A medida que los niños crecen su cuerpo sufre transformaciones y desequilibrios; los músculos y huesos se estiran a distintos ritmos, pasan por épocas más o menos armoniosas, pero nunca ha de existir el dolor, ya que el cuerpo siempre debería acabar por equilibrarse de manera natural.

Las alteraciones más frecuentes son las que vienen dadas por las curvas demasiado acentuadas de la columna: escoliosis (lateral), hiperlordosis (zona lumbar) e hipercifosis (dorsal); así como de las rodillas (en valgo o varo) o de los pies planos.

Las causas de estos problemas pueden ser genéticas o hereditarias, posturales o de condicionamientos ambientales (falta de actividad deportiva, muchas horas frente al ordenador, etc.).

La espalda de los niños es un cruce de caminos donde repercuten la mayor parte de problemas que afectan a las cinco cadenas musculares del cuerpo.

Claves para prevenir dolores y patologías en la espalda de los niños

Atendiendo a algunas premisas básicas, es más fácil preservar una espalda sana en los niños.

  • Hábitos posturales. Son muy importantes los que adoptan tanto en la escuela como en casa: cómo se sientan en el pupitre, cuánto peso llevan en la mochila o cómo se la colocan, cómo duermen, de qué forma se sientan en el sofá a ver la tele, a jugar a la videoconsola o delante del ordenador, y cuántas horas se pasan así. Para evitar que estos hábitos provoquen problemas, hay que vigilar esas posturas y corregirlas si no resultan saludables.
  • Ejercicio. Es bueno fomentar que los niños realicen actividades deportivas y lúdicas, si puede ser al aire libre.
  • Escucha. Si un niño se queja de dolor o molestia, hay que prestarle atención.

Muchas de las consultas por problemas de espalda podrían evitarse.

La osteópata Ana García Martín recomienda ver qué posturas adoptan los niños cuando se sientan en un sofá, cuando duermen o estudian, si hacen deporte o cargan mochilas de mucho peso.

No hay que pretender la simetría exacta del cuerpo ni una espalda completamente recta y erguida. "No hay dos cuerpos iguales -apunta García- pero sí es necesario que exista un equilibrio, un paralelismo lógico".

Cómo aliviar el dolor de espalda en niños

Existen diversas técnicas para tratar los dolores de espalda en los niños y devolverles el equilibrio muscular perdido. Lo importante es dar con una que proporcione un tratamiento idóneo para el problema del niño y su personalidad.

Tal corno apunta José María Uagostera, experto en RPG (reeducación postural global), lo más importante es que el niño torne conciencia del problema y que entienda por qué se ha de corregir.

Tratamientos osteopáticos para el dolor de espalda en niños

La osteopatía trata de detectar, a partir de una exhaustiva evaluación física y postural, de dónde viene el dolor, bloqueo o tensión que sufre el niño.

Resulta útil, por ejemplo, saber si el niño ha sufrido alguna caída o traumatismo, si alguna operación le ha dejado cicatrices o si tiene problemas de vísceras.

Ana García se ha encontrado con casos en que una operación de apendicitis ha generado una fuerte escoliosis, debido a que las lumbares sufrieron una fuerte rotación tras la operación. Una ortodoncia, asimismo, puede inducir una espalda con curvas o giros forzados que provoquen problemas durante el crecimiento.

"Los aparatos frenan el desarrollo natural de los dientes y la mandíbula, que está directamente ligada al cráneo y a la columna vertebral, lo que puede ser motivo de un crecimiento curvado de la columna que genere escoliosis".

La terapia cráneo-sacral: corregir la tensión corporal del recién nacido

La terapia cráneo-sacral considera que la mayoría de dolores de espalda en los niños pueden derivar del parto o, incluso, de los últimos meses del embarazo, cuando el niño tiene poco espacio dentro del vientre materno.

"Si a un niño, al nacer, la matrona le estira para que salga, sufrirá fácilmente un estiramiento en las meninges. Este estiramiento dejará dentro una tensión que imposibilitará que el niño crezca de manera simétrica; lo hará alrededor de esos puntos de tensión, lo que puede llevarle a tener una espalda curvada con problemas", apunta José Luis Pérez Batlle, experto en terapia cráneo-sacral del Upledger lnstitute de Granada.

