Es posible que durante tus excursiones por la naturaleza te encuentres con una playa de cantos rodados o con un río de aguas transparentes que deja verlos. No te limites a sacar una foto, descálzate y camina sobre las piedras. Es una experiencia sensorial divertida y, además, posee beneficios para la salud. De hecho, es una técnica de medicina natural e hidroterapia de eficacia probada que se practica en balnearios.

Los efectos positivos de los caminos de reflexología podal

Investigadores del Instituto de Investigación de Oregón (ORI) en Eugene (Estados Unidos) ha llevado la centenaria práctica naturista al laboratorio y ha confirmado que caminar sobre una superficie de cantos rodado o adoquines reduce significativamente la presión arterial y mejora el equilibrio y el rendimiento físico.

Más allá de los análisis científicos, las personas que caminan regularmente sobre cantos rodados aseguran que potencia su bienestar físico y mental, mejora la calidad del sueño y alivia el dolor si lo padecen.

Los senderos para caminar sobre adoquines lisos o sobre cantos rodados son comunes en China. La práctica tiene sus raíces en la medicina tradicional china y se relaciona con el principio de la acupuntura, pues el objetivo es que el contacto con la superficie irregular de las piedras estimule los puntos ubicados en las plantas de los pies, lo que favorece la circulación de energía vital por el organismo.

Los puntos que se estimulan en las plantas de los pies están vinculados con todos los órganos, tejidos y sistemas del cuerpo a través de canales energéticos o meridianos.

Los autores del estudio del ORI visitaron china y comprobaron que en los parques de las grandes ciudades cuentan con hermosos senderos de piedras de río donde muchas personas mayores acostumbraban a caminar descalzas durante media hora o más al día. A los investigadores se les ocurrió fabricar una alfombra para que cualquiera pueda llevar la terapia a su casa o jardín.

Para comprobar su efecto diseñaron un estudio con dos grupos de participantes: unos caminaron sobre la alfombra de cantos rodados durante una hora, tres veces a la semana, y los otro lo hicieron normalmente.

Después de 16 semanas, los investigadores descubrieron que los participantes que habían caminado sobre la alfombra conseguían mejores puntuaciones en las medidas de equilibrio, función física y presión arterial.

El paso de la oca sobre cantos rodados

La técnica también forma parte de la medicina naturista europea, en concreto, de las técnicas hidroterápicas de Sebastian Kneipp. Los paseos descalzos por el agua fría sobre cantos rodados, sobre nieve blanda o sobre hierba húmeda se practican en los países del centro de Europa desde principios del siglo XX.

En el caso del caminar sobre cantos rodados, se recomienda hacerlo con el agua hasta las rodillas y dando pasos enérgicos y con las piernas estiradas, sacando el piel del agua, al estilo del "paso de la oca" militar. Además se aconseja remojar con agua fría la nuca, las muñecas y el interior de los codos. Esta técnica se practica solo durante 5 minutos. Como se hace en agua fría, luego hay que entrar en calor con un poco de marcha sobre seco al sol si es posible.

En los balnearios, este paseo se realiza en un pasillo o pediluvio con paredes a media altura, con los cantos rodados (y pulidos para que no hagan daño) y cubiertos de agua, y con chorros que salen por los lados y masajean las piernas. Para que el paseo resulte más sencillo, sobre todo en el caso de las personas mayores, podemos agarrarnos a unas barandillas.

Vuelta a los orígenes del contacto íntimo con la naturaleza

La caminata terapéutica está justificada por los estímulos físicos, pero seguramente también produce otra serie de efectos más sutiles. Si te descalzas y te pones a caminar por la orilla de un río, tu experiencia de la naturaleza se hace más íntima, sales un poco de ti para integrarte en algo más grande y poderoso.

Además de la presión sobre las plantas de los pies o el esfuerzo que se requiere para mantenerse en equilibrio, se establece una conexión entre el cuerpo, el agua y la tierra. Es literalmente una conexión eléctrica, pues se descargan iones positivos, que cuando se acumulan en el cuerpo nos producen tensión.

En el libro Earthing: con los pies descalzos (Editorial Sirio), los autores describen cómo la desconexión física con la Tierra crea una fisiología anormal y contribuye a la inflamación, el dolor, la fatiga, el estrés y el sueño deficiente. Al reconectarse a la Tierra, los síntomas se alivian rápidamente e incluso se eliminan y se acelera la recuperación.

Además de aprovechar las playas y los ríos, se pueden adquirir alfombras de cantos rodados para ponerla en tu baño, habitación o terraza. Incluso se puede construir un paseo en el jardín, a imitación de los que existen en los parques chinos o centroeuropeos (ya hay algunos en España, por ejemplo, en Orense, a orillas del Miño). Solo necesitas los cantos rodados enteros y pulidos, de dos a cuatro centímetros de diámetro, que puedes adquirir en comercios de material de construcción.