer y cómo prevenir las dolencias que pueden manifestarse durante esta nueva travesía, que puede ofrecer la oportunidad de conocerse mejor y vivir plenamente, liberándose de viejas ataduras.

La menopausia es un periodo turbulento en la vida de la mujer pero no necesariamente asociado con enfermedad.

Desde la serenidad y con una actitud positiva, esta experiencia vital puede ser una oportunidad para hacer surgir una mujer nueva, con fuerzas renovadas, porque ya no tiene pérdidas menstruales. y más estable, ya que no está sometida a las variaciones hormonales del ciclo menstrual.

Además, es importante entender y asumir que la sexualidad, el deseo y la satisfacción no desaparecen sino que cambian, pues la llegada a la madurez proporciona un mayor conocimiento de uno mismo.

En definitiva, es un momento crucial para valorar lo que se ha conseguido, liberarse de lo que puede entorpecer el camino y trazar nuevos horizontes vitales.

Para que el camino no presente obstáculos es preciso conocer a fondo este periodo vital y aprender a afrontarlo con la serenidad que merece. Por eso recogemos las cuestiones que más preocupan.

Menopausia: síntomas

Se podría definir como el cese de la menstruación, que hormonalmente se puede observar como una reducción paulatina de la producción hormonal por parte de los ovarios y otras glándulas de secreción interna como las suprarrenales y las células grasas o adipocitos.

Este terremoto hormonal, que suele producirse entre los 45 y los 55 años de edad, puede generar numerosos síntomas como:

  • sofocos y sudoraciones,
  • calambres,
  • ciclos muy irregulares,
  • cambios de carácter (a veces ansiedad, depresión),
  • reducción del apetito sexual,
  • palpitaciones,
  • náuseas,
  • pérdida de cabello,
  • caspa,
  • piel quebradiza,
  • sequedad vaginal y del resto de las mucosas,
  • dolores musculares y articulares, etc.

Menopausia: edad para empezar a prevenir

Previamente a la menopausia se manifiesta la premenopausia, que se caracteriza por la incidencia de periodos menstruales erráticos, desordenados y más o menos frecuentes de lo habitual, aunque esto no significa que cualquier alteración menstrual en la década de los 40 años se deba a la premenopausia.

En este periodo inicial es cuando se está más a tiempo de prevenir los síntomas de la menopausia establecida, como sofocos u osteoporosis, ya que las intervenciones dietéticas o fitoterapéuticas destinadas a regular el proceso hormonal son mucho más efectivas.

Muchas personas piensan que la prevención de los problemas derivados de la menopausia ha de empezar a partir de los 30 años, pero no es así porque en este periodo ya se pueden notar los errores acumulados a lo largo de la vida, que pueden manifestarse con la aparición de afecciones como la osteoporosis, el cáncer de mama o alteraciones cardiovasculares.

La educación y conciencia dietética ha de partir de la adolescencia, ya que los trastornos de la alimentación, cada vez más frecuentes y a menudo asociados a problemas psicológicos, suelen dar lugar a ciclos menstruales irregulares, que fomentan el hiperestrogenismo y la osteoporosis prematura.

Se han observado casos de osteoporosis en mujeres de 20 años que han hecho dietas muy desequilibradas, como es el caso de las mujeres anoréxicas, y las atletas de competición, que siguen dietas excesivamente hiperproteicas.

Al igual que la falta de menstruación es una de las causas desencadenantes de la osteoporosis, se sabe que cuantos más ciclos menstruales se hayan tenido a lo largo de la vida fértil mayor es el grado de osteoporosis.

7 formas de tratar los síntomas de la menopausia de forma natural

Durante años, la terapia hormonal parecía ser la panacea para prevenir los síntomas de la menopausia.

Sin embargo, cada día hay más evidencias que ponen en entredicho su idoneidad, pues a corto, medio y largo plazo puede comportar problemas graves de salud.

