Los estudios confirman la potencial toxicidad de los fluoruros, especialmente para bebés y niños. Es chocante porque el flúor se presenta en la publicidad cómo el superhéroe capaz de librar a los niños a todos de las caries.

Es cierto que en la dosis adecuadas, en las pastas de dientes, contribuye a la prevención de las caries, pero con los niños pequeños es difícil evitar la ingesta accidental, que representa un riesgo para la salud.

¿Previenen o favorecen la caries?

En dosis altas, el flúor no previene las caries, sino que las favorece y puede provocar fluorosis, que se manifiesta por una decoloración del esmalte dental. Comienza con manchas claras en los dientes y termina con profundos agujeros marrones.

Los casos de fluorosis aparecen sobre todo en países en los que la fluoración del agua potable es una práctica común, como Irlanda, Estados Unidos, Australia y Chile.

El doctor Steven M. Levy, y su equipo investigador de la Universidad de Iowa, descubrieron que la ingesta de flúor durante los primeros cuatro años de vida, especialmente en el primero, está significativamente asociada con la fluorosis de los incisivos en la mandíbula superior.

Lo peor es que la fluorosis no se queda en los dientes sino que puede afectar a los huesos, haciéndolos prematuramente quebradizos.

Puede afectar al desarrollo de la inteligencia

Los bebés de seis meses o menos aún no tienen una barrera hematoencefálica completamente desarrollada, por lo que el fluoruro administrado puede depositarse no solo en los dientes, sino también en el cerebro u otros órganos.

Un estudio publicado en la revista Environmental Research ha demostrado el vínculo directo entre la exposición al flúor en la etapa prenatal en chicos y en la infancia en chicas y un menor cociente intelectual, lo que prueba que los fluoruros llegan rápidamente al cerebro y pueden causar trastornos cognitivos.

Los compuestos de flúor son acumulativos, lo que significa que el organismo no los excreta, sino que se depositan en el cuerpo. En algún momento se supera el límite de tolerancia individual y surgen problemas de salud, por ejemplo, en el sistema músculo-esqueléticos, en el sistema nervioso o en los riñones.

Perjudica los huesos

En la Universidad de Harvard, los investigadores descubrieron un vínculo entre los fluoruros y el cáncer de huesos después de un estudio de catorce años.

Según este trabajo, las personas que consumían cantidades por encima de la media de flúor todos los días también tenían las tasas de incidencia más altas de osteosarcomas en los hombres, una forma maligna de cáncer de huesos.

Estos resultados confirmaron hallazgos anteriores del gobierno de la década de 1990. En ese momento, los experimentos con ratas dieron resultados similares.

Daño renal por fluoruros

La ingesta anormalmente alta de fluoruros a través del agua mineral, la pasta de dientes o la sal de mesa también puede provocar daño renal, incluso en las cantidades que el público considera bajas.

Un estudio chino encontró algo similar. Los niños con una exposición ligeramente mayor al fluoruro también tenían valores renales anormales.

Los fluoruros debilitan la tiroides

Varios estudios han mostrado que los fluoruros pueden alterar el funcionamiento de la glándula tiroides.

Uno de los más recientes, realizado en China, ha señalado una relación entre la exposición a niveles bajos de flúor, alteraciones de la tiroides y del desarrollo intelectual.

¿Cómo cuidar los dientes?

Hasta los cinco años de edad los niños pueden utilizar pastas de dientes con certificación ecológica o natural y sin flúor.

Los laboratorios homeopáticos fabrican dentífricos con ingredientes lo más naturales posible, con niveles mínimos de flúor o sin él. Contienen principios activos de plantas que benefician las encías y la mucosa oral.

Por otra parte, es muy importante evitar las bebidas y comidas con azúcares añadidos y comer frutas y verduras crudas en abundancia. La manzana es especialmente recomendable porque al comerla se limpian los dientes y se masajean las encías.

Referencias científicas: