Investigadores de la Universidad de Duke han probado cuatro aerosoles antivaho y cinco toallitas antivaho para las gafas que se encuentran en el mercado de los Estados Unidos. Descubrieron que los nueve productos contenían alcoholes de fluorotelómero (FTOH) y etoxilatos de fluorotelómero (FTEO), dos tipos de PFAS (compuestos perfluorados) que en gran medida han pasado desapercibidos hasta ahora.

Los aerosoles para las gafas contienen disruptores endocrinos

“Nuestras pruebas muestran que los aerosoles contienen hasta 20,7 miligramos de PFAS por mililitro de solución, que es una concentración bastante alta”, afirma Nicholas Herkert, investigador postdoctoral en la Escuela de Medio Ambiente Nicholas en Duke, quien dirigió el estudio.

Debido a que los FTOH y los FTEO se han estudiado científicamente poco, aún no se sabe con qué riesgos para la salud puedan estar asociados, pero la investigación sugiere que una vez que los FTOH se inhalan o absorben a través de la piel, podrían descomponerse en el cuerpo en PFOA u otros compuestos PFAS de vida prolongada, que se sabe que son tóxicos.

Además, los FTEO utilizados en las cuatro mezclas de pulverización que se analizaron en el nuevo estudio exhibieron efectos tóxicos en los cultivos celulares y una actividad adipogénica (favorecedora de la formación de tejido graso) en animales de laboratorio.

“Si asumiéramos que los FTOH y los FTEO tienen una toxicidad similar a la del PFOA y el PFOS, entonces un rociado con estos productos expondría a la persona a niveles de PFAS que son varios órdenes de magnitud más altos que los que recibiría al beber un litro de agua que contiene PFAS en el límite actual de advertencia de salud de la EPA para un consumo seguro, que es de 70 nanogramos por litro”, dijo Herkert.

“Es perturbador pensar que los productos que la gente ha estado usando a diario durante la pandemia para que no se le empañaran las gafas al usar mascarillas puede haberla expuesto a un riesgo diferente”, dijo Heather Stapleton, profesora de química en Duke, quien inició el estudio después de revisar la etiqueta de ingredientes en una botella de spray antivaho que compró para su hija de 9 años. “Irónicamente, se anunciaba como un producto seguro y no tóxico”, dijo Stapleton. “Explicaba que lo rociaras en tus gafas y usaras tus dedos para frotarlo”.

Etiquetado deficiente

Ninguno de los otros ocho productos probados informaba en la etiqueta de sus ingredientes, por lo que para el consumidor resulta imposible saber si contienen sustancias químicas potencialmente dañinas. Solo los investigadores pudieron analizar su composición mediante espectrometría de masas de alta resolución en su laboratorio de investigación.

Los investigadores publicaron su estudio revisado por pares en la revista Environmental Science & Technology. Se necesita más investigación para desarrollar estos hallazgos iniciales. El próximo paso lógico será realizar estudios más amplios que involucren pruebas in vivo e in vitro.

Los “FTOH y FTEO podrían ser disruptores metabólicos, pero la única forma de saberlo es a través de pruebas in vivo en organismos completos. Solo hicimos pruebas in vitro”, explicó Herkert. Los estudios con tamaños de muestra más grandes también podrían identificar otras sustancias químicas no reveladas que se utilizan en los aerosoles o toallitas.

“Debido al COVID, más personas que nunca, incluidos muchos profesionales médicos están usando estos aerosoles y toallitas para evitar que sus gafas se empañen cuando usan mascarillas o protectores faciales”, dijo Stapleton. “Merecen saber qué hay en los productos que están usando”.

Herkert y Stapleton realizaron el estudio con Lee Ferguson y Sharon Zhang de Duke, Christopher Kassotis de la Universidad Estatal de Wayne y Yuling Han, Vivek Pulikkal y Mei Sun de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte.

Remedios caseros para que no se empañen las gafas

Los gafas no se empañan fácilmente si la mascarilla protectora se ajusta perfectamente sobre la nariz y bajo los ojos y las gafas se usan sobre la mascarilla. Una película de detergente líquido o jabón sobre las lentes puede proteger contra el empañamiento, pero es necesario consultar con el óptico si no hay inconveniente con tu tipo de vídrio. Algunos tratamientos antirreflejos pueden dañarse si se aplican detergentes.

Referencias científicas: