Gana salud con la terapia de sol

Exponerse al sol de manera controlada regula los ritmos del organismo, mejora el estado de ánimo y alivia ciertas dolencias, como la psoriasis o el reuma.

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La helioterapia es un método de exposición solar con distintas finalidades terapéuticas. A principios del siglo XX, antes de la aparición de los antibióticos, se extendió el uso del sol como terapia para combatir enfermedades. Uno de los médicos que popularizó la helioterapia fue Auguste Rollier.

El poder curativo de la helioterapia sobre el organismo

La cura solar de Auguste Rollier se desarrollaba en alta montaña, donde el número de rayos UVA y UVB se incrementa en un 4% por cada 300 metros de altura.

1. Técnica de la exposición progresiva

La técnica de baño solar de su clínica suiza consistía en exponer al paciente al sol durante ocho días, entre 5 y 40 minutos al día.

  • El primer día: baño de sol de 5 minutos en los pies y los tobillos.
  • El segundo día: los pies y los tobillos se exponían 10 minutos y las rodillas, otros 5.
  • Los días siguientes: se añadían piernas, abdomen y el tórax hasta completar un máximo de 40 minutos en pies y tobillos, 35 minutos en rodillas, 30 en piernas, 25 en el abdomen y 20 en el tórax.
  • Después de la adaptación: se tomaba el sol diariamente media hora en todo el cuerpo desnudo, excepto cabeza y cuello.

2. Beneficios sobre la salud

La acción terapéutica del sol puede ser utilizada para tratar distintas enfermedades y dolencias.

Afecciones de la piel

La piel es uno de los órganos del cuerpo que mejor expresa el fotoenvejecimiento, pero un correcto uso de la luz solar también le reporta grandes beneficios.

En la psoriasis ha demostrado ser uno de los tratamientos más efectivos y en países como Suecia se prescriben baños de sol antes que medicamentos.

Trastornos de origen nervioso

La luz solar es imprescindible para la regulación de los neurotransmisores y es un potente antidepresivo.

Los baños de sol están indicados para recuperarse de la astenia física y psíquica. Es uno de los mayores tonificantes, si bien su exceso puede provocar mayor cansancio.

Enfermedades reumáticas

En problemas reumáticos, tanto en osteoartritis, como en la artritis reumatoide o procesos degenerativos por descalcificación, los baños de sol resultan beneficiosos.

Tiroides y alteración del ciclo menstrual

La luz regula las secreciones de la glándula pineal y modula todos los ritmos hormonales. Es útil en enfermedades de la glándula tiroides y en algunas alteraciones menstruales.

3. Nutrientes para protegerse mejor

El consumo de frutas y hortalizas maduras puede ayudar a prevenir los efectos perjudiciales del sol.

Betacarotenos

Son precursores de la provitamina A, de poder antioxidante. Intervienen en la reestructuración de la piel y ayudan a producir melanina. Además favorecen el buen estado de la piel y las mucosas.

Se encuentran en zanahorias, mangos, papayas, melocotones y albaricoques, y también en espinacas, coles, tomates y boniatos.

Vitamina C

Como antioxidante neutraliza los radicales libres derivados de la exposición al sol y contribuye a reparar el daño producido por las quemaduras solares. Los alimentos ricos en esta vitamina ayudan a regenerar el colágeno, que aporta flexibilidad a la piel.

Se encuentra en naranjas, limones, pomelos, grosellas, kiwis, fresas, verduras de hoja verde (sobre todo crudas), pimientos y tomates.

Vitamina E

Es otro antioxidante potente contra los radicales libres. Se halla en los frutos secos sin tostar, aceite de oliva virgen, aguacate, cereales integrales y pipas de girasol y calabaza.

Vitaminas del grupo B

Imprescindibles para la salud de la piel. Están presentes en cereales integrales, frutos secos, verduras de hoja verde, pescados y carnes magras.

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