La aromateria consiste en utilizar aceites esenciales para obtener beneficios saludables. Las moléculas que componen los aceites esenciales son principios activos que ejercen distintos efectos terapéuticos sobre el organismo.

¿Para qué sirve la aromaterapia? Algunas investigaciones en curso

Las propiedades antiinfecciosas de algunos aceites esenciales y su espectacular efectividad lleva despertando el interés de la comunidad científica desde hace más de 80 años. Hoy en día se siguen llevando a cabo numerosas investigaciones.

Hace años que se realizan regularmente estudios científicos con el objetivo de comprobar la efectividad de ciertos aceites esenciales para rebajar los niveles de estrés, para resolver estados de ansiedad e incluso para modificar la percepción del dolor, por ejemplo con aceites esenciales de lavanda y romero.

  • En Japón ya se usa la difusión atmosférica en lugares de trabajo para reducir el estrés y mejorar el rendimiento.
  • Algunos hospitales y clínicas privadas en Francia y España han instalado difusores para librarse del típico "olor a hospital" (¡olor que nos pone enfermos!) o para ayudar a pacientes con cáncer a sentirse mejor (centro hospitalario Peltzer-La Tourelle, Verviers, Francia).
  • En Estados Unidos se están realizando pruebas piloto con soldados para tratar el estrés post-traumático con aceites esenciales.

Las ventajas de la aromaterapia

Las ventajas de los aceites esenciales se pueden resumir en estas cualidades:

  • Actúan globalmente. Los aceites esenciales tienen la particularidad de actuar de forma global: a nivel físico, nervioso y emocional, lo cual les diferencia de otros agentes terapéuticos naturales.
  • Favorecen la salud. Son "eubióticos", es decir, favorecen la vida reequilibrando el "terreno": destruyen de forma selectiva los agentes patógenos y propician un estado de salud óptimo.
  • Respetan la flora intestinal y favorecen su equilibrio.
  • Actúan inteligentemente. "Saben" a dónde tienen que ir, es decir se dirigen directamente a los órganos con los cuales tienen afinidad.
  • Reúnen varias propiedades. Suelen reunir propiedades únicas y potentes. Por ejemplo, el aceite esencial de orégano compacto resulta antiviral, bactericida, fungicida, antiparasitario e inmunoestimulante.
  • No crean dependencias.
  • No tienen efectos secundarios. Respetando las recomendaciones de uso y con un conocimiento adecuado no provocan efectos secundarios en dosis fisiológicas y terapéuticas.
  • Equilibran y armonizan. Dejan de actuar cuando la función terapéutica se ha llevado a cabo.

Cómo actúan los aceites esenciales en función de las vías de administración

Estos beneficios pueden llegar por vía aérea o respiratoria (difusión/inhalación), tópica (en masajes o aplicaciones locales) o bien oral.

Cuando se trata de armonizar estados emocionales y trastornos de origen nervioso se recomiendan la inhalación directa o difusión atmosférica (en este caso se usan aceites esenciales puros) y la aplicación por vía cutánea de uno o varios aceites esenciales, puros o diluidos en aceite vegetal si son potencialmente irritantes. En este caso se usan en masaje o en puntos concretos del cuerpo.

La mayoría de los que conocen la aromaterapia desconocen o rechazan la vía oral como forma de administrar aceites esenciales. Esta vía es normalmente supervisada por médicos o profesionales de la salud ya que existe riesgo de sobredosis y puede resultar contraindicada en algunos casos, como comentamos al final de este artículo.

Aromaterapia por inhalación directa o difusión atmosférica: ¿por qué es tan poderoso el olfato?

Cuando inhalamos por la nariz, se inicia con gran velocidad un proceso químico muy elaborado. Las señales químicas son transformadas en respuestas eléctricas antes de llegar al bulbo olfativo, desde donde son trasmitidas al cerebro.

"Los hombres pueden cerrar los ojos ante la grandeza, ante el horror, ante la belleza y cerrar los oídos a las melodías o a las palabras seductoras… pero no podrán sustraerse al perfume. Porque el perfume es hermano del aliento. Con él se introduce en los hombres y si estos quieren vivir tienen que respirarlo.

Y una vez en su interior, el perfume va directamente al corazón. Y allí decide de modo categórico entre inclinación y desprecio, aversión y atracción, amor y odio. Quien domina los olores, domina el corazón de los hombres.»

Patrick Süskind describe así en su novela El perfume el poder de los olores para provocar emociones en el hombre. Las moléculas aromáticas que los componen son interpretadas y ejercen una acción concreta sobre el organismo gracias a nuestro sofisticado sentido del olfato.

