Sentimos mariposas en el estómago cuando nos enamoramos, se nos hace un nudo ante las preocupaciones, nos tragamos la bilis para contener la rabia… Esto ocurre aquí y también en China.

Hace miles de años, los taoístas ya se dieron cuenta de que las emociones afectan a los órganos y vieron que una de las principales causas de la enfermedad se daba cuando estas quedaban atrapadas en el cuerpo.

Si sentimos emociones como rabia, tristeza, miedo, celos… y no sabemos soltarlas, se enquistan cada una en un órgano concreto, lo que interrumpe su normal funcionamiento. Un enfado puntual a veces es necesario, pero la rabia sostenida puede crear patologías como estreñimiento crónico, disfunciones menstruales o migrañas.

Un masaje para desbloquear las emociones enquistadas

El Chi Nei Tsang es una técnica taoísta para desbloquear las emociones en todos los órganos. Para hacerlo parte del abdomen, porque el taoísmo considera que el sistema digestivo es un regulador emocional general. Y es que por algo hablamos de la dificultad de «digerir» las emociones: un intestino con bloqueos emocionales no procesa bien la comida.

De hecho, hoy sabemos que en el intestino se producen muchos de los neurotransmisores responsables de la felicidad y el bienestar, por lo que un intestino sano realizará mejor esta función y contribuirá a una óptima salud emocional.

Cómo afectan las emociones a cada órgano

Según el Tao y la medicina tradicional china, cada órgano es especialmente sensible a unas emociones u otras, y se ve afectado, por tanto, por unas emociones y nutrido por otras. A la vez, un órgano debilitado o con algún exceso puede generar unas emociones desagradables concretas y, por el contrario, un órgano sano nos dota de emociones positivas específicas.

  • Corazón: en el sistema tradicional chino, se emparejan las funciones del corazón con el intestino delgado, y le afectan emociones como la impaciencia, la alegría desmesurada o euforia, la crueldad y el odio. Para nutrir ambos órganos hay que llenarlos de amor, compasión y alegría mesurada.
  • Pulmón: emparejado con el intestino grueso, es muy sensible a la tristeza, la pena, el duelo y la depresión, y si está fuerte nos sentimos con coraje, decisión y alegría de vivir.
  • Riñón y vejiga: cuando están débiles, hacen que la persona sea temerosa y excesivamente tímida. El pánico y el miedo sostenido los debilitan y, en cambio, la valentía, el silencio y la gentileza los nutren.
  • Hígado y vesícula biliar: en desequilibrio, pueden hacernos tender a la ira, rabia, envidia y resentimiento, emociones. Si estas emociones no se sueltan, se enquistan en estos órganos y los congestionan. En equilibrio, favorecen la generosidad, la justicia, la creatividad y la ecuanimidad.
  • Bazo y estómago: en equilibrio, nos dan confianza en la vida y sensación de que todo está bien. Si están sanos, nos dotan de buena memoria y capacidad para el estudio y la comprensión. En desequilibrio, generan preocupación y pensamientos obsesivos. Estos órganos, además, regulan la digestión, y una vida de preocupaciones afecta a su funcionamiento y a la capacidad del organismo de «digerir» las emociones, que se enquistan más fácilmente y crean más bloqueos…

Cómo se deshacen los bloqueos

Con el masaje de los órganos, el terapeuta trabaja con el qi, chi o energía vital, buscando y deshaciendo los obstáculos que se encuentra, según el concepto taoísta de que, donde hay dolor, hay bloqueo. Por eso, es importante que el terapeuta sea practicante de chikung, conjunto de prácticas y meditaciones destinadas a generar y controlar el chi.

Es un trabajo físico y energético con el que se masajea cada órgano a través de la piel.

A veces el masaje puede resultar doloroso, pero es un dolor que percibimos como positivo porque a medida que avanza el tratamiento, apoyado por respiraciones y relajaciones, podemos notar cómo ese nudo va soltándose. Entonces sentimos cómo la energía propia de cada órgano fluye con fuerza y nutre los procesos fisiológicos que antes estaban estancados.

El masaje se acompaña también de visualizaciones de los colores que nutren cada órgano:

  • rojo para el corazón
  • amarillo anaranjado para el bazo
  • blanco para el pulmón
  • negro azulado para el riñón
  • verde para el hígado

A la vez que se hacen las visualizaciones se trabaja asimismo con los llamados «seis sonidos curativos». Estos ayudan a liberar las emociones dañinas, que pueden venir de experiencias pasadas o presentes, o bien generarse a causa de la debilidad o patología de algún órgano.

masajes

LECTURA RECOMENDADA

6 masajes para el alma

Ayudas complementarias para un tratamiento integral

Aparte de la terapia, se enseña a los pacientes ejercicios para potenciar emociones positivas que les nutran y aporten bienestar. Esto se hace a través de visualizaciones y meditaciones concretas.

También puede realizarse un trabajo profundo con las emociones a través de esencias florales y terapia gestalt.

Como complemento, se dan pautas nutricionales para cada caso y se utilizan técnicas como la acupuntura para apoyar el restablecimiento del flujo energético.

Consejos para el cuidado de los órganos digestivos

Un consejo básico taoísta sobre salud digestiva es comer siempre en un ambiente relajado, con pocas conversaciones o al menos que sean superficiales y agradables.

Cuando nos hallamos en situaciones emocionalmente difíciles (separaciones, disgustos…) hay que ponérselo fácil al sistema digestivo, comiendo pocos ingredientes a la vez, que sean triturados o bien cocinados…

Los alimentos que nutren el sistema digestivo son las raíces y tubérculos, la calabaza, el mijo, el arroz.

Existen, además, técnicas sencillas de automasaje que aplicadas a diario aportan grandes beneficios y que cada uno se puede poner en práctica fácilmente en casa.

Puedes probar, por ejemplo, este automasaje abdominal taoísta que te contamos aquí. Te puede ayudar a desbloquear la zona del vientre y que resulta muy útil en casos de estreñimiento.