Estás hablando con alguien y, de repente, “hip, hip”, un espasmo incontrolable que no te permite hablar. ¿A quién no le ha ocurrido alguna vez? ¿Qué es el hipo?

El hipo normalmente es inofensivo y transitorio, y las contracciones espasmódicas que provoca hasta nos resultan graciosos. Sin embargo, en algunos casos raros puede ser un problema y hay que consultar al médico.

¿Qué es el hipo?

El hipo es un espasmo o contracción repetida del diafragma, un músculo situado debajo de la caja torácica que separa el tórax del abdomen y cumple una función muy importante en la respiración:

  • Cuando inhalamos, el diafragma se mueve hacia abajo.
  • Cuando exhalamos aire, el diafragma sube.

El hipo ocurre cuando el diafragma baja entre respiraciones, lo que provoca una súbita entrada de aire. Para evitar que entre más aire, la glotis (el espacio que hay entre las cuerdas vocales) se cierra, lo que provoca el típico sonido del hipo: “hip”.

El hipo puede ocurrir a cualquier edad. De hecho, empezamos a tener hipo cuando aún estamos en el vientre de nuestra madre, a partir de aproximadamente la semana 18 de embarazo.

También los animales tienen hipo, seguro que lo has visto si vives con un perro o un gato, y se debe a las mismas contracciones involuntarias del músculo del diafragma que causan hipo en los humanos.

En general, el hipo desaparece en pocos minutos o como mucho un par de horas, aunque en algunos casos puede alargarse. El ataque de hipo más largo que se conoce es el de un estadounidense que vivió 68 años con estos espasmos involuntarios.

¿Por qué ocurre el hipo?

El hipo puede estar causado por diversos factores, aunque a menudo se desconoce qué es lo que lo ha provocado.

Entre las causas más frecuentes del hipo están:

  • Comer demasiado rápido o en exceso, lo que puede hacer que el estómago se hinche e irrite el diafragma.
  • Tomar bebidas carbonatadas o alcohol también hace que el estómago se hinche y puede causar hipo.
  • Beber alcohol también puede irritar el esófago (el conducto que conecta la garganta con el estómago) y hacer que el diafragma se contraiga, causando hipo.
  • Tragar demasiado aire, por ejemplo al comer o al masticar chicle.
  • Fumar puede irritar los nervios que controlan el diafragma.
  • El estrés puede provocar cambios en los patrones de respiración que pueden provocar hipo.

En la mayoría de casos el hipo no supone ningún problema y desaparece por sí solo. Pero cuando persiste por mucho tiempo puede ser un síntoma de alguna enfermedad.

¿Qué enfermedades provocan hipo?

En algunos casos (los menos frecuentes), el hipo puede ser un síntoma de una enfermedad subyacente. Algunas de las enfermedades que pueden causar hipo incluyen:

  • La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), un trastorno en el que el ácido del estómago sube al esófago y causa irritación e inflamación.
  • Los trastornos del sistema nervioso central, como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson, pueden causar hipo.
  • La insuficiencia renal puede provocar desequilibrios electrolíticos en el cuerpo. Los electrolitos son minerales que ayudan a regular diversas funciones corporales, como las de los músculos, y cuando electrolitos como el potasio o el magnesio no están equilibrados puede haber espasmos musculares (también en el diafragma).
  • Trastornos respiratorios como la neumonía, el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • La enfermedad hepática (como la cirrosis) puede provocar una acumulación de toxinas en el cuerpo y causar la irritación del músculo del diafragma. También puede causar cambios en los niveles de electrolitos en el cuerpo, como el potasio, el sodio y el cloruro.
  • En casos raros, el hipo puede ser un síntoma de un tumor cerebral.

También algunos medicamentos (como las benzodiazepinas, los medicamentos de quimioterapia o los corticoides) tienen como efecto secundario el hipo.

Si el hipo no desaparece por sí solo al cabo de un tiempo o si viene acompañado de otros síntomas conviene consultar al médico para que determine si puede estar causado por una enfermedad y administre el tratamiento adecuado.