El dolor, la hinchazón y la rigidez que provocan los esguinces de tobillo hacen dificultan el movimiento del pie y, en muchos casos, impiden que podamos andar. Además, sobrecargar un tobillo lesionado puede empeorar la situación y agravar las lesiones.

No obstante, si el esguince es leve hay medidas que pueden ayudar a que nos movamos con cierta normalidad, aunque con precaución y siguiendo siempre las indicaciones de un especialista.

¿Qué es un esguince en el tobillo?

Un esguince de tobillo es una lesión que ocurre cuando los ligamentos del tobillo se desgarran o se estiran demasiado, a menudo después de una caída, una torcedura o un sobreesfuerzo (por la práctica de deporte, por ejemplo).

Los ligamentos son unas bandas fuertes de tejido que conecta los huesos del pie y el tobillo. Son importantes para sostener el tobillo y mantener su estabilidad y equilibrio, lo que permite que podamos andar, correr y saltar.

Hay varios ligamentos en el tobillo, pero los que más se suelen lesionar son los laterales, que están en el exterior del tobillo.

Algunos factores pueden aumentar el riesgo de tener un esguince de tobillo, como practicar deportes de alto impacto que requieren movimientos bruscos o saltos, tener debilidad en los tobillos o usar un calzado inadecuado.

Síntomas de un esguince de tobillo

Los síntomas de un esguince de tobillo dependen de su gravedad. Generalmente hay dolor, con mayor o menor intensidad, algo que ya de por sí dificulta que podamos mover el tobillo y andar con normalidad. Además, puede causar:

  • Hinchazón alrededor del tobillo.
  • Rigidez u hormigueo en el pie.
  • Sensación de inestabilidad.
  • Aparición de morados en la zona del tobillo.

Es importante buscar atención médica para aplicar el tratamiento adecuado y evitar que la lesión vaya a más.

¿se puede andar con un esguince de tobillo?

En función de la gravedad del esguince de tobillo, puede que no notes mucho dolor y no tengas problemas para andar. No obstante, debes tener en cuenta que andar y sobrecargar el tobillo puede hacer que la lesión empeore, por lo que debes siempre consultar al médico antes.

Es preferible utilizar una férula, una bota ortopédica o un vendaje para brindar soporte y estabilidad al tobillo lesionado y ayudar a aliviar el dolor.

En los casos graves, es posible que no puedas andar y, de hecho, conviene que evites moverte o sobrecargar el tobillo hasta que el médico evalúe la lesión y te indique el mejor tratamiento para tu caso.

Cómo curar un esguince de tobillo

El tratamiento de un esguince de tobillo suele incluir reposo, hielo, compresión y elevación del pie cuando estás sentado o acostado, un método que se conoce como RICE, por sus siglas en inglés. En algunos casos, el médico puede recetar medicamentos para el dolor, fisioterapia y, cuando el esguince es más grave, incluso puede ser necesario operar.

La compresión se puede hacer con un vendaje funcional, que ayuda a dar soporte y estabilidad al tobillo lesionado, así como a reducir la inflamación.

Para hacerlo se necesita una venda elástica con un ancho de unos 10 centímetros. Se hace de la siguiente manera:

  • Comienza envolviendo la venda dos veces alrededor de la punta del pie, empezando por la base de los dedos.
  • Envuelve la venda varias veces alrededor del pie y el tobillo formando un ocho.
  • Termina envolviendo el vendaje dos veces alrededor de la parte inferior de la pierna, un poco por encima del tobillo. El vendaje debe cubrir toda la zona, desde la punta del pie hasta el tobillo, incluido el talón.

Para que sea útil, el vendaje tiene que estar tenso, pero sin estrangular el pie ni resultar incómodo. Si te duele o notas un hormigueo en el pie, como si no tuvieras suficiente circulación, debes quitártelo y volverlo a hacer.