Un nuevo estudio ha puesto de relieve que el papel higiénico podría contener PFAS o sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, que son tóxicos potencialmente cancerígenos (se relacionan con el cáncer testicular y renal). Los investigadores en la Universidad de Florida aseguran que estas sustancias estarían presentes en rollos de papel higiénico de América del Norte, del Sur y Central, África y Europa occidental.

Otro estudio de la Universidad de Duke, publicado en el Clinical Journal of the American Society of Nephrology, ya advirtió recientemente de que los PFAS se encuentran en una variedad de artículos de consumo y en el hogar y que son capaces de dañar los riñones, sobre todo de los niños.

Qué son los PFAS y cómo afectan a la salud

Los PFAS son disruptores endocrinos y la exposición a algunos de ellos, en particular al ácido perfluorooctanoico (PFOA) y al ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS), se asocia con alteraciones en la inmunidad, cáncer, enfermedad de la tiroides y otros problemas de salud. Las madres y los niños pequeños pueden ser especialmente vulnerables a estos productos químicos, que pueden afectar a la salud reproductiva y del desarrollo.

Los PFAS no son biodegradables y tienden a acumularse en el cuerpo humano (también en los peces y en los animales terrestres). Según las últimas investigaciones, estos PFAS están presentes ya en las aguas residuales de EE. UU. y han llegado ahí directamente a partir de cosméticos, textiles, embalajes de alimentos y otras fuentes.

Una vez dentro del cuerpo, llegan con la sangre hasta los riñones, órganos depurativos muy sensibles a los compuestos tóxicos. "Resulta fundamental entender cómo podrían contribuir estas sustancias a las enfermedades renales", afirmó Stanifer, autor del estudio de la Universidad de Duke.

El equipo de Stanifer revisó 74 estudios sobre los PFAS y determinaron que se relacionaban con un empeoramiento del funcionamiento de los riñones. Comprobaron que existen varias maneras en que estas sustancias pueden perjudicarlos.

Dónde están los PFAS

Las sustancias artificiales y contaminantes que han hecho saltar las alarmas ese denominan perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés). Estos compuestos tóxicos son omnipresentes a nuestro alrededor:

  • Se encuentran en el aire que respiramos
  • En el agua potabilizada
  • En envoltorios de alimentos (como las bolsas de palomitas para microondas)
  • En productos de higiene personal como los champús, el hilo dental, el esmalte de uñas o el maquillaje
  • En las telas con tratamientos antimanchas o hidrófugos (como el Gore-Tex y otros tejidos impermeables)
  • En las sartenes y ollas antiadherentes (como las de teflón)
  • En pulidores, ceras, pinturas, productos de limpieza para el hogar y extintores.
  • En el papel higiénico, según la última investigación.

Cómo evitar los PFAS

Para evitar toda estas sustancias puedes:

  • Elegir productos cosméticos y de higiene doméstica con certificación ecológica
  • Renunciar a los alimentos procesados que vienen en envoltorios de plásticos.
  • Llevar prendas de materiales naturales, preferiblemente con el sello GOTS (Global Organic Textile Standard)
  • Utilizar enseres de cocina de hierro o acero sin coberturas antiadherentes.

La alternativa al PFOA del teflón, el GenX, también es perjudicial

Los investigadores han querido llamar especialmente la atención sobre uno de estos compuestos dañinos cuyo uso se está multiplicando, el GenX.

Este componente ha sido desarrollado por Chemours, una empresa subsidiaria de DuPont, para sustituir al PFOA –un PFAS inventado hace 50 años por DuPont– en la fabricación de superficies antiadherentes similares al teflón.

Las investigaciones sobre los efectos negativos del PFOA se estaban acumulando y, con ello, su imagen empeoraba. Pero la alternativa, el GenX, tampoco es segura.