La migraña es una enfermedad compleja, recurrente e incapacitante que en España afecta al 17- 20% de las mujeres y al 6-8% de los hombres. Este padecimiento tiene muchas variantes, lo cual en ocasiones dificulta el diagnóstico temprano, y puede ser frustrante tanto para el paciente como para el médico, pues a menudo es difícil hallar su causa. El tratamiento integral de la migraña aconseja hacer un estudio lo más personalizado posible.

Los síntomas consisten en episodios de cefalea, a menudo unilateral y pulsátil, asociada a un gran malestar general, náuseas y vómitos, y una sensibilidad exagerada a la luz y a los sonidos.

Durante un ataque de migraña la persona se ve obligada a permanecer en casa, durante horas e incluso días, normalmente en cama, con la luz apagada y el máximo silencio posible.

Modificar tu alimentación te ayudará a controlar las cefaleas

La aparición de estos síntomas puede estar precedida de un tipo de "aura", normalmente una sensación visual en alguna zona del campo de visión. Otras sensaciones pueden ser hormigueo o pérdida de sensibilidad de una zona de la cara o una extremidad, y en algunos casos dificultad del habla que simula un ataque isquémico transitorio (AIT) del sistema nervioso central.

El dolor suele empeorar con la actividad física y normalmente interfiere con el desarrollo de la actividad. La frecuencia de ataques varía de una persona a otra, y puede ocurrir desde varias veces al mes hasta una o dos veces al año. Sin tratamiento, puede durar de unas horas a varios días.

Antes de que aparezca una migraña, algunas personas experimentan pródromos o premoniciones, como sensación de tener gran energía, ansiedad por consumir dulces, hambre o sed excesivas, deseo de dormir, irritabilidad o depresión.

7 causas de los ataques de migraña

El mecanismo exacto de las migrañas no se ha clarificado para todos los casos. El resultado final, el intenso dolor de cabeza, procede de la inflamación y dilatación de los vasos sanguíneos.

Hay diferentes teorías que intentan explicar esto, aunque la única conclusión clara puede ser que diferentes causas conducen al mismo resultado.

1. Cambios en el nervio trigémino

Algunas investigaciones relacionan su aparición con cambios en el nervio trigémino, uno de los principales nervios faciales que recoge la sensibilidad de las principales zonas afectadas.

2. Inestabilidad del nivel de serotonina

Otros estudios demuestran que existe un desequilibrio de la cantidad de serotonina, un neurotransmisor implicado en la regulación del impulso nervioso. Esa inestabilidad vascular, que se halla en la fase final de todas las migrañas, puede ser favorecida por muchos factores.

3. Alimentos altos en tiramina

La sensibilidad especial a determinados alimentos es uno de ellos, ya que algunos alimentos, como los ricos en tiramina, pueden desencadenar un ataque.

Los alimentos capaces de originar una crisis de migraña incluyen:

  • Los quesos muy curados o muy aromáticos
  • Embutidos como el salami o las salchichas con muchos aditivos
  • Los cacahuetes
  • Las habas, los guisantes o las lentejas
  • El chocolate
  • Las bebidas que contienen cafeína
  • El vino es otro responsable, normalmente el tinto
  • Alimentos fermentados, como la salsa de soja y el miso
  • Cierto tipo de pescados, como sardinas, anchoas y arenques

4. Los aditivos alimentarios

Los aditivos alimentarios juegan asimismo un papel importante. Es el caso de los omnipresentes nitritos y nitratos, los colorantes amarillos, y muy especialmente el glutamato (responsable del síndrome del restaurante chino) y el endulzante aspartamo.

5. Alteraciones hormonales

En la mujer, las fluctuaciones hormonales pueden desencadenar crisis de migraña. Mientras el embarazo suele hacer desaparecer la migraña, los fármacos anticonceptivos pueden provocarla.

6. Control del estrés, el cansancio y el sueño

El estrés y la tensión nerviosa son factores desencadenantes claros, así como los antecedentes familiares en padres y abuelos.

Otros factores responsables claros de la migraña son el cansancio, la falta de sueño, saltarse comidas y los cambios en la presión atmosférica o de altitud.

7. Destellos de luces

Los olores fuertes, como el de la gasolina o perfumes intensos, o el destello de luces tipo flash también pueden originar crisis de migraña.

El tratamiento convencional para la migraña

Hay varios tipos fármacos que son usados con éxito por las personas migrañosas.

Fármacos de última generación

La familia de fármacos de los triptanes (sumatriptán, zolmitriptán, almotriptán) son los que forman estos fármacos más nuevos. Son útiles si se toman justo ante los primeros síntomas de migraña, pero no una vez se ha establecido esta, y no reducen el número de crisis; es decir, no tienen una influencia sobre la evolución de la enfermedad, solo actúan provocando una vasoconstricción que frena el episodio de migraña.

Sin embargo, debido a eso están contraindicados en las personas afectadas de angina de pecho o con antecedentes de infarto de miocardio, así como en aquellas que padezcan mala circulación de los miembros inferiores (claudicación intermitente).

Fármacos convencionales

Son los más antiguos, usados desde hace más de medio siglo, incluyen a la ergotamina con cafeína (los tradicionales cafergot y tonopan). Son más baratos y con menos efectos secundarios, pero también menos eficaces que los triptanes.

Fármacos alternativos

Algunas personas evitan la aparición de sus crisis tomando fármacos menos específicos, ya que son usados en casos de epilepsia, depresión, episodios maniacos, trastorno bipolar, etc. (como la gabapentina o el topiramato). Estos fármacos también son usados por las personas alérgicas a la ergotamina o a los triptanes.

Entre los fármacos utilizados para prevenir la aparición de crisis se encuentran los betabloqueantes, los bloqueantes de los canales de calcio y otros antihipertensivos, que pueden reducir la frecuencia, severidad y duración de los ataques. Algunos antidepresivos pueden prevenir la migraña, así como algunos anticomiciales.

Como influye el exceso de histamina

Cuando la migraña se resiste a todo tipo de tratamiento la causa puede residir en una deficiencia de la enzima DAO (diaminooxidasa).

Se sabe desde hace más de medio siglo que la histamina está presente en el organismo pero se desconocía por completo su función. Ahora sabemos que las células del interior de los vasos sanguíneos son algunas de las que elaboran esta sustancia a partir de un aminoácido (la histidina), y que tiene, entre otras, una función vasoactiva.

Una vez sintetizada por las células, la histamina es almacenada o bien rápidamente inactivada por la DAO. Por lo tanto, las personas con una deficiencia constitucional de DAO tendrán un exceso de histamina, capaz de desencadenar crisis de migraña.

Esta sustancia, responsable de reacciones alérgicas, afecta a la apertura de los bronquios, al calibre de los vasos sanguíneos, a la secreción gástrica y al sistema nervioso central, donde modula la acción de otros neurotransmisores (acetilcolina, opiáceos endógenos, GABA...).

La histamina se encuentra en muchos alimentos, lo cual explica su papel como desencadenante de ataques de migraña en personas susceptibles. A pesar de esta asociación, no todos los alimentos relacionados con la aparición de la migraña son ricos en histamina, aunque la explicación podría ser que son liberadores de la histamina que genera el propio organismo.