Notas un cosquilleo o picor en la nariz, tus ojos empiezan a lagrimear… son señales infalibles de que se acerca un estornudo. Se trata de una reacción natural de nuestro cuerpo que, aunque puede ser molesta (especialmente si estornudas repetidamente), rara vez es signo de un problema grave. Pero, ¿por qué estornudamos? ¿para qué sirve el estornudo? Te lo contamos.

¿Por qué estornudamos?

El estornudo es un mecanismo que utiliza nuestro cuerpo para despejar la nariz.

Cuando una partícula extraña (ya sea suciedad, gérmenes, polen, humo o polvo) entra en las fosas nasales, puede hacer que se irriten las mucosas nasales o provocar un cosquilleo o picor.

Cuando esto sucede, el delicado revestimiento de la nariz envía una señal eléctrica a nuestro cerebro (a una parte diferente a la que controla la respiración y que se conoce como centro del estornudo) para que elimine aquello que nos molesta.

El cerebro entonces indica a nuestro cuerpo que debe expulsar este cuerpo extraño mediante un estornudo y envía señales a las partes involucradas en este acto de contracción: los músculos del pecho, el diafragma, los abdominales, las cuerdas vocales y los músculos de la parte posterior de la garganta. Y todo esto sucede en apenas unos segundos.

El estornudo es, pues, una de las primeras defensas de nuestro cuerpo contra las partículas extrañas que se introducen en nuestro cuerpo a través de la nariz.

Pero no solo estornudamos cuando nos entra algo en la nariz. Las alergias, la gripe o un resfriado común pueden causar secreción nasal. En estos casos, los estornudos sirven para eliminar la mucosidad acumulada.

En otros casos, los estornudos pueden estar provocados por ingesta de algunos alimentos o por una reacción a la luz, entre otras causas.

¿Por qué estornudamos más de una vez?

Es frecuente que un estornudo vaya seguido de otros y, aunque no se sabe exactamente por qué pasa, es probable que sea porque el primer estornudo no fue lo suficientemente fuerte como para expulsar la partícula irritante.

Los estornudos repetidos, no obstante, también pueden ser resultado de alergias o de una inflamación nasal persistente.

¿Qué se expulsa al estornudar?

Al estornudar, expulsamos por la nariz y la boca aire y gotitas que principalmente contienen saliva y mucosidad, pero también pueden tener microbios que pueden propagar enfermedades como la gripe.

Estas gotitas pueden viajar hasta dos metros de distancia y depositarse sobre superficies, mesas, bancos, picaportes y otros elementos que se tocan con frecuencia.

Si tienes un virus respiratorio y alguien toca las superficies u objetos donde hay las gotitas que has expulsado y después se toca la boca, la nariz o los ojos puede contagiarse. Por eso es tan importante toser siempre tapándose la boca, preferentemente con un pañuelo o con el pliegue de tu codo porque así evitas ensuciarte las manos y después propagar los microbios.

¿Qué pasa si evitas el estornudo?

Si sientes que vas a estornudar, no te contengas.

De acuerdo con un estudio publicado en el British Medical Journal, aguantar el estornudo tapándote la nariz y la boca puede provocar diversas complicaciones como presencia de aire en el mediastino (el espacio en medio del tórax entre los pulmones y alrededor del corazón) o incluso una perforación de los tímpanos. También puede aumentar la presión en las fosas nasales y dañar los vasos sanguíneos de los ojos o la nariz.

¿Cuándo un estornudo es peligroso?

En algunos casos estornudar de forma repetida puede complicar enfermedades o problemas preexistentes. Por ejemplo, aquellas personas con hemorragias nasales frecuentes pueden tener más sangrado al estornudar o las personas con migraña pueden notar más molestias si tienen estornudos frecuentes.

Aunque los estornudos raramente son signo de un problema grave, si de repente empiezas a estornudar con frecuencia sin una causa aparente, es aconsejable hablar con el médico para hallar la causa.