La campaña contra las terapias complementarias se empeña en difundir el bulo de que la homeopatía carece de estudios científicos que demuestren su utilidad. Los críticos obvian el hecho de que en ciencia es normal las diferencias entre estudios y dan validez únicamente a los que obtienen conclusiones contrarias a la homeopatía.
Lo cierto es que existen miles de estudios de máximo rigor (a doble ciego y controlados con placebo), publicados en revistas científicas, con resultados positivos. Y estos estudios existen a pesar de que las medicinas homeopáticas no requieren los mismos métodos de prueba que los fármacos convencionales, porque la homeopatía no produce efectos secundarios negativos.
Poca gente es consciente de que el rigor del método utilizado con los fármacos es para probar su seguridad o su grado de toxicidad, tanto o más que su eficacia. Al pedir que se aplique el mismo protocolo en los estudios sobre medicamentos homeopáticos y sobre fármacos potencialmente tóxicos se deja de lado el sentido común.
Vamos a hacer un repaso de algunos estudios importantes.