No se ha descubierto un nuevo tratamiento que vaya a curar el cáncer a corto plazo. Pero sí se ha probado que una sustancia totalmente natural puede desintegrar literalmente las células cancerígenas sobre una placa de petri.
La sustancia mortal no es más que té en forma de nanopartículas, tan pequeñas que se cuelan por los poros de las membranas de las células malignas y revientan un 80% de ellas. Lo han podido ver bajo el microscopio científicos de las universidades de Swansea (Reino Unido) y de Bharathiar (la India).
Descubren por casualidad el efecto anticancerígeno de las nanopartículas de té
El descubrimiento ocurrió accidentalmente, como tantas veces ocurre en ciencia. Los científicos estaban tratando de desarrollar nuevas tecnologías de visualización diagnóstica de los tejidos cancerígenos mediante la utilización de "puntos cuánticos semiconductores".
Para ello decidieron que podrían producir puntos cuánticos inocuos y baratos a partir de hojas de té. Pero al ponerlos en contacto con las células cancerígenas descubrieron sorprendidos que no solo servían para iluminarlas como esperaban, sino que las destruían con una tremenda eficacia.
El doctor Sudhagar Pitchaimuthu, de la Universidad de Swansea, ha declarado que "nuestra investigación ha confirmado las evidencias previas sobre que las hojas de té podrían ser una alternativa no tóxica para hacer puntos cuánticos. Sin embargo, la verdadera sorpresa fue que los puntos inhibían activamente el crecimiento de las células de cáncer de pulmón. No era algo que esperáramos".
Las nanopartículas o puntos cuánticos están formadas solo por unos cuantos cientos de átomos, constituyendo diminutas estructuras cristalinas con un diámetro 4.000 veces más pequeño que el de un cabello.
Tratamiento en 10 años
Los autores de la investigación, publicada en la revista ACS Applied Nano Materials, estiman que se podrán realizar los primeros ensayos terapéuticos con personas dentro de dos años. Si todo fuera bien, el tratamiento a base de té podría llegar a los pacientes en el plazo de 10 años.
Las sustancias reducidas a puntos cuánticos adquieren propiedades que no tienen las partículas de un tamaño mayor. Representan toda una nueva frontera de la medicina, tanto en el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico como en los tratamientos.
¿Las nanopartículas pueden explicar cómo funciona la homeopatía?
Aunque los autores del estudio no lo mencionan, es posible que estas investigaciones sobre nanopartículas puedan explicar algún día cómo funcionan los medicamentos homeopáticos.
Basándose en los conocimientos químicos tradicionales, los escépticos echan en cara a la homeopatía que los preparados donde apenas hay unas moléculas de alguna sustancia activa no pueden tener ningún efecto.
Sin embargo, varios estudios realizados en los últimos años –como el realizado por el doctor Prashant S. Chikramane, del Instituto Indio de Tecnología de Bombay– han descubierto que los medicamentos homeopáticos contienen nanopartículas, que podrían actuar al entrar en contacto con las células de los tejidos corporales.
Luz y sombra de las nanopartículas
Los puntos cuánticos semiconductores tienen aplicaciones en otros campos, como el desarrollo de ordenadores que multiplicarán varias veces la potencia de los actuales o la fabricación de paneles fotovoltaicos más baratos y eficientes.
No obstante, las nanopartículas no solo nos dan buenas noticias, pues no están libres de efectos negativos. Diferentes sustancias, en esta escala de tamaño, pueden convertirse en contaminantes muy peligrosos para la salud de las personas y para el equilibrio de los ecosistemas.