Método Nakagawa para mejorar la vista
Nuestros ojos constantemente persiguen algo. No es nada extraño, pues el ser humano siempre ha estado alerta tanto para cazar como para no ser cazado.
Sin embargo, la función de ver no es exclusiva de los órganos de la vista, pues los ojos trabajan conjuntamente con el cerebro para recibir e interpretar las imágenes. En tanto en cuanto cerebro y ojos trabajen de forma armónica, habrá un normal desarrollo de la función de ver.
Regla número 1: dale a tus ojos luz y descanso
Aunque los defectos de visión se deban en gran parte a alteraciones en el globo ocular, recientes estudios descartan que estos sean producidos por motivos exclusivamente genéticos.
Tras analizar qué factores inciden negativamente en la visión, los resultados confirman lo que por intuición ya podríamos predecir: necesitamos vivir más al aire libre, descansar nuestros ojos y volver a las condiciones para las cuales nuestros ojos fueron diseñados.
En el exterior nos exponemos a la luz solar, lo que produce profundos beneficios en nuestro organismo y en nuestra función de ver. Seguir los ritmos biológicos del cuerpo es un elemento clave para mejorar nuestra visión.
Regla número 2: entrena tus ojos
En esta misma dirección apunta el método Nakagawa de reeducación visual, creado recientemente por el oftalmólogo japonés Kazuhiro Nakagawa.
En este método de entrenamiento visual, se enfatiza el poder de ver del cerebro y se apela al potencial de autocuración del cuerpo para mejorar la visión en un gran número de deficiencias visuales.
Más arriba hemos incluido una selección de ejercicios específicos del método Nakagawa para mejorar la función de ver de los ojos. Pero antes de ponerte con ellos, ten en cuenta la regla número 3.
Regla número 3: tu mente también te ayuda a ver
La mente es el fundamento de la recuperación. De por sí, seguir disciplinadamente una tabla de ejercicios no va a mejorar nuestra visión. Es la actitud alegre de un niño que se entusiasma a cada instante la que nos permitirá disfrutar de los ejercicios y que estos funcionen.
Una mente apagada nos hace renunciar fácilmente a nuestros sueños. Los sueños son el alimento de nuestra mente, nos dotan de propósito y despiertan nuestro auténtico potencial. Este método nos posiciona como plenos responsables de nuestra función de ver.
En cuanto a la función de ver de la mente, hay ciertos aspectos que conviene considerar y estimular:
- No olvides la visión periférica: No hay que confundir ver y vivir enfocado con ser estrecho de miras, tanto en el aspecto visual como vital de la expresión. La visión periférica es fundamental para relativizar el contexto, pues el centro siempre lo es en relación a una periferia.
- Trabaja la memoria: Al grabar la imagen de la retina en el cerebro repetidamente (lo que conocemos como memoria visual) se estimula la función visual y mejora el aprendizaje.
- Da rienda suelta a tu imaginación: La imaginación ayuda a restaurar la agudeza visual, nos da el poder de agrandar y dar forma en el ojo de la mente a la imagen de cualquier cosa que uno no reconoce claramente. La imaginación es el poder de llenar los espacios en blanco.
- La vida (y la visión) está hecha de contrastes: Nuestros ojos han ido perdiendo la tolerancia y la adaptación a las diversas intensidades y frecuencias de luz. Necesitamos exponernos a entornos, tanto claros como oscuros, que agudicen nuestra sensibilidad a los contrastes.
- Coordinar ojos, cerebro y cuerpo: Al coordinar ojos, cerebro y resto del cuerpo, se transmiten estímulos visuales al cerebro que desarrollan la rapidez en procesar y enviar instrucciones al cuerpo para que responda adecuadamente.
Ahora ya estás preparado para empezar con los ejercicios, pero antes te invito a cerrar los ojos y deleitarte unos instantes con un relajante silencio visual. ¡Disfruta!