¿Cómo puede ser que miremos a nuestros hijos recién nacidos tan llenos de amor y de asombro y que no hagamos lo mismo con nuestros adolescentes? Por no hablar de nosotros mismos. ¿Quién o qué nos mueve una y otra vez a buscar un significado o una aclaración, o a tener un juicio u opinión a punto con respecto a los jóvenes que tenemos a nuestro alrededor?"

Esto es lo que cuestiona Eline Snel, terapeuta holandesa, fundadora de la Academia Holandesa para la Enseñanza del Mindfulness y autora del best seller de meditación para niños Tranquilos y atentos como una rana y su más reciente libro Respirad, ambos de la editorial Kairós.

Respirad es una propuesta necesaria tanto para padres con hijos adolescentes como para los propios jóvenes.

Mindfulness para adolescentes, niños y padres

Snel explica la posibilidad que brinda el mindfulness para dejar a un lado el piloto automático con el que habitualmente actuamos desde nuestra posición de padres y vivir con presencia.

En otras palabras, tomando conciencia de lo que ocurre en nuestra respiración y en nuestro propio cuerpo, para a partir de ahí conocernos mejor y educar a nuestros hijos sin obedecer al impulso cuando ellos entran en caos, algo muy común en la adolescencia.

Eline Snel cree que es importante hacer una pausa ante los cambios repentinos de comportamiento de los hijos, usar la respiración como un ancla, para no sentirnos desbordados, y observar lo que ocurre a nuestro alrededor y en nuestro interior, sin juzgar, con la mayor amabilidad posible y siendo conscientes.

Eso, según Snel, implica desarrollar en nosotros capacidades como la valentía, la confianza en el proceso y la compasión hacia los jóvenes, algo que podemos hacer porque ya transitamos años atrás los momentos por los que ellos pasan.

Las enseñanzas de una hija con TDAH

Eline Snel llegó a desarrollar su método de atención plena para niños y adolescentes y ahora también para padres, a raíz de sus dificultades como madre para satisfacer las necesidades de una de sus hijas, con déficit de atención e hiperactividad y con dificultades para dormir.

"Mi hija llegaba a casa frustrada del colegio porque todo el mundo le decía que tenía que concentrarse y ella no tenía ni idea de cómo hacerlo. Entonces me decidí a ayudarla a trabajar el ‘músculo’ de la atención".

Snel invitaba a su hija a estar más presente cuando iba al colegio con ella, cuando se duchaba, cuando paseaban juntas, enseñándole a meditar… "Le preguntaba: ¿estás aquí donde está tu cuerpo o estás en otro lugar? Poco a poco fue aprendiendo qué es estar presente y yo me daba cuenta de que aprendía mejor cuando yo también estaba concentrada", afirma la terapeuta.

Respirad, un libro para crecer juntos

Más tarde, Eline Snel comenzaría a dar clases de mindfulness a directores de escuelas de primaria y posteriormente lanzaría su libro de meditación para los niños con sus padres, que sería un éxito mundial por la capacidad de conectar con los más jóvenes de la casa.

Respirad supone un paso más, ya que es una herramienta tanto para padres desesperados (el libro cuenta con 13 meditaciones guiadas: el escaneo corporal, manejar situaciones difíciles, empezar bien el día, paciencia, confianza y soltar…) como para adolescentes, que pueden descargarse diferentes ejercicios para ellos.

Meditación del corazón

Esta meditación te permitirá experimentar la calidez de tu corazón y abrirte a la compasión.

  • Siéntate cómodamente y lleva tu atención hacia adentro.
  • Entra en contacto con el momento presente y el movimiento de la respiración.
  • Quizás puedas sentir el suave movimiento de la respiración en tu pecho, en tu vientre…. Presta atención al movimiento de inspirar y espirar.
  • Tras un rato en contacto con tu respiración lleva la atención a las diferentes partes de tu cuerpo. ¿Dónde sientes calma?
  • Puede que encuentres también lugares de inquietud o intranquilidad. Obsérvalos con tu plena atención, como observarías a un ciervo en un bosque. Luego vuelve a las zonas de paz y tranquilidad de tu cuerpo.
  • Lleva la atención a tu pecho, a tu corazón. Siente la ternura de tu corazón. Su sensibilidad frente al dolor... A lo mejor experimentas una falta de amor…
  • Pon una mano en tu pecho, acariciando tu frágil corazón, cuidándolo con ternura y calidez. Experiméntalo como un centro de amor y descubre el poder curativo de un corazón abierto, capaz de perdonar, de ser vulnerable, sin juzgar nada.
  • Quédate ahí unos segundos, en la calidez de tu corazón. Luego, simplemente abre lentamente los ojos y procura mantenerte en contacto con esa sensación en tu día a día.

Puedes descargar ejercicios de meditación para adolescentes en: www.editorialkairos.com