Aspirando una determinada fragancia se puede experimentar una intensa felicidad, transportarse al pasado o sentir excitación sexual. También hay olores que pueden despertar tristeza, nostalgia o fuertes reacciones físicas de rechazo, como por ejemplo cefaleas o vómitos.

El olfato es el único de nuestros sentidos capaz de procurarnos una experiencia emocional sin la intervención del cerebro racional (el neocórtex).

La información olfativa llega primero al sistema límbico y al hipotálamo, responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos. Estas zonas cerebrales también se relacionan con la memoria y gestionan la liberación de hormonas. Por ello, los olores tienen el poder de modificar directamente el comportamiento y las funciones corporales.

Finalmente, parte de la información olorosa alcanza la corteza cerebral y se torna consciente.

Aromaterapia por vía tópica: efectividad más allá de la piel

Los aceites esenciales tienen una gran afinidad con la piel. La atraviesan fácilmente permitiendo que las moléculas aromáticas alcancen en seguida el sistema circulatorio gracias a los numerosos vasos sanguíneos ubicados en la dermis.

Dominique Baudoux, importante referencia de la aromaterapia científica y director del laboratorio belga Pranarôm, insiste en recordar que los aceites esenciales actúan en la piel, a través de la piel y más allá de la piel.

Se suele recurrir a los masajes para combinar los beneficios que aportan estos con las propiedasde de los aceites esenciales.

Precauciones a la hora de usar aceites esenciales

Los numerosos beneficios psicosensoriales que se obtienen de la aromaterapia hacen de ella un aliado de la salud pero hay que tener en cuenta algunas precauciones. No por ser sustancias naturales los aceites esenciales están desprovistos de contraindicaciones o toxicidad en algunos casos.

Como vemos, no se manejan inocentes líquidos olorosos sino potentes concentrados, auténticas quintaesencias capaces de aportar increíbles beneficios cuando se usan con el conocimiento adecuado y el debido respeto.

  • Los aceites esenciales nunca deben usarse puros en las mucosas (nariz, zona genital o anal) ni en ojos y orejas.
  • Lavarse las manos tras haber usado aceites esenciales es imprescindible.
  • Embarazadas. Se aconseja a las embarazadas de menos de tres meses no usar aceites esenciales por vía oral. La difusión atmosférica no representa peligro alguno para ellas. A partir del cuarto mes pueden usarlos bajo supervisión médica o de un profesional de la salud.
    Los aceites esenciales que no deben usarse durante el embarazo son:
    • Menta piperita (Mentha X piperita)
    • Salvia (Salvia officinalis)
    • Cedro del Atlas (Cedrus atlantica)
    • Romero alcanfor (Rosmarinus officinalis qt alcanfor)
    • Hisopo (Hyssopus officinalis ssp off.)
    • Cantueso (Lavandula stoechas)
    • Menta poleo (Mentha pulegium)
    • Clavo de especias (Eugenia caryophyllus)
    • Canela (Cinnamomum verum, Cinnamomum cassia o Cinnamomum zeylanicum)
    • Orégano (Origanum compactum)
    • Ajedrea (Satureja montana)
    • Tomillo timol (Thymus vulgaris qt timol)
    • Palmarosa (Cymbopogon martinii)
    • Tomillo geraniol (Thymus vulgaris qt geraniol)
  • Lactancia. Durante la lactancia la supervisión médica o especializada sigue siendo recomendable.
  • Niños. Los menores de tres años no deben tomar aceites esenciales por vía oral.
  • Asma y alergias respiratorias. Las personas que las sufren no deben inhalar aceites esenciales directamente. Si se padece asma se tiene que evitar respirar directamente aceites esenciales muy concentrados en cineol.
  • Piel sensible. Antes de usar un aceite esencial, las personas con piel sensible o terreno alérgico deberían colocarse dos gotas en el pliegue del codo y esperar 15 minutos para constatar que no les produce ninguna reacción o irritación.
  • Exposición al sol. Las esencias de cítricos o aceites esenciales fotosensibilizantes no se han de usar antes de exponerse al sol, en particular la bergamota.
  • Aceites cáusticos. El aceite esencial de canela y los que contienen fenoles (orégano, ajedrea, clavo de especias, tomillo timol) resultan muy cáusticos para la piel. Por lo tanto, no se deben usar puros en la piel o en las mucosas.
  • Conservación. No hay que dejar los frascos al alcance de los niños. Se mantienen bien tapados y protegidos de la luz.
  • De calidad. Para garantizar un uso óptimo y mejor tolerancia, conviene adquirir aceites esenciales bioquímicamente definidos (quimiotipados), 100% puros, 100% naturales e integrales, si es posible con certificación ecológica.

Las nuevas y modernas tecnologías han permitido conocer con exactitud la composición de los aceites esenciales y por lo tanto también definir las moléculas potencialmente tóxicas.