Tuina deriva de las palabras chinas tui –empujar– y na –agarrar–, que son dos de las 80 técnicas utilizadas en este masaje terapéutico ancestral que actúa sobre los meridianos y puntos energéticos.
Con más de dos mil años de antigüedad, es anterior a la acupuntura y es la base de casi todos los masajes, incluido el shiatsu.
Con China convertida en la segunda economía mundial e inmersa en un proceso de modernización sin precedentes, el masaje tuina y las otras terapias de la medicina tradicional china (MTC) no solo perduran, sino que se han perfeccionado y adaptado a las demandas del mundo moderno.
Los hospitales en China ofrecen tanto la medicina tradicional como la convencional a sus pacientes para que elijan el tratamiento que desean. Mucha gente opta por las dos.
"En China las dos medicinas son oficiales", nos dice el doctor Cai Jian, del Instituto de Medicina China de Barcelona, donde se imparten cursos y terapia de tuina. Cai Jian ha visto aumentar la demanda de esta medicina en los 16 años que lleva en nuestro país.
El masaje tuina es, a la vez, relajante y estimulante
El masaje tuina se recomienda a personas de todas las edades y es especialmente beneficioso en ancianos y niños.
No tiene ninguna contraindicación y aporta equilibrio físico, mental y emocional. Promueve la relajación total y al mismo tiempo resulta muy estimulante.
Esta terapia es como un reset, o reinicio para el cuerpo. Los días posteriores al masaje no es extraño sentirse "como nuevo".
Las indicaciones más usuales del masaje tuina
Está recomendado para el tratamiento de problemas en músculos, huesos y ligamentos. Es muy efectivo para las lesiones deportivas y con problemas específicos como ciática, artritis, espasmos musculares y dolor de cuello y espalda, hombros, cadera, piernas, rodillas y tobillos.
También puede ayudar con problemas de los sistemas respiratorio, digestivo y reproductivo, o incluso problemas menstruales y de infertilidad. Asimismo se usa para tratar el insomnio, dolores de cabeza y migrañas.
Ayuda a reducir los síntomas del autismo
Ahora se están encontrando nuevas indicaciones, como mejorar y reducir los síntomas del autismo.
Leonid Rozman, en su Tui Na Centre de Londres, ha desarrollado un método que puede ser aprendido por los padres con hijos autistas. Los niños responden casi siempre muy bien a este masaje porque es estructurado y predecible.
Hace que fluya el chi
El masaje tuina, como terapia de la MTC, se basa en la teoría fundamental de la energía primordial o chi. El chi fluye en el cuerpo a través de catorce canales, llamados meridianos.
Si el chi fluye en armonía, sentimos vitalidad y bienestar, pero si surge el más mínimo atasco o sobresalto en la corriente, aparecen los dolores y la enfermedad.
La corriente armoniosa del chi puede obstaculizarse por causas externas o internas. La dieta incorrecta, estrés, falta de sueño y de ejercicio, o la tensión física debida a las malas posturas delante del ordenador, de pie o conduciendo son algunas causas externas. Entre las internas podemos mencionar los factores ambientales como el aire, la humedad, el frío o el calor excesivos.
El aspecto emocional es igual de importante, porque el desequilibrio en un área afecta a las demás: la convivencia diaria con la familia o los compañeros de trabajo puede ser frustrante y hacer que afloren emociones como miedo, ira o preocupación.
Siguiendo la ruta de los meridianos, el tuina busca restablecer la buena circulación del chi con movimientos enérgicos, flexibles, constantes y penetrantes, y con presiones tonificantes y dispersoras.
Cómo es una sesión de masaje tuina
No llegues recién comido a una sesión de masaje tuina. Mejor toma algo ligero una hora antes.
El masaje tuina se da a la persona sentada o tumbada en una camilla. El terapeuta extenderá una sábana de algodón sobre tu cuerpo, garantizando así tu confort y privacidad.
Ten en cuenta que hará preguntas sobre tu salud para hacer un diagnóstico de la energía de los meridianos, la lengua y el pulso. Cada masaje se hace a la medida de la persona que lo recibe.
Respira con normalidad y relaja los músculos y la mente mientras recibes el masaje.
La sesión comienza en las partes de la espalda donde se acumula más tensión: se amasa la espalda y el cuello y luego se deshacen los nudos uno a uno con un masaje profundo.
El terapeuta aplica presión estimulando puntos de energía concretos para restablecer la circulación en los meridianos.
Las últimas partes que se tratan son las piernas, los pies y finalmente la cabeza y los brazos.
Al finalizar no te levantes demasiado rápido de la camilla para evitar mareos. Después bebe agua para mantener una buena hidratación tras el tratamiento.
El tuina restablece el equilibrio con movimientos enérgico, flexibles, constantes y penetrantes
Vigoroso, intenso, ¿doloroso?
Este sofisticado sistema de masaje cuenta con técnicas de manipulación precisas como frotar, alisar, restregar, amasar, friccionar, estirar, rodar con el puño, palmotear o golpetear, rozar, hacer vibrar…
El trabajo se hace con los dedos, las muñecas, los antebrazos y los codos. Es, sin duda, un masaje enérgico y su técnica puede sorprender de entrada, porque es vigoroso y se trabaja en profundidad, especialmente en las áreas tensas del cuerpo.
Sin embargo, la mayoría de la gente suele acostumbrarse pronto a este tipo de manipulación, que muchos encuentran incluso adictiva.
Los puntos que duelen al ser presionados indican que existe algún bloqueo profundo. En estos puntos la penetración debe ser progresiva y se necesitan varias sesiones para acceder a la raíz del problema.
Pero el secreto del éxito no depende solo de la presión en sí, sino de la combinación de puntos en los que se actúe.
Está contraindicado en algunas situaciones como fracturas, una infección o heridas abiertas. Es un masaje holístico y puede combinarse con otras terapias.
Automasaje en 4 pasos para paliar cansancio y dolor
Este automasaje lo puedes hacer en cualquier momento, pero debes realizarlo con ropa cómoda, en un lugar tranquilo, sin ruidos y con una luz tenue. Relaja el pecho, los brazos y las piernas y nota la respiración unos minutos.
1. Frota las manos hasta que notes que están calientes y coloca los pulgares en las sienes y rota 40 veces, relajando al mismo tiempo las muñecas, los codos y los hombros.
2. Dibuja una línea diagonal desde el ángulo de las cejas hasta el nacimiento del cabello y de nuevo haz un movimiento de rotación con los pulgares. Describe unos 40 círculos en la zona.
3. Entrelaza las manos y colócalas en la nuca, masajea a continuación suavemente con el talón de las palmas la base del cuello, agarrándolo y soltándolo. Repite estos movimientos durante unos minutos para relajar la tensión. Aprecia cómo la sensación se extiende al resto de la espalda.
4. Frota de nuevo las manos y colócalas sobre los ojos cerrados. Respira así relajadamente durante varios minutos.