La terapia con aceites esenciales es agradable y puede mitigar muchos de los síntomas molestos de la menopausia. Puedes utilizar tu misma los aceites esenciales en casa o acudir a un aromaterapeuta cualificado (esto es lo más adecuado si se sigue algún tratamiento médico para evitar contraindicaciones).

Los aceites esenciales pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y la libido, calmar el estrés y la ansiedad, mejorar el sueño y reducir los sofocos y la confusión mental.

Cómo utilizar los aceites esenciales

La forma más rápida de acceder al poder de la aromaterapia es a través de la inhalación, simplemente inhalando los aceites esenciales de un pañuelo humedecido con unas gotas o mediante un difusor.

También puedes masajear la piel con una mezcla de aceites esenciales y aceite base (aceite de almendras, de oliva o de sésamo) o añadir unas gotas al gel de baño.

El automasaje con aceites esenciales favorece la buena circulación y eliminar las impurezas de la piel. También es beneficioso para muchos síntomas de la menopausia: un masaje facial y de cabeza puede ayudar con el insomnio o los dolores de cabeza, mientras que masajear el abdomen puede ayudar con los problemas digestivos.

1. Aceite esencial de salvia (Salvia sclarea)

Es conocido por sus propiedades calmantes y equilibrantes. Se usa para tratar muchos aspectos de la salud de la mujer al equilibrar las hormonas y ayudar a aliviar los sofocos, los sudores nocturnos y la disminución de la libido durante la menopausia.

La salvia mejora el estado de ánimo y calma la irritabilidad, la depresión y la ansiedad. Puede ayudar a restaurar la sensación de vitalidad y bienestar, y su acción antiespasmódica ayuda a aliviar los períodos dolorosos en la perimenopausia.

La salvia es rica en ésteres con propiedades antiespasmódicas y sedantes. Además, contiene sustancias estrogénicas que ayudan a compensar el descenso de los estrógenos.

El aroma de la salvia es dulce, herbáceo y cálido. Combina bien con bergamota, todos los aceites cítricos, enebro, jazmín, sándalo, cedro y albahaca.

▪ Puedes echar unas gotas al aceite de baño o mezclarlas con aceite de almendras dulces para darte un masaje en el vientre.
▪ Puedes ambientar una habitación empleado un difusor o un rociador.

Spray para los sofocos

Usa esta mezcla de aceites esenciales refrescantes y calmantes al comienzo de un sofoco:

  • En una botella con pulverizados, mezcla 100 ml de agua de rosas con 3 gotas de salvia; 3 gotas de geranio; y 4 gotas de bergamota. Rocía sobre el pecho cuando sea necesario.

2. Aceite esencial de geranio (Pelargonium graveolens)

El geranio es una fragancia poderosa con notas dulces, rosadas, de hojas verdes y ligeramente mentoladas. Ayuda a levantar el ánimo y regular las emociones. Este es un aceite esencial útil para los problemas de la piel en la menopausia, ya que tiene propiedades antiinflamatorias y puede calmarla.

Si te sientes exaltada, irritable, inquieta o ansiosa, el geranio puede calmar y centrar tus emociones, promoviendo una actitud positiva.

Como equilibrador hormonal ayuda con los sofocos y también estimula la circulación, por lo que es útil si sufres de retención de líquidos o menstruaciones abundantes durante la perimenopausia (acude al médico si son frecuentes y te sientes cansada y con falta de aliento).

  • Pon unas gotas en un pañuelo e inhala cuando quieras sentirte más tranquila.
  • Mezcla con otros aceites para hacer un aceite relajante de baño o masaje. Combina bien con todos los aceites cítricos y florales, incluidos los de mandarina y rosa, así como con los aceites aromáticos especiados, herbales y amaderados.

Mezcla para dormir bien

Utilice este aceite de masaje relajante y equilibrante para calmarte al final del día y prepararte para una buena noche de sueño.

  • Pon 30 ml de aceite de semilla de uva en una botella pequeña y luego añade 6 gotas de geranio, 6 gotas de lavanda y 3 gotas de manzanilla romana. Utiliza esta mezcla para realizarte un masaje antes de dormir.

Consejos de seguridad

Adquiere siempre aceites esenciales puros, naturales y de buena calidad (ecológicos si es posible) y verifica el nombre botánico para asegurarte de que estás comprando el aceite correcto. Consérvalos en un lugar oscuro y fresco para maximizar su vida y propiedades terapéuticas.

Las personas con asma deben tener cuidado al pulverizar o difundir aceites en el espacio de una habitación. Los aceites esenciales no se ingieren ni se aplican sobre la piel sin diluirlos.