Desde que Jon Kabat-Zinn comenzó en 1978 a aplicar la técnica del mindfulness a pacientes con estrés crónico, esta meditación consciente no ha dejado de ganar terreno en el ámbito educativo.

Recientemente el hospital de Sant Joan de Déu (Barcelona), en el marco de su programa Mindfulness for Health (M4H), sometió a estudio a un grupo de 60 niños de 7 a 12 años que sufría problemas de atención e hiperactividad (TDAH).

El objetivo del estudio era comprobar los beneficios que el mindfulness producía en su capacidad de concentración y validar la técnica ante los padres que buscaban un tratamiento no farmacológico. Este trastorno afecta a entre 1 y 3 de cada 30 niños.

Las conclusiones fueron que la práctica del mindfulness hacía que los niños se mostraran menos impulsivos, regularan mejor sus emociones y aumentaran su tolerancia a la frustración, entre otros beneficios.

Cada vez más colegios usan mindfulness para empezar el día

En España, la Asociación Española de Mindfulness y Compasión (AEMIND) fomenta el desarrollo de las habilidades cognitivas, emocionales y relacionales en el ámbito escolar y familiar. En los últimos cuatro años varios colegios han empezado a aplicar sus enseñanzas: durante diez o quince minutos al día, antes de empezar las clases se guía a los niños para que respiren hondo y pausadamente, y detengan todo pensamiento. El objetivo de anclarse en el momento presente.

Esta práctica puede aplicarse de forma transversal en distintas asignaturas y momentos, como antes de un examen, durante la comida, al lavarse las manos o al contemplar un cuadro, para poner en ese instante todos los sentidos y sacarle provecho.

Acercar las claves del desarrollo personal a niños y jóvenes

Como valiosa herramienta de paz interior, el mindfulness permite a los profesores llevar a los niños y jóvenes las claves del desarrollo personal, para que logren sus metas sociales, curriculares y profesionales. El progreso queda llamativamente impreso en una mejora de sus calificaciones.

Los centros adheridos al Programa Aulas Felices (Aragón), las Escuelas Conscientes (Comunidad Valenciana), las aulas de Crecer Respirando de Sukha (Madrid) o las del Programa Treva (Cataluña) han recurrido al mindfulness para tratar y prevenir, además, el bullying o acoso escolar y el ciberacoso, ya que esta práctica contemplativa aconfesional fomenta la no violencia y ayuda a ponerse en el lugar del otro sin emitir juicios.

El poder de la empatía ayuda a ser más optimista y altruista

Según el Happy Schools Institute, cuando los alumnos son empáticos aprenden a liberar estrés tóxico, a cooperar, ser optimistas, amables y altruistas. Y cuando gestionan sus emociones a través de la meditación, se sienten satisfechos consigo mismos y contagian su bienestar a otros porque el sistema nervioso está preparado para conectar con los demás.

Así, la práctica se vuelve un hábito agradable hasta para los más pequeños, que practican la meditación sin rechistar. La necesidad de lograr una mejor salud mental en las escuelas de Estados Unidos ha llevado a la Coalition of Schools Educating Mindfully a conectar comunidades escolares para conseguir una red de educadores conscientes que propongan a sus alumnos una nueva relación con la calma y la paz interior a través del aquí y ahora, tal y como cuenta el documental "May I be happy".

"May I be happy", un documental alentador

Acostumbrados a la estampa de niños sobreexcitados o mudos ante las pantallas de tabletas, móviles y consolas, las imágenes de niños meditando de "May I be happy" sorprenden. El documental, que se proyectó el pasado 20 de mayo (Día Mundial de la Convivencia) en los cines mk2 de 8 ciudades españolas (Madrid, Sevilla, Badajoz, Toledo, Córdoba, Fuengirola, Cádiz y Alicante), ahonda en el interés cada vez mayorde los profesores por el mindfulness para ayudar a muchos menores a tratar sus incertidumbres, miedos, culpas y su complicada realidad.

Cultivar la inteligencia emocional y aprender a autorregularse pueden convertirse en sus herramientas presentes y del futuro, y el colegio y el instituto son zonas neutrales donde aprenderlas.

La excesiva presión a la que están sometidos los chavales ha llevado también a muchos centros a integrar el yoga. Otros fusionan el mindfulness con el hip-hop y las consignas positivas.

Los jóvenes deben volver a vivir en el presente y escuchar

Los niños y adolescentes han de redescubrir la empatía y la comprensión, volver a escuchar y vivir en el presente, señalan en la cinta varios "educadores conscientes". Por eso "es importante crear una buena comunidad en la clase, con alumnos conectados que abran su corazón a los demás y que sepan agradecer, ya que la gratitud es una forma de compartir nuestra humanidad siendo amables", explica un profesor.

"Como personas tenemos el derecho de parar y conectar con nosotros mismos alguna vez al día, igual que hacemos cientos de veces con nuestro móvil". Y además, el mindfulness nos ayuda a ser más fuertes y a fomentar la resiliencia como higiene mental.