Aplicar una pequeña corriente eléctrica en las agujas insertadas en los puntos determinados por la medicina tradicional china sirve para reducir los indicadores de inflamación sistémica, según un equipo de científicos estadounidenses y chinos, dirigido por el doctor Ma Qiufu, de la Universidad de Harvard.

La investigación, publicada en la revista Neuron, ayuda a comprender los fundamentos neuroanatómicos de la acupuntura y a descubrir nuevos tratamientos eficaces contra el dolor.

"La medicina occidental se ha centrado en bloquear las vías neurales del dolor para aliviar los síntomas, pero hay otras vías del dolor y otras formas de abordarlas", dice Ma. Una de ella es atacar la inflamación, que es la causa de los procesos que llevan al dolor y al desarrollo de muchas enfermedades.

La acupuntura es capaz de modular la inflamación

El doctor Ma se propuso investigar con un equipo de científicos punteros si la estimulación eléctrica mediante la acupuntura podría modular la inflamación en ratones de laboratorio.

Los investigadores aplicaron 3 miliamperios durante 15 minutos en un punto específico del abdomen, el acupunto denominado ST25, asociado al bazo y a la respuesta inmunitaria.

Luego provocaron en los animales una inflamación con una inyección de lipopolisacáridos y comprobaron que los niveles en sangre de moléculas inflamatorias eran más bajos que en el grupo de control. Las tasas de supervivencia de los ratones también aumentaron a más del doble.

Los científicos creen que la electroacupuntura estimula la producción de noradrenalina en los nervios que conectan la columna y el bazo. Luego, la noradrenalina activó un tipo de receptores en el bazo que suprimieron las moléculas proinflamatorias.

Sin embargo, cuando el tratamiento de electroacupuntura se hace después de que el proceso inflamatorio se haya desencadenado, el efecto es negativo, pues la inflamación se acentúa todavía más.

El efecto depende de la intensidad y los puntos elegidos

"Nos sorprendió mucho descubrir que la misma acción tiene resultados completamente opuestos en diferentes etapas de la enfermedad", afirma Ma.

Este hallazgo podría llevar a pensar que la electroacupuntura podría ser contraproducente como tratamiento, algo que no se corresponde con la experiencia clínica de los acupuntores. Por eso, a continuación los investigadores aplicaron la electroacupuntura con una intensidad más débil y en un punto diferente, esta vez en las patas traseras de los ratones. Descubrieron que la estimulación a una intensidad baja de 0,5 mA durante 15 minutos podía reducir significativamente los niveles de moléculas proinflamatorias tanto antes como después de la inyección de LPS.

En este caso, la electroacupuntura de bajo nivel en las patas traseras actúa a través de otra vía neural y de las glándulas suprarrenales.

“Nuestro estudio ilustró que la electroacupuntura tiene una base neuroanatómica, pero su eficacia y seguridad en humanos deben validarse en ensayos clínicos”, concluye Ma. "Todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre esta práctica médica y, por lo tanto, hay mucho espacio para hacer más investigaciones".

El trabajo de investigación fue apoyado por subvenciones de la administración sanitaria de los Estados Unidos, por el Programa de Investigación Conjunta Harvard / MIT en Neurociencia Básica, y por Wellcome Trust.

¿Cómo funciona la acupuntura?

El estudio prueba que todavía se sabe poco sobre cómo funciona realmente la acupuntura.

La medicina tradicional china explica que actúa sobre el flujo de chi, la energía vital, a través de canales (meridianos) existentes en el cuerpo. Pero la medicina científica occidental no ha podido describir estos canales ni visualizar o medir la energía vital.

Por eso las investigaciones tratar de determinar cómo actúan las agujas sobre la producción neurotranmisores y hormonas o sobre la actividad del sistema inmunitario.

Muchos acupunturistas occidentales ven a los puntos de acupuntura como lugares para estimular nervios, músculos y tejidos conectivos. Algunos creen que este método estimula los analgésicos naturales del cuerpo, tal como indican varios estudios científicos.

Referencias científicas: