La piel con impurezas probablemente preocupa a todos en algún momento de la vida. Los jóvenes en particular a menudo tienen que luchar contra las espinillas, el acné y similares. Pero las muchas falsedades y medias verdades que están circulando al respecto no se lo ponen nada fácil a los afectados. Así que es hora de aclarar los malentendidos más comunes.

1. no solo los adolescentes tienen granos

Esto es un error, el llamado acné tardío no es tan raro. Un estudio estadounidense, para el que se evaluaron datos de casi 2900 mujeres, encontró que el 45 % de las mujeres entre 21 y 30 años, alrededor del 26% entre 31 y 40 años y alrededor del 12 % de las participantes entre las edades de 41 y 50 sufrían de acné. Curiosamente, la proporción de jóvenes que padecen acné es mucho mayor en los países occidentales.

En la adolescencia las hormonas realmente se ponen en marcha y alimentan la producción de las glándulas sebáceas. Si la salida de la glándula está bloqueada por trastornos de la queratinización o por cosméticos inadecuados, el sebo se acumula para formar puntos negros o granos.

2. Las espinillas no son causadas solo por una mala higiene

Es cierto que una cepa especial de bacterias llamada Cutibacterium acnes prospera en el sebo de la piel y en las glándulas y alimenta la temida inflamación. Para suprimir estas bacterias del acné, la industria farmacéutica utiliza sustancias antibacterianas como el ácido salicílico o el extracto de corteza de sauce.

Sin embargo, las causas de las impurezas y las espinillas inflamadas son más complejas.Responden a una combinación de diferentes factores, entre ellos la predisposición genética, el estrés psicológico y los desequilibrios dietéticos.

En el terreno de la alimentación, los principales sospechosos son los alimentos con mucha azúcar y harina blanca. Pero el consumo de leche y productos lácteos también puede promover el acné en algunas personas. Los pueblos indígenas de Paraguay y Papua Nueva Guinea, por ejemplo, que no consumen productos lácteos ni cereales altamente procesados, prácticamente desconocen el problema del acné.

3. La limpieza facial no puede ser "profunda en los poros"

"Limpieza profunda" es un término que no falta en casi ninguna propaganda de los productos para el cuidado de la cara. La expresión "poro profundo" es una construcción de la industria cosmética un poco desafortunada, porque sugiere que hace falta una limpieza profunda, cuando, en realidad, solo podemos limpiar la superficie de la piel. 

La limpieza superficial de la piel es importante para eliminar el sebo, la suciedad, los residuos celulares y los cosméticos y evitar que se obstruyan los poros o que se multipliquen los gérmenes.

Por tanto, no hay que obsesionarse con la limpieza. Lavarse la cara más de dos veces al días es probablemente demasiado, porque se altera la capa protectora natural de la piel  y puede producirse irritación. El jabón cambia temporalmente el valor de pH ligeramente ácido de la piel, lo que facilita la multiplicación de los microorganismos.

4. Las espinillas no son contagiosas

Las glándulas sebáceas están tan juntas en la cara que la inflamación puede saltar de un folículo al siguiente, pero no es posible infectar a otras personas con acné.

No obstante, se recomienda usar toallas personales, cambiarlas con frecuencia o secarse la cara con un pañuelo facial. Es mejor reducir las probabilidades de que bacterias patógenas entren en contacto con la piel del acné. Por lo tanto,  nunca te toques la cara con las manos sin lavar ni revientes las espinillas.

5. las espinillas no se eliminan con pasta de dientes

Aléjate de remedios caseros sin probar como este. Si bien es cierto que la pasta de dientes puede resecar un poco las espinillas, otros ingredientes comunes en la pasta pueden irritarla.

En cualquier caso, la piel impura se irrita fácilmente con los lavados frecuentes, los procedimientos dermatológicos y las cremas secantes para el acné. Es recomendable evitar cualquier producto con fragancia.

6. El médico puede ayudarte a deshacerte de las espinillas

Es fácil escuchar que el médico no te puede ayudar con el acné. Es falso. Desde un punto de vista puramente médico, el acné comienza con los primeros puntos negros y este es el momento de acudir al dermatólogo. Cuando el acné es leve, el médico puede darte consejos sobre el cuidado o la dieta adecuada en una etapa temprana.

Un dermatólogo también puede determinar si es posible que tengas rosácea o dermatitis perioral, trastornos que se parecen al acné, pero que requieren un  tratamiento diferente.

Si el acné es muy visible, con granos de pus y abultamientos enrojecidos, el médico te puede ayudar para evitar que deje cicatrices permanentes. Dependiendo de la gravedad, el especialista prescribirá medicamentos para aplicar sobre la piel o para tomarlos por vía oral.

Referencias científicas: 

  • Alexis C Perkins, Jessica Maglione, Greg G Hillebrand; et all. Acne vulgaris in women: prevalence across the life span. J Womens Health .