La terapia cráneo-sacral, como la osteopatía, no aborda únicamente los síntomas de la lesión sino que se esfuerza en encontrar las causas.

Al igual que los ritmos cardiovascular y respiratorio, el cráneo tiene un ritmo, un impulso rítmico en su interior, provocado por el líquido cefalo-raquídeo en los ventrículos cerebrales. Su frecuencia, calidad y amplitud tienen mucho que ver con la salud y la tensión del sistema nervioso.

"Cuando el ritmo no está entre 6 y 12 ciclos por minuto, indica que existe tensión en el sistema de meninges; que hay una alteración que puede provocar problemas de espalda, hiperactividad o alteraciones de sueño, entre otras muchas cosas".

La terapia consiste en sentir, con las manos, el ritmo del cráneo y devolverlo a su flujo natural, localizando dónde se encuentra la tensión. A través del acompañamiento de las manos, el cuerpo vuelve a relajar tensiones y obtiene el equilibrio deseado.

"El terapeuta ofrece un estímulo para que sea el propio cuerpo el que reaccione. Ha de ser muy sutil. Cuando el tejido reconoce que no eres agresor sino aliado, empieza a dar señales de liberación", apunta Pérez Batlle.

El método Mézieres de fisioterapia

"Un niño no ha de sentir ningún tipo de dolor; si existe es porque hay algún desequilibrio o problema", apunta Juan Ramón Revilla, cofundador de la Asociación Mezierista Iberoamericana de Fisioterapia (AMIF).

Cuando un niño acude a su consulta por un problema en la espalda, Revilla, como marca el método Mézieres, analiza profundamente su estado y el de sus cadenas musculares: el apoyo de sus pies, las curvas vertebrales, la respiración, cómo tiene la cabeza en relación con los hombros, etc.

Todo puede influir: "Las cadenas articulares y musculares se desequilibran de manera distinta en cada persona y, con el tiempo, pueden generar lesiones notables".

Este método adeúua cada tratamiento individualmente y busca un cambio postural en el cuerpo del niño. "El objetivo es lograr reequilibrar las diferentes cadenas musculares y articulares, mejorando la postura y aliviando el dolor. Para ello, los músculos acortados han de estirarse; los atrofiados, activarse; y los que están en tensión, relajarse".

Ejercicios de respiración: restaurar el equilibrio del diafragma

Las sesiones de fisioterapia intercalan ejercicios posturales de estiramiento, acompañados de la respiración, y reforzados por terapia manual. También la osteopatía utiliza la respiración para corregir problemas de espalda.

El diafragma -músculo que divide el tórax del abdomen- está en contacto con la mayoría de órganos internos y músculos del cuerpo, por lo que es una buena fuente de información para el terapeuta.

"Cuando empiezas a tirar del hilo, ves que muchos problemas de espalda llegan por problemas respiratorios, gastrointestinales u orgánicos. A veces el diafragma está tenso, o no hay suficiente espacio para los pulmones o el hígado, lo que provoca descompensaciones y desequilibrios", apunta Ana García Martín.

Fijarse en los pies y las piernas

Otra causa de alarma son los pies planos, algo habitual durante el crecimiento y que se puede trabajar a través de la elasticidad de las cadenas musculares que van desde los pies a la cadera. "No hay que pensar que todos los niños con pies planos han de llevar plantillas", apunta García.

También la llamada "pierna corta falsa" causa sobresalto. "Es una descompensación frecuente si la pelvis no está simétrica -apunta Llagostera- y puede provocar desviaciones severas de columna".

Los expertos recomiendan tratar de equilibrar y poner el cuerpo en su lugar de una manera natural y armónica.

"El mayor síntoma de que el cuerpo de un niño está sano es que goza de una buena movilidad", apunta García. Evitar y tratar a tiempo la mayoría de los dolores de espalda es posible.

