Se habla médicamente de estreñimiento cuando en más de una de cada cuatro deposiciones hay heces duras o en forma de bolas, existe sensación de evacuación incompleta u obstrucción, o bien es necesario un esfuerzo notable para defecar, independientemente de la frecuencia.

Además también se considera estreñimiento evacuar tres veces o menos por semana.

En medicina naturista se da por válida una evacuación diaria, si bien hacerlo cada vez que se come (como los lactantes) se considera óptimo.

A pesar de que la causa principal de este problema es la falta de fibra en la dieta, la poca hidratación diaria (tomar poco líquido) y la vida sedentaria, es importante saber que la tensión emocional mantenida o el exceso de relajación también son causas de estreñimiento.

1. Alimentos y plantas contra el estreñimiento

Por lo tanto, si la dieta contiene suficiente fibra (fruta, ensaladas y cereales integrales de forma diaria), se puede apostar por alimentos y plantas que ayudan de forma más específica:

2. Regular la tensión de la musculatura intestinal

Si tampoco estos funcionan, mejor que recurrir a los laxantes que irritan la mucosa intestinal y crean dependencia (al dejarlos puede empeorar el problema) es tener presente e intentar valorar el componente de espasmo o de relajación que subyace en este problema.

Igual que al tensarnos cerramos los puños o contraemos la mandíbula, la musculatura intestinal disminuye su diámetro y dificulta la evacuación. Del mismo modo, un tono vital relajado puede redundar en una atonía intestinal que haga que aunque se tome abundante fibra esta no progrese en compañía del resto de residuos digestivos de forma adecuada para su eliminación.

  • Si la tensión excesiva es la causa, el trabajo personal o con ayuda profesional (psicólogo) de resolución de conflictos o de mejora de actitudes es fundamental. La práctica de técnicas psicofísicas como la relajación, el yoga, el taichí o la sofrología son muy útiles.
  • Si predomina la atonía, la actividad física regular, sobre todo el trabajo abdominal (flexiones, natación, danza del vientre...) es lo indicado.

3. Baño vital para el peristaltismo intestinal

El baño vital diario de diez minutos, siempre fuera de las horas de digestión, constituye un potente tónico de la musculatura, y por lo tanto del peristaltismo intestinal.

Sentados en el borde de un bidé hay que frotarse el abdomen siguiendo el recorrido del colon con una esponja sumergida de forma regular en el agua fría.