"Vista cansada" y "fatiga ocular" parecen conceptos sinónimos, pero no lo son. La vista cansada se refiere a la presbicia o dificultad para ver con claridad de cerca y aparece naturalmente a partir de los 40 años de edad.

La "fatiga ocular", en cambio, es el resultado del esfuerzo que realizan los ojos al mirar pantallas, leer o conducir durante muchas horas. Los síntomas son dolor de cabeza, picor de ojos, visión borrosa, sensibilidad a la luz o sensación de que no se pueden mantener los ojos abiertos, entre otros.

Los consejos para prevenir la "fatiga visual" son útiles para cuidar los ojos en general.

Cambiar la distancia de enfoque

Pare prevenir la fatiga visual se recomienda mirar a lo lejos (6 metros o más) cada 20 minutos, durante un mínimo de 20 segundos. Podemos realizar el ejercicio de cambiar 10 veces el enfoque cerca-lejos, manteniendo la mirada sobre el objeto elegido durante 20 segundos. Si tenemos una ventana cerca, podemos mirar a su través.

Además de estas pausas, conviene cambiar el tipo de actividad que realizamos con los ojos. Si trabajamos 8 horas delante del ordenador, no es lo mejor para los ojos que luego pasemos más horas de tiempo libre delante de la pantalla.

Colocar bien la pantalla

Para reducir el estrés que sufren los ojos, coloca la pantalla a la longitud de tu brazo. Asegúrese de mirar su dispositivo digital a la distancia correcta y en la posición adecuada. La pantalla debe estar a unos metros de tus ojos o aproximadamente a la longitud de tu brazo (un mínimo de 50 cm).

También es importante la altura: coloca la silla y la pantalla de manera que tus ojos estén a la altura del borde superior de la pantalla.

Si trabajas con una pantalla y tienes que mirar papeles o libros, pon estos en atriles cerca de la pantalla para que no tengas que cambiar repetitivamente la posición de la cabeza.

Controlar la luz

Por un lado, podemos utilizar los controles de la pantalla para que emita tonos cálidos en lugar de azulados. Algunos modelos de monitores permite elegir un modo nocturno que puede ser el más adecuado para todo el día. Además del color, podemos modificar el brillo y el contraste. Conviene que el contraste sea alto y la intensidad moderada.

La luz ambiental debe proceder de detrás nuestro (cuidando de que no se produzcan reflejos en la pantalla) y no debe ser insuficiente ni demasiado intensa. Produce tanto cansancio realizar un esfuerzo porque la luz es demasiado tenue como someter los ojos a una luz demasiado brillante.

Si podemos elegir el color de la luz, por la mañana puede ser blanco-azulado (5.000 kelvin) y por la tarde, más cálido (2.500 kelvin).

Hidratar los ojos

Cuando permanecemos concentrados en una tarea reducimos drásticamente el número de veces que parpadeamos, con lo que la córnea se puede resecar e irritar.

Como parpadear conscientemente no es fácil, una solución puede ser aplicarse de vez en cuando una gotas homeopáticas de Euphrasia.

Mejorar la calidad del aire

Un aire de mala calidad, demasiado seco o contaminado, puede causar fatiga visual. La calefacción, los ventiladores y las corrientes del aire acondicionado tienden a resecar el aire.

Se puede mejorar la calidad del aire abriendo las ventanas o, si es necesario, instalando un aparato humidificador.

Reducir el tiempo dedicado a una sola actividad

Una forma sencilla de evitar la fatiga visual es limitar el tiempo que se dedica a una sola actividad que requiere una concentración intensa.

Igualmente conviene dedicar menos tiempo a los dispositivos digitales. Hay que tener en cuenta que a partir de las dos horas delante de una pantalla ya aumenta el riesgo de sufrir fatiga ocular.

Si se toman todas estas medidas y las molestias en los ojos continúan es necesario acudir al médico oftalmólogo para que realice un diagnóstico y tratamiento apropiados.