La fibromialgia no es una moda pasajera ni una enfermedad nueva. Muy probablemente es un nuevo nombre para un trastorno que ha existido siempre. El nombre actual es descriptivo: dolor de las fibras musculares, pero en realidad los síntomas pueden ser muy variados, tanto que la mayoría de pacientes va de consulta en consulta durante años hasta que recibe el diagnóstico: tienes fibromialgia.

En el año 2000, el estudio EPISER estimó que la fibromialgia afectaba al 2,4% de la población españolas, con una incidencia cuatro veces mayor en las mujeres que en los hombres. También es posible que síntomas similares sean diagnósticados en la mujer como fibromialgia y en el hombre como estrés o síndrome de burnout. Pero, ¿qué siente una persona con fibromialgia?

Qué siente una personas con fibromialgia

La fibromialgia es una colección completa de diferentes síntomas. Esto es lo que puede sentir una persona con fibromialgia:

1. Dolor difuso y persistente

El síntoma principal de la fibromialgia es el dolor que se extiende y persiste por todo el cuerpo. Los pacientes rara vez pueden decir dónde les duele exactamente. El dolor parece estar en todas partes, en las articulaciones, en los músculos, en los órganos. También puede moverse de un lugar a otro. A veces duele en un sitio, luego desaparece y unos días después vuelve a aparecer el dolor.

Por fortuna, los pacientes con fibromialgia tienen días buenos, sin molestias, pero con cualquier esfuerzo o sobrecarga, el dolor vuelve, ya sea por el clima frío o caliente, ya sea por demasiado trabajo, demasiado estrés, demasiado deporte o por una infección.

2. "Niebla" mental

Muchas personas experimentan una especie de niebla o poco claridad o agilidad mental, con dificultades para concentrarse y fallos en la memoria.

3. Sensibilidad al frío y al calor

Muchos pacientes con fibromialgia soportan mal el frío y especialmente las corrientes de aire. A menudo ya se están congelando cuando otras personas todavía encuentran que la temperatura es agradable.

Sin embargo, si las temperaturas comienzan a subir en verano, el calor puede convertirse igualmente en una molestia y los afectados por la fibromialgia sufren rápidamente sudores y sofocos.

4. Excesiva sensibilidad a la irritación

De la misma manera, se puede desarrollar una mayor sensibilidad a la irritación:

  • El ruido y los ruidos se perciben como extremadamente desagradables. Los pacientes evitan situaciones en las que la gente está hablando al mismo tiempo (comiendo en el bar, en una fiesta, etc.) e incluso les molesta el traqueteo del tenedor en el plato de otra persona.
  • La luz brillante es igualmente incómoda. Lo mejor para ellos es no salir de casa sin gafas de sol.
  • Los olores a menudo adquieren proporciones amenazantes, pero no es un hedor real lo que les molesta, incluso los olores que otros ni siquiera han notado les resultan extremadamente molestos.
  • Los afectados quieren ventilar todo el tiempo, y en habitaciones en las que hay varias personas (perfume, desodorante) apenas aguantan.
  • El contacto físico también se experimenta como desagradable. A veces les molestan los toques firmes (presión, masajes), pero a veces también los roces muy ligeros.

5. Trastornos digestivos y del sueño

Quedarse dormido no suele ser un problema en la fibromialgia, pero permanecer dormido sí lo es. A menudo, los afectados se despiertan después de unas horas de sueño y ya no pueden volver a conciliarlo. Por la mañana se sienten agotados y poco productivos.

No es raro que los pacientes sean diagnosticados de intestino irritable, porque presentan los síntomas correspondientes: calambres abdominales, distensión abdominal, acidez, diarrea, estreñimiento o incluso diarrea y estreñimiento alternados.

También suelen presentarse intolerancias alimentarias como la intolerancia a la histamina, la intolerancia al gluten o la intolerancia a la fructosa.

6. Depresion y ansiedad

La fibromialgia a menudo puede ir acompañada de ansiedad y depresión. A veces, la depresión estaba antes que el dolor, mientras que en otros pacientes se desarrolla en el curso de la fibromialgia, lo que no es sorprendente ya que la enfermedad es extremadamente estresante.

7. Fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre

Muchos pacientes con fibromialgia tienen problemas con los niveles de azúcar en sangre. Parecen ser mucho más sensibles a los carbohidratos que otras personas. Las consiguientes fluctuaciones del azúcar en sangre con periodos paralizantes de hipoglucemia provocan mareos, palpitaciones, trastornos de concentración, sudores nocturnos, etc.

Sin embargo, estos síntomas también pueden tener causas completamente diferentes, como la intolerancia al gluten.

7. Muchos más síntomas

Algunas personas también sufren de dificultad para respirar, vejiga irritable, dolor de cabeza y dolor facial, acúfenos, entumecimiento u hormigueo en las extremidades, mucosas secas, ojos secos, olvidos, sensación de rigidez, hinchazón por retención de líquidos, picor, dermatitis atópica y sudores nocturnos abundantes.

Cómo se diagnostica la fibromialgia

En muchos afectados por la fibromialgia los síntomas son tan intensos que les impiden hacer una vida normal. No pueden ir a trabajar y las tareas domésticas más simples se les hacen imposibles. Además, el mareo, el cansancio, los lapsus y la falta de concentración aumentan el riesgo de sufrir accidentes. La fibromialgia es, por tanto, una enfermedad que no se puede ignorar

Para empeorar las cosas, las visitas al médico y al especialista generalmente son infructuosas. Los análisis de sangre, las radiografías, las resonancias magnéticas, las tomografías computarizadas, las endoscopias y otras pruebas que el médico pueda solicitar no obtienen un resultado concluyente.

