Lasplantas medicinales y sus usos terapéuticos despiertan a menudo reacciones contrapuestas. Algunos las miran con desconfianza o las desdeñan por considerarlas algo anticuado o poco menos que esotérico. Otros, sin embargo, las consideran una alternativa natural y eficaz frente a los fármacos.
Las plantas medicinales, como todos los medicamentos –no olvidemos que la mayoría de estos proceden originalmente de extractos vegetales–, pueden ser peligrosas si se toman en cantidades abusivas, mezcladas inadecuadamente o desconociendo sus componentes esenciales y posibles interacciones.
Aprovecha el poder de los compuestos fitoquímicos
La creatividad de las plantas a la hora de sintetizar sustancias químicas no tiene parangón. Con ellas disuelven la roca para que se abran paso sus raíces, atraen a los animales que les interesan, repelen a otros, destruyen parásitos o transforman en materia la energía lumínica. Igual que algunas plantas producen alergias, otras contienen principios activos potencialmente tóxicos, que obligan a consumirlas contando con una información contrastada sobre sus efectos al igual que pasa con los medicamentos.
Se han identificado diversos grupos de principios activos que pueden generar diferentes niveles de daños hepáticos o cardiacos.
Algunos de los principios activos más destacados son:
- Alcaloides pirrolizidínicos. Presentes en más de dos mil especies, dañan el hígado. Los contienen, entre otros, la consuelda, el senecio y el camedrio. Otros alcaloides, como la solanina o la atropina, presentes en solanáceas (la dulcamara o el estramonio), pueden provocar convulsiones y depresión nerviosa.
- Antraquinonas. Se encuentran en plantas laxantes, como la cáscara sagrada y el sen. Pueden producir obstrucción intestinal, irritación en las mucosas digestivas y daño hepático.
- Glucósidos. Glucósidos cardiotónicos como la digitoxina, presente en la digital o la adelfa, pueden llegar a generar arritmias y problemas cardiacos. Los glicósidos cianogenéticos, al hidrolizarse, producen ácido cianhídrico, uno de los venenos más potentes. Contienen trazas el almendro (amigdalina), el saúco y el yezgo (sambunigrina).
Causas de intoxicaciones
Las intoxicaciones con plantas se producen por varias causas por lo que se deben extremar las precauciones:
- Ambientales. Por presencia de sustancias tóxicas, sobredosificación, equivocación de especie en el momento de la recolección y contaminación del preparado fitoterapéutico.
- Internas. Interacciones con otros medicamentos y con el estado fisiológico del paciente o por la presencia de una intolerancia o alergia a un principio activo.
Este artículo se ha elaborado con la asesoría de Josep Maria Teixé, herborista de El Manantial de Salud.