Queridas Mentes Insanas:

Como me gusta mucho eso de poneros en pequeños aprietos mucho más pequeños que los apuros que nos da la vida, donde vamos a parar, pues a menudo hago una pregunta de aquellas que merecen meme:

  • ¿Queremos romper la monogamia?
  • ¡¡¡¡Siiiiii!!!!
  • ¿Por qué?
  • …..

Vamos a ver, queridas Insanas, eso de “romper la monogamia” no es moco de pavo, no es ninguna tontería y nos jugamos mucho de nuestra estabilidad mental y emocional, que son la misma pero las nombro por separado para que se entienda, por aquello de la cosa cartesiana que tampoco está bien entendida pero no me lieis que me pierdo.

Total, que eso que llamamos “romper la monogamia” es material delicado y nos lanzamos muy alegremente por razones que igual no se sustentan. Porque nos han dicho que la monogamia es el demonio, porque es moderno romperla o porque a nuestra pareja se le ha metido entre ceja y ceja y al final el consentimiento acaba siendo decir que sí para que se calle o para que la cosa no se rompa…

Pues vayamos por partes, queridas Mentes.

Para empezar, y desde mi punto de vista, romper la monogamia no significa cargarte las relaciones. Quien ande haciendo eso ya le podéis decir de mi parte que no se está cargando la monogamia sino reforzando el neoliberalismo emocional, veréis qué risa.

La monogamia no va de números, va de dinámicas. La monogamia no va de tener una sola pareja, sino de cómo construyes esa relación y el resto de relaciones de tu vida, no solo esa.

Monogamia va de dónde sitúas a tus amistades cuando tienes pareja y dónde las sitúas cuando no la tienes. Va de si piensas que madre solo hay una y que no puede ser que algunas tengamos varias madres. Va de cómo nos relacionamos con nuestras criaturas y con las criaturas nacidas de las demás. Va de cómo dejas las relaciones, va de qué entiendes por amor y qué no, va de cómo te enamoras, de cuánto te obsesionas, de cuánta autoestimas pones en ello, de cuánto valor de tu propia persona.

Cuando construimos relaciones basadas en todo este sistema de organización de los afectos, no puedes tener más de una pareja. Porque la exclusividad no es la causa, es la consecuencia. La monogamia nos dice que solo hay un amor verdadero, que solo un amor es El Amor, y que ese amor forma parte de nuestro destino, que todo iba en dirección a que ese amor sucediese, y que es ese amor el que le da sentido a todo.

A ver, ¿en qué cabeza cabe que haciendo las cosas así podamos tener 7 Amores®?

Romper la monogamia es construir las relaciones de otra manera. Y da igual si lo que construimos en una, o tres o ninguna. Da igual. No va de cantidad, hermanas Insanas, va de dinámicas.

Y sí, creo que si nos preguntamos sobre las dinámicas, encontraremos muchísimas razones para romper con el sistema monógamo, muchas. Porque esta forma de enamorarnos nos sienta bien un rato pero nos deja unas resacas que no veas, porque separarse es un infierno, porque nos comemos violencias muy por encima de nuestras posibilidades.

Quizá tú no, pero si nos tocan a una nos tocan a todas. Y todas estamos metidas en este tremendo berenjenal.

Ahí os lo dejo.

¡Feliz semana, Mentes!