La osteópata Ana García explica que "los niños crecen muy rápido y es normal que se acorte la cadena muscular posterior. Cuando el fémur se estira, los isquiotibiales no tienen tiempo para adaptarse y estirarse, por lo que pueden tirar de las inserciones de la pelvis y la rodilla". Para evitar estos dolores recomienda estirar los isquios.

Qué hacer ante los problemas de espalda más frecuentes

Las terapias corporales de tipo holístico tienen en cuenta que algunos de los problemas de espalda más comunes en los niños pueden estar relacionados con otras partes del cuerpo, como las piernas, los pies o las pelvis.

  • Pies planos. No todos los niños con pies planos han de llevar plantillas, debe evaluarlo un especialista. La osteopatía. por ejemplo, recomienda trabajar la elasticidad de las cadenas musculares que van del pie a la cadera con ciertos estiramientos.
  • Escoliosis. Es la desviación lateral de la columna vertebral. Suele aparecer durante la pubertad y es más frecuente en niñas que en niños. La RPG la trata con suma eficacia.
  • Hiperlordosis. Es la acentuación patológica de la curva cóncava (lordosis) en la zona lumbar. Suele ir acompañada de hipercifosis (cifosis dorsal notable), ya que la columna vertebral tiende a compensar curvaturas. La terapia cráneosacral recomienda un mínimo de tres sesiones para empezar a notar cambios sustanciales. A través de las manos, el terapeuta escucha dónde está la tensión del cuerpo y le da estímulos para que él mismo reaccione y regule el ritmo cráneosacral. Los tejidos en tensión de la espalda y las desviaciones se liberan y devuelven al cuerpo el equilibrio.
  • Rodillas en valgo (hacia dentro). Suelen darse en niños con pies planos. Son habituales en la etapa de crecimiento y se corrigen solas, pero si son muy acentuadas o persisten en la pubertad pueden causar problemas en la pelvis y la espalda.
  • Rodillas en varo (hacia fuera). Son habituales en niños con pies cavos. No son alarmantes hasta los 4 o 5 años pero si no se corrigen de modo natural conviene visitar a un especialista. En las rodillas en valgo o en varo, la RPG y el método Méziéres recomiendan equilibrar la pelvis y las cadenas musculares ya que su origen suele ser una asimetría. Se estiran las cadenas musculares retraídas y se tonifican las flácidas.
  • "Pierna corta" falsa. Se trata de una descompensación frecuente si la pelvis no está simétrica. Desde la RPG se recomienda equilibrar el cuerpo a través de estiramientos.

Un factor clave: la motivación del niño

Cualquiera que sea la terapia escogida para tratar un problema de espalda infantil, es importante que resulte atractiva y lúdica. Resulta fundamental que el niño vaya contento a las sesiones.

Para José María Llagostera, experto en RPG, el mejor incentivo para los niños es ver cómo mejoran en una actividad que les gusta y que hasta ese momento les había costado.

Los problemas de espalda llevan a muchos niños a adquirir complejos o a descartar actividades y deportes porque creen que no son aptos para realizarlos.

"Si toman conciencia de su cuerpo, sabrán cómo corregir los bloqueos que les impiden realizar una determinada actividad, y empezar a hacerla", aclara Llagostera.

"Un niño que tiene vicios posturales, a través de la RPG, puede aprender hábitos sanos para su comportamiento diario que le servirán para toda la vida". Alargando las cadenas musculares, habitualmente retraídas por malos hábitos posturales, y tonificando las flácidas, la RPG permite reequilibrar el cuerpo.

"Los ejercicios fomentan tanto el estiramiento global como la autoconciencia. Es importante ser pacientes y trasmitir a los niños que ellos son responsables de su cuerpo".

Libros para cuidar de la espalda de tus hijos

  • Osteopatía, así ayuda a tu hijo; Newiger y Beinborn. Ed. Paidotribo
  • Osteopatía craneal. Usted y su bebé; Y. Castaing Haering. Ed. Índigo
  • Shiatsu para bebés y niños; Juan José Plasencia. Ed. RBA-lntegral