La respiración es un gran puente entre el cerebro y la mente. Todos sabemos que para calmarnos debemos respirar lenta y profundamente. El yoga y distintas técnicas de meditación utilizan la respiración para conseguir sus objetivos. Sin embargo, apenas existían estudios científicos que explicaran el mecanismo por el que la respiración influye sobre el cerebro.

Investigadores liderados por José Luis Herrero, del Instituto Feinstein para la Investigación Médica de Nueva York, acaban de demostrar cómo los diferentes tipos de respiración influyen sobre el funcionamiento de distintas zonas del cerebro. Según los científicos, los ritmos respiratorios son un principio organizador de las oscilaciones eléctricas que tienen lugar en la corteza del cerebro.

Cada tipo de respiración activa una parte del cerebro

El estudio, en el que ha participado el prestigioso neurocirujano Ashesh D. Mehta, del Hospital Universitario NorthShore, en Long Island (Nueva York), prueba, por ejemplo, que al respirar rápido, como ocurre durante un ataque de ansiedad, se activan unas partes del cerebro; en cambio, al hacerlo lenta y profundamente, la actividad se traslada a otras zonas.

La investigación es importante porque aporta una justificación fisiológica y científica a las prácticas respiratorias que se realizan en la meditación, el yoga y otras disciplinas cuerpo-mente. Demuestra que mediante la respiración se puede mejorar la atención, la memoria o el control emocional.

Para realizar el estudio se realizaron electroencefalografías intracraneales, que consisten en implantar electrodos dentro del cerebro, a seis pacientes que iban a ser operados para tratar su epilepsia que no respondía a los medicamentos.

Respiración automática o consciente

Una vez implantados los electrodos, se analizó la actividad del cerebro en respuesta a dos tipos de respiración: la que se realiza de forma automática, inconsciente, y la que se efectúa controlando voluntariamente la duración y la profundidad de las inspiraciones y las espiraciones.

Los investigadores pidieron a los pacientes que respiraran lenta y profundamente, que sostuvieran la respiración antes de la espiración o que respirararan aceleradamente. Los científicos registraron el efecto de las diferentes respiraciones sobre la actividad neuronal en varias zonas del cerebro.

La conclusión de los autores es que el control de la respiración se puede usar "como un medio natural de neuromodulación" y que es "como un poderoso control remoto del cerebro".

Utiliza tu respiración para controlar el cerebro

A lo largo del día respiramos unas veinte mil veces en modo automático, utilizando un 30% de la capacidad pulmonar. En muchas personas, además, esta respiración es torácica, debido a las tensiones que se acumulan en la zona abdominal.

Para mejorar nuestra respiración incidiendo positivamente sobre el cerebro y en consecuencia sobre el estado de ánimo y el funcionamiento de las neuronas, podemos realizar ejercicios de respiración consciente varias veces al día.

Respira lenta y profundamente

El objetivo es respirar más lenta y profundamente. Podemos simplemente inspirar durante 4 segundos, sostener el aire 2 segundos y espirar durante 4 segundos. Al inspirar, sentimos como si el aire llenara el estómago. Podemos poner una mano encima, para sentir cómo se mueve.

Este tipo de respiración nos ayuda a calmarnos y a centranos. Nor sirve para salir de estados de ansiedad y estrés o de emociones negativas como la ira o el miedo. En el yoga, se dice que la práctica de pranayama (ejercicios respiratorios), favorece la percepción clara.

Además, si concentramos la atención en la respiración, estamos realizando una práctica meditativa, con todos sus beneficios para el cuerpo y la mente.

Referencia:

  • Ashesh D. Mehta et al. Breathing above the brain stem: volitional control and attentional modulation in humans. Journal of Neurophysiology.