Una cosa es hacer ejercicio por las calles de la ciudad y otra hacerlo pisando la tierra y rodeado de árboles. Caminar por campos y bosques tiene efectos muy beneficiosos, tanto físicos como mentales.
El prestigioso cardiólogo Pau Dudley White, de la Universidad de Harvard, decía que una caminata diaria de 8 km por un entorno natural era mejor para la salud que nada de lo que pudieran ofrecer las modernas psicología y medicina.
Innumerables artistas y filósofos, desde George Orwell a Nietsche o H.D. Thoreau, pasando por Antonio Machado, han escrito sobre cómo sus paseos por la naturaleza favorecían su creatividad y su razonamiento.
Actualmente son los estudios científicos los que confirman las propiedades saludables del caminar.
5 efectos positivos de caminar en la naturaleza
Hacemos senderismo porque nos gusta y porque nos sienta bien. Disfrutamos de los paisajes, del silencio, de los aromas de las plantas y del aire transparente.
Pero con cada ruta que recorremos nos procuramos un bienestar que puede ser descrito y medido en términos científicos.
1. Disminuye los niveles de estrés
Una caminata de 90 minutos por un entorno natural reduce las preocupaciones y la ansiedad, según Gregory Bratman de la Universidad de Stanford. Las rutinas de pensamiento se modifican y las causas de estrés desaparecen de nuestro alrededor.
"La naturaleza es beneficiosa para la salud mental", afirma Irina Wen, psicóloga clínica en el centro médico de la Universidad de Nueva York. "Al reducir la fatiga intelectual y el estrés puede ser beneficiosa en casos de depresión y ansiedad", añade.
2. Nos hace más creativos
Los psicólgos Ruth Ann Atchley y David Strayer han probado que después de 4 días de trekking y desconexión en la naturaleza la creatividad se dispara.
Los participantes en este estudio dejaron en casa sus móviles y cualquier otra tecnología que se interpusiera entre ellos y la naturaleza.
En medio de la montaña fueron sometidos a pruebas intelectuales que requerían una solución creativa y sus resultados mejoraron un 50%.
3. Mejora nuestra capacidad de concentración
Una caminata al aire libre aumenta la capacidad de concentración. Puede, incluso, aliviar los síntomas del llamado trastorno por déficit de atención, tanto en niños como en adultos. ¡Pero cualquier persona notará cómo mejora su atención!
Un estudio del profesor Terry Hartig ha mostrado que después de un tiempo de descanso en la naturaleza se obtienen mejores resultados en las pruebas de capacidad de atención.
4. Aumenta la memoria
Se queman unas 400-700 calorías por hora, pero, además, el ejercicio aeróbico potencia la memoria. Piernas y cerebro están relacionados.
Los estudios de Hartig confirman también los efectos positivos sobre la capacidad para recordar. Esto se producen, incluso, en los alumnos de colegios universitarios que tienen vistas más verdes por las ventanas, según la investigación de Carolyn Tennessen y Bernadie Cimprich, publicada en el Journal of Environmental Psychology.
5. Da un empujón a la autoestima
Bastan 5 minutos rodeados de verde para que mejore. Y lo hace más si estamos cerca de un río, una cascada o un lago.
El doctor Greogy Bratman, de la Universidad de Stanford, ha probado que un paseo a través de un escenario natural reduce el "pensamiento rumiante", que es aquel centrado en uno mismo y en las preocupaciones y que lleva al pesimiento y la ansiedad.
En la naturaleza nuestra mente se deja llevar por la calma, el asombro y los pensamientos positivos.