Por lo tanto, la fibromialgia se diagnostica cuando se sufre una colección de síntomas que incluyen dolores distribuidos por el cuerpo, y un cansancio físico y mental para los que no se puede encontrar otra causa.

En realidad, cada persona con fibromialgia la padece de una manera diferente: para unas el sufrimiento es sobre todo de tipo psicológico y para otras es físico. Otros pacientes sufren sobre todo por la extrema sensibilidad a los estímulos externos.

La fibromialgia es una afección crónica que causa dolor en todo el cuerpo, cansancio extremo, rigidez muscular. Las personas con fibromialgia pueden ser más sensibles al dolor que las personas que no la tienen, y pueden sufrir ansiedad, depresión, alteraciones del sueño o problemas de concentración, entre otros síntomas.

Hasta ahora el diagnóstico se ha hecho a partir de los síntomas, porque no se conocían alteraciones orgánicas detectables mediantes pruebas analíticas. Esta inexistencia de pruebas para la fibromialgia ha hecho que muchos médicos crean que se trata de un problema de origen psicológico o nervioso. También provoca que el diagnóstico llegue con meses o años de retraso, desde que el paciente inicia su periplo por las consultas médicas en busca de ayuda.

Posible test para determinar la fibromialgia

Esto podría cambiar después del estudio realizado por investigadores norteamericanos e israelíes, que han descubierto características peculiares en la microbiota y en los ácidos biliares de los pacientes. El hallazgo podría facilitar el diagnóstico y contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos.

El estudio, publicado en la revista Pain, afirma que en la sangre de los pacientes con fibromialgia se encuentra una concentración anormalmente reducida de un ácido biliar secundario. Este ácido es un resultado de la metabolización en el hígado de los ácidos biliares descompuestos por la microbiota intestinal.

Los investigadores compararon a 42 mujeres sanas con 42 mujeres con fibromialgia y observaron que las bacterias intestinales metabolizadoras no eran idénticas en ambos grupos, y además las mujeres con fibromialgia tenían alteraciones significativas en la concentración de ácidos biliares secundarios en la sangre. Además, los valores se correspondían con la intensidad de los síntomas.

Por tanto, la medida de ácidos biliares secundarios en el suero sanguíneo se puede convertir en una prueba diagnóstica de la fibromialgia. Según los investigadores, el análisis tiene actualmente una precisión diagnóstica del 90%. Este porcentaje podría mejorar en el futuro.

El estudio, dirigido por el doctor Yoram Shir, de la Unidad de Manejo del Dolor Alan Edwards del Centro de Salud en la Universidadd McGill, dice que en los pacientes con fibromialgia la concentración en la sangre de ácido alfa-muricólico puede ser hasta cinco veces menor en los pacientes con fibromialgia, en comparación con las personas sanas.

Para analizar las correlaciones entre ácidos biliares y las distintas bacterias intestinales, los investigadores recurrieron a tecnologías de secuenciación de ADN y a la inteligencia artificial.

Como la dieta influye en la composición de ls microbiota intestinal, los investigadores observaron en otro estudio los hábitos alimentarios de los pacientes, pero no descubrieron ninguna relación entre nutrientes y tipos de bacterias que metabolizan los ácidos biliares. Pero si pudieron comprobar que una mejor calidad de la dieta desde el punto de vista nutricional se refleja en una síntomatología más leve y menos depresión.

Estos hallazgos sugieren que tanto los síntomas de la fibromialgia como las alteraciones del microbioma intestinal asociadas con la enfermedad probablemente no se deben a diferencias nutricionales, sino a otros factores, ya sean ambientales, intrínsecos o ambos. Serán necesarios más estudios para determinar las causas de la fibromialgia.

Referencias científicas:

Tratamiento natural de la fibromialgia

Las terapias naturales ofrecen recursos complementarios muy valiosos para los pacientes con fibromialgia. En los siguientes artículos puedes encontrar orientaciones y consejos:

Alimentación y fibromialgia

Por Dr. Josep Lluís Berdonces

Tanto el síndrome de la fatiga crónica como la fibromialgia son procesos que están íntimamente relacionados con la depresión, ya que en muchos casos, detrás de una historia de dolores musculares subyace otra paralela de dolores emocionales.

Se trata de problemas de salud cuyos afectados son legión, y que en los países desarrollados van en aumento.

  • En general, la fatiga crónica se ha relacionado con una dieta rica en harinas y en azúcares, y deficitaria en proteínas de buena calidad.
  • Tanto el azúcar como la cafeína pueden causar fatiga en personas susceptibles, mientras que el consumo de vitamina C, aunque sólo de manera pasajera, permite aliviar algunos de los síntomas de este complejo síndrome.
  • Como muchas veces la fatiga se asocia con una anemia, especialmente cuando este trastorno de salud afecta a una mujer, muchos médicos y bastantes pacientes suelen indicar o recurrir a la toma de suplementos de hierro.
  • Sin embargo, también se ha observado que la toma de suplementos de hierro cuando no existe esta deficiencia (que se puede valorar fácilmente a través de un análisis de sangre) puede ser contraproducente.
  • El tratamiento de estos procesos es complejo, pero en el caso de la fatiga crónica un simple cambio dietético, como puede ser el hecho de desayunar zumos de frutas y verduras con una cucharadita de germen de trigo y frutos secos, puede ayudar a empezar mucho mejor el día. Basta probarlo una semana para comprobar sus efectos.