Entre ellos un aumento significativo de las muertes por accidentes vasculares cerebrales y cardiacos y una desproporcionada incidencia de los cánceres ginecológicos, en especial el de mama.

Hace unos años en Estados Unidos, se tuvo que suspender un macroestudio sobre distintos tratamientos de la menopausia al comprobarse que el grupo de mujeres que estaban recibiendo terapia de reposición hormonal estaban sometidas a un riesgo no ético.

Asimismo, la lista de problemas inducidos por la terapia hormonal, además de lo expuesto, es amplia: aumenta la tensión arterial y el riesgo de sufrir cálculos biliares, depresión, hipercolesterolemia, diabetes, embolias y migrañas.

Este tipo de terapia, por lo tanto, debería restringirse a casos muy específicos y delimitados por la patología médica, y no centrarse en un simple alivio de los síntomas menores de la menopausia.

En contraposición, conviene adoptar una serie de hábitos y seguir un tratamiento natural para prevenir las sintomatología propia durante la menopausia. ​

1. Remedios naturales para prevenir la osteoporosis

Desde una perspectiva naturista la mejor prevención es seguir una dieta equilibrada; practicar ejercicio con regularidad, adaptado a cada edad y condición física; yexponerse moderadamente a los rayos del sol porque éstos favorecen la formación de vitamina D, que ayuda a fijar el calcio en los huesos y, por tanto, a mejorar la densidad mineral ósea.

El problema de la osteoporosis en la menopausia se ha centrado excesivamente en una cuestión de déficit de calcio, y aunque su deficiencia es la más notoria en un caso de osteoporosis, puede existir una carencia mineral más amplia que abarca el magnesio, el cinc, el cobre, el boro o el manganeso.

Por eso, en caso de sufrir una osteoporosis avanzada puede ser conveniente tomar una suplementación más completa.

En paralelo, conviene saber que los refrescos gaseosos y bebidas con cola se deben tomar con mesura para prevenir el riesgo de osteoporosis debido a su riqueza en ácido fosfórico. El fósforo se comporta como antagonista del calcio, de manera que a mayor cantidad de fósforo en el plasma, mayor pérdida de calcio.

Un refresco gaseoso no produce osteoporosis, pero su consumo habitual a lo largo de los años, sí. Por eso conviene moderar ese hábito desde la infancia.

El café, el alcohol, el azúcar y la sal también son enemigos de la mujer en la menopausia: los tres primeros estimulan la eliminación de calcio y de magnesio, y la sal aumenta la tensión arterial y el riesgo de sufrir arteriosclerosis.

2. Dieta ovo-lacto-vegetariana

Seguir una dieta con predominio de alimentos de origen vegetal o mejor aún si se opta por una dieta ovo-lacto-vegetariana, ayuda a prevenir el deterioro óseo durante la menopausia.

La dieta de tendencia ovo-lacto-vegetariana es la más adecuada por su moderado aporte de proteínas, puesto que su consumo excesivo puede provocar acidosis metabólica y, en consecuencia, la reducción del contenido mineral óseo.

Hoy la nutrición ha demostrado los beneficios de una dieta vegetariana rica en cereales integrales,legumbres, frutos secos y verduras.

Cabe recordar que los países que consumen muchas grasas, sobre todo saturadas, están relacionados con un aumento del cáncer de mama.

La dieta vegetariana aporta una notable cantidad de fibraque estimula la excreción de estrógenos por las heces.

Estas contienen equol, un proestrógeno que actúa como una especie de marcador biológico que indica el riesgo de padecer osteoporosis: a mayor equol en las heces, menor riesgo de padecer esta dolencia.

El hiperestrogenismo que se produce en la menopausia puede reequilibrarse aumentando la excreción de estas hormonas o prohormonas. A ello contribuye la fibra, que las absorbe, como si de una esponja se tratara, y las expulsa del organismo.

Los fitoestrógenos, presentes sobre todo en la soja, legumbres, ajos, puerros o cebollas, previenen la enfermedad cardiovascular, y pueden unirse a los receptores estrogénicos corporales, reduciendo la acción de los estrógenos femeninos.

