Vivimos tiempos de cambios acelerados e importantes que también llegan a la medicina. Profesionales de distintos campos coinciden en investigaciones que llevan a nuevas maneras de diagnosticar y tratar las enfermedades.

La "medicina energética" es el resultado de estos avances y se basa en la acción sobre la estructura energética humana. Su objetivo es ofrecer al organismo, mediante una intervención respetuosa, las instrucciones o la energía necesarias para que recupere el equilibrio.

El tratamiento energético reconstruye poco a poco la salud. Hace de la sanación un viaje en el que el protagonista es siempre la propia persona y la salud no se limita al cuerpo físico, sino que abarca también otros muchos aspectos ambientales, emocionales, mentales y espirituales.

La medicina energética y las tecnologías que utiliza ayudan a entender que el ser humano no es solo una máquina biológica, sino una entidad que se expresa en un cuerpo físico, en una estructura emocional y mental, y que goza de una consciencia que le permite elegir.

De la misma manera que las limaduras de hierro se organizan alrededor de un imán, la materia se estructura en función de la información que hay en el campo de energía. Dicho de otra manera: primero está la estructura energética y, en función de ella, el cuerpo físico.

La medicina energética actúa sobre el campo electromagnético del cuerpo para restaurarlo

Por tanto, en el campo energético se encuentran las claves de la salud, y si lo observamos se puede ver la tendencia al equilibrio o al desequilibrio antes de que haya llegado a manifestarse a nivel bioquímico o físico. Esto es una gran ventaja sobre los métodos de la medicina convencional, que se centran en la realidad física o bioquímica.

Terapia con ondas para equilibrar el campo energético

Desde hace muchos años se conoce la existencia de los campos energéticos humanos, pero en las últimas cuatro décadas se ha producido un gran desarrollo de tecnologías capaces de medirlos e interactuar terapéuticamente con ellos.

La bioenergía es la energía de origen biológico. Todos los seres vivos intercambiamos energía, la emitimos y la recibimos. Probablemente tenga componentes muy diversos, aunque solo podemos medir la electromagnética.

A través de un electrocardiograma, por ejemplo, podemos medir y visualizar la señal eléctrica procedente del corazón y valorar si está funcionando de forma correcta.

Además de la actividad eléctrica del corazón o del cerebro, es posible medir y visualizar otras ondas, también electromagnéticas, procedentes del cuerpo humano y que nos permiten evaluar el funcionamiento de diferentes órganos y sistemas.

Acceder al campo energético permite valorar el estado global de la persona, incluidos los patrones emocionales predominantes o puntuales. Gracias a esta aproximación obtenemos una información diferente cuando se trata de enfermedades crónicas, de las que muchas veces se desconoce la causa.

Si actúas a tiempo a nivel energético puedes evitar la aparición de la mayoría de trastornos

La medicina energética actual coincide con las tradiciones sanadoras de Oriente en su enfoque preventivo y también en la necesidad de ayudar al cuerpo a mantener y activar su capacidad de recuperación.

El uso de la tecnología en la medicina energética

La medicina energética usa herramientas que a menudo fueron desarrolladas en proyectos aeroespaciales. Gracias a estas tecnologías avanzadas nos acercamos a niveles profundos de funcionamiento del organismo.

Estos aparatos permiten un análisis individual del estado de la persona. Pueden descubrir las diferentes causas externas e internas que explican su situación e indican cómo tratarla de manera eficaz y suave.

La atención no se centra en la enfermedad, sino en la optimización de la salud.

Hace ya mucho tiempo que la ciencia ha mostrado cómo cada célula, cada órgano, cada sistema, tienen su propia frecuencia de resonancia. Y cómo las células se comunican a través de campos electromagnéticos. La salud también se refleja en una comunicación fluida dentro del propio organismo, y entre este y el exterior.

La medicina energética basada en conocimientos actuales recoge la filosofía integradora de la medicina natural. De esta manera tiende un puente entre cosmovisiones distintas y apoya el cuidado de la salud a partir de las energías que nos constituyen.

Las ondas sustituyen a las pastillas

A través del análisis del campo de energía se descubren las causas de los trastornos –excesos, carencias o bloqueos en diferentes partes del cuerpo– y se actúa terapéuticamente sobre ellas. No se suprime la respuesta del cuerpo a la enfermedad, sino que se colabora con ella.

Varios tipos de ondas son la principal herramienta terapéutica. Unas trabajan el campo magnético o el eléctrico, y otras actúan mediante campos pulsantes. Cada onda tiene un objetivo concreto. pueden combinarse con acupuntura o masaje sobre las fascias, que también actúan a nivel energético.

Hay ondas que sirven para relajar, otras para activar procesos biológicos (hormonales, metabólicos, nerviosos…) o para eliminar patógenos. Las hay para casi cualquier cosa que uno pudiera pensar.