El picor vaginal es algo muy común, se cree que afecta a 3 de cada 4 mujeres en algún momento de su vida. Aunque en la mayoría de casos no es grave, puede resultar tremendamente molesto. Son muchas las causas que pueden estar detrás del picor vaginal, desde una infección hasta el contacto con una sustancia irritante, y averiguar qué es lo que lo provoca es el primer paso para hallar una solución.

¿Qué es el picor vaginal?

El picor vaginal es el resultado de una inflamación infecciosa o no infecciosa de la mucosa vaginal, a menudo con inflamación de la vulva. Los síntomas también pueden incluir irritación, ardor, enrojecimiento y, a veces, dolor al mantener relaciones sexuales (dispareunia).

Por picor vaginal nos referimos al picor que afecta a la vulva (la parte externa de los genitales e incluye los labios mayores, los labios menores y el clítoris), la vagina (la parte interna de la vulva) o ambas.

Picor vaginal debido a infecciones vaginales

La infección por el hongo Candida albicans (candidiasis) es la principal responsable de los picores vaginales.

Los síntomas de la candidiasis, además del picor vaginal, incluyen los cambios en el flujo vaginal (que suele ser más abundante, espeso y blanquecino), el enrojecimiento de la piel que recubre la vagina y el dolor o quemazón al orinar o mantener relaciones sexuales.

Algunos factores pueden favorecer la aparición de candidiasis como el estrés, estar embarazada, haber tomado antibióticos recientemente (puesto que alteran la microbiota vaginal), tener desequilibrios hormonales o diabetes no controlada.

Algunas infecciones de transmisión sexual (ITS) como la clamidia, las verrugas genitales, la gonorrea, el herpes genital o las ladillas (aunque no se transmiten exclusivamente por vía sexual) también pueden provocar picor vaginal.

Por otro lado, la vaginosis bacteriana no es estrictamente una infección vaginal, sino una disbiosis o alteración de la microbiota vaginal que conlleva el sobrecrecimiento de determinados microorganismos.

Picor vaginal debido a alergias o irritaciones

Muchas sustancias químicas que se encuentran en productos cotidianos que están en contacto con la vagina pueden causar alergias o irritaciones.

Además de picor vaginal, es frecuente que haya otros síntomas como comezón, enrojecimiento o dolor.

Algunos de los productos que pueden causar alergias son:

  • Geles o jabones de baño.
  • Cremas o lociones.
  • Ropa interior.
  • Papel higiénico perfumado.
  • Preservativos.
  • Espermicidas.
  • Tampones o compresas.
  • Juguetes sexuales.

Picor vaginal debido a sequedad vaginal

La principal causa es la llegada de la menopausia. La disminución de los niveles de hormonas (principalmente los estrógenos) hace que los tejidos se adelgacen y puede dar lugar a sequedad vaginal.

También puede deberse a determinadas enfermedades como el liquen escleroatrófico o a tratamientos como la radioterapia.

Remedios caseros para evitar el picor vaginal

La principal solución para eliminar el picor vaginal es hallar y solucionar la causa que lo provoca. No obstante, algunos remedios naturales pueden ayudarte a aliviar el picor:

  • La manzanilla alivia el picor y la inflamación y es especialmente útil si tienes sequedad vaginal. Puede aplicarte una infusión de manzanilla tibia con una gasa o algodón por vía externa.
  • El aloe vera tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiinflamatorias y es un excelente remedio natural para aliviar la picor vaginal. Puedes aplicar una pequeña cantidad de gel de aloe vera en la zona afectada o preparar tu propio remedio calmante con aceites vegetales, aceites esenciales y gel de aloe vera.
  • El yogur natural sin azúcar contiene bacterias beneficiosas que ayudan a restaurar el equilibrio bacteriano en la vagina. Consumirlo regularmente es una buena opción para mantener un equilibrio saludable de la flora vaginal.

Ten también en cuenta estos consejos para evitar la aparición de picor vaginal:

  • Usa agua tibia y un gel suave sin perfumes para limpiar la zona vaginal.
  • Usa ropa interior de algodón y cámbiatela todos los días.
  • Evita prácticas como las duchas vaginales o introducir agua en el interior de la vagina, ya que destruye la flora vaginal.
  • Siempre límpiate de adelante hacia atrás para evitar que las bacterias de las heces lleguen a la zona vulvovaginal.
  • Cámbiate la ropa interior mojada o húmeda inmediatamente después de bañarte o hacer ejercicio.
  • Utiliza medidas de barrera como el preservativo cuando tengas relaciones sexuales para evitar las ITS.