Existen también algunas plantas y alimentos especialmente ricos en fitoestrógenos: regaliz, trébol, tomillo, cúrcuma, lúpulo, verbena y ñame, entre otros.

Los alimentos de la familia de la col, como la coliflor, coles de Bruselas, nabos, brécol o col china, son buenas fuentes de calcio y poseen elementos preventivos frente al cáncer, como el indol-3-carbinol, que pueden desactivar los estrógenos circulantes reduciendo su efecto nocivo.

Los lignanos, que se hallan en la fibra se han relacionado también con una reducción del cáncer ginecológico.

Asimismo los carotenoides, como el alfa y betacaroteno de las zanahorias o el licopeno (abundante en la salsa de tomate), tienen propiedades antioxidantes y preventivas de las enfermedades cardiovasculares y cáncer. El boniato, la calabaza o el mango son otras buenas fuentes de carotenoides.

3. Suplementar con vinagre de sidra

Los productos lácteos son ricos en calcio pero también en proteínas y grasas que pueden dificultar su absorción.

Así se demostró en un estudio realizado en Inglaterra que determinó que los niveles de osteoporosis eran mayores en consumidoras habituales de carne y de productos lácteos que en mujeres vegetarianas, que no consumían ni leche ni productos de origen animal.

Aparentemente parece una paradoja pero lo cierto es que los estudios solo valoran el contenido nutricional de los alimentos, sin tener en cuenta los aspectos metabólicos y de absorción de nutrientes.

En muchos casos el calcio es un mineral de difícil absorción, pudiendo ser ésta una de las principales causas de la incidencia de osteoporosis. Es importante pues tomar alimentos ricos en calcio, pero no hay que olvidar el magnesio de los vegetales, que también beneficia al hueso, a la circulación y a la relajación muscular.

Otra de las posibles causas de deficiencia es que el ácido clorhídrico presente en la secreción gástrica tiende a reducirse a medida que envejecemos y esto dificulta la absorción de nutrientes y minerales como el calcio, aunque se consuman suficientes alimentos ricos en él (los cereales, las legumbres y los frutos secos, algas marinas, las ortigas), poniendo de relieve nuevamente que no alimenta lo que se come, sino lo que se digiere y metaboliza.

Para solventar este problema de secreción gástrica algunos autores recomiendan suplementar las comidas con vinagre de sidra porque el ácido acético puede mejorar la absorción mineral.

4. Aumentar el consumo de ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales son indispensables para mantener un buen nivel hormonal. Hay alimentos bastante ricos en ellos, como los frutos secos y aguacate. Sin embargo, los granos de linaza, más conocidos como laxantes, son un alimento excelente para aportar ácido linolénico.

Las pipas de girasol y su aceite (virgen, de primera presión en frío), el aceite de oliva, el pescado azul (mejor consumido con su espina, rica en calcio) o las semillas de prímula o de borraja(como suplemento dietético) también son ricos en ácidos grasos esenciales, necesarios para preservar las hormonas que empiezan a mermar y para mantener, en la medida de lo posible, la piel tersa y bonita, en un momento en que las arrugas se hacen tnás notorias.

5. Hacer ejercicio moderado

El sedentarismo es el principal enemigo de la osteoporosis. Hacer ejercicio a partir de los 40 años es una medida excelente pero no siempre resulta suficiente para aumentar la densidad mineral ósea.

Es importante señalar en este sentido que a los 35 años la mujer ya ha establecido su densidad mineral ósea. A partir de esa edad la densidad disminuye y los huesos se deterioran. Por eso si no se construye la densidad mineral a partir de la pubertad, la pérdida a partir de los 35 se incrementa excesivamente.

Para comprender este proceso conviene saber que el hueso es un tejido vivo formado por osteoblastos y osteoclastos. Los primeros ayudan a la formación del hueso y los segundos utilizan los minerales del hueso para ofrecerlos a los diferentes procesos del metabolismo, y literalmente lo deshacen.

Mientras que los osteoblastos formadores de hueso responden a la hormona progesterona, de la cual tienen numerosos receptores, los osteoclastos responden primordialmente frente al estradiol o estrógenos, teniendo también diversos receptores.

No debe caerse en el error de pensar que los estrógenos son malos y que la progesterona es buena, pues ambos procesos son vitales y necesarios. En el equilibrio entre la construcción y la resorción o destrucción del hueso es donde se sitúa el problema metabólico de la osteoporosis.

Se sabe que un ejercicio moderado produce un estímulo de los osteoblastos y literalmente les hace tener "hambre de calcio", por lo que los mecanismos se activan para aumentar su absorción digestiva y su acumulación en el hueso, mientras que el sedentarismo provoca el efecto opuesto, estimulando los osteoclastos.

Pero cuidado: un ejercicio excesivo también tiene un efecto estimulante de la osteoporosis, por lo que se puede concluir que todos los excesos, pueden resultar nocivos.

  • Pasear o tomar el sol entre 15 y 20 minutos al día mejora la densidad ósea, porque el sol ayuda a sintetizar la vitamina D, que es básica para fortalecer el hueso.

6. Cremas o lubricantescontra la sequedad vaginal

No es cierto que la llegada de la menopausia deba relacionarse con una disminución del apetito sexual. No obstante, aspectos como la depresión y, sobre todo, la sequedad vaginal, pueden entorpecer el desarrollo de las relaciones sexuales.

La sequedad vaginal puede solucionarse utilizando cremas lubricantes o de aceite dermatológico (como vaselina, aceite de oliva o de girasol). Otro problema es tratar el factor intrínseco de la sequedad, pues ésta depende de factores hormonales irreversibles. Las cremas vaginales a base de soja han demostrado su efectividad a la hora de estimular el tropismo y desarrollo de la mucosa vaginal, cuando se aplican de forma regular y durante periodos de tiempo superiores a tres meses, cuando no de forma permanente. Pero no resuelven la sequedad.

El riesgo de embarazo es otro aspecto importante en esta etapa, pues sólo desaparece cuando cesa definitivamente la menstruación. No hay que olvidar que el número de embarazos no deseados es altísimo en esta etapa, sólo superado por las mujeres adolescentes. Por lo tanto, el sexo en la menopausia ha de ser seguro.

7. Socializar y mantenerse activo

Una de los aspectos más importantes de la menopausia es cómo asume la mujer esta etapa fisiológica y vital, ya que significa la pérdida de la fertilidad... y de la juventud entendida como tal.

Desde un punto de vista médico, la menopausia puede asociarse con ansiedad y depresión, pero esto no indica gran cosa acerca de ciertos procesos como la falta de autoestima, el temor a perder el interés del compañero, el pánico a las arrugas o a la falta de tersura de la piel.

Estos aspectos son importantes para muchas mujeres que no se sienten comprendidas por su pareja o por los hijos en este periodo. No es infrecuente, pues, que la menopausia sea también una época de lloros, insomnio, temores nocturnos y alguna desesperanza por la vida.

La interacción social, el apoyo psicológico por parte de un profesional (si es necesario) y mantener una vida activa ayudan especialmente durante este periodo. Una actitud positiva es esencial para afrontar esta etapa. La menopausia no es una enfermedad sino una nueva experiencia vital y, como tal, puede suponer el enriquecimiento personal.

Por otro lado, aprender a relajarse es fundamental, pues los niveles bajos de azúcar en sangre y la adrenalina sensibilizan el organismo y, en consecuencia, agudizan los síntomas de la menopausia.

Libros sobre la menopausia desde la medicina natural

  • La sabiduría de la menopausia; Christiane Northrup. Ed.Urano
  • Mujeres; R. Trickey y K. Cooke. Ediciones B
  • La menopausia. Guía médica de remedios caseros para tratar y prevenir; S. Jeffers. Ed. Tutor

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