Los remedios balsámicos, aquellos con virtudes expectorantes y cicatrizantes, tienen una larga tradición en la medicina popular.

Algunas plantas, sobre todo americanas y asiáticas, se las conoce con el apelativo de «bálsamo», como al bálsamo de tolú, al de Benjuí o al de Perú. En todos los casos se trata de resinas que poseen propiedades expectorantes y descongestionantes.

En invierno, cuando los resfriados son más frecuentes, visitar un herbolario para encontrar el remedio balsámico adecuado para uno mismo o para la familia puede ser una buena idea.

Busca la planta o bálsamo expectorante que mejor te vaya

Los herbolarios ofrecen opciones muy diversas, desde plantas a granel a preparados ya elaborados, pomadas, cápsulas, caramelos o jarabes.

Se trata de remedios expectorantes y descongestionantes que sirven para prevenir o aliviar la irritación de garganta y devolver el bienestar a las vías respiratorias altas.

Entre las plantas utilizadas más eficaces se hallan las siguientes:

1. Violeta (Viola Tricolor)

Los bellos y delicados pétalos de la violeta destacan por su riqueza en mucílagos, una fibra soluble y viscosa presente en muchas otras plantas que suaviza y restaura las mucosas de las vías respiratorias.

Alivia la garganta irritada, mejora la tos irritante y da paso a una tos más resolutiva y blanda.

Además posee una acción antipirética y analgésica, útil cuando sube la temperatura en la gripe y para calmar los dolores propios del trancazo.

Se encuentra en forma de planta seca para infusión, en jarabe y en extracto líquido.

2. Erísimo (Sisymbrium officinale)

Muy apreciado en herboristería, es una planta de la familia de las crucíferas que crece en descampados y márgenes de caminos y florece a partir de febrero.

Al erísimo se le atribuyen virtudes expectorantes, antiespasmódicas y antiinflamatorias, y resulta idóneo para tonificar las vías respiratorias altas y combatir la irritación y la afonía.

Se ofrecen la planta seca para infusión, el jarabe, el extracto líquido y la tintura.

3. Liquen de Islandia (Cetraria islandica)

Esta planta es una de las más ricas en mucílagos y un expectorante y mucolítico muy efectivo.

Facilita la fluidificación de las secreciones bronquiales y favorece su expulsión cómoda con la tos. Se emplea en bronquitis no severas, faringitis, laringitis, procesos gripales y simples resfriados.

Los herbolarios lo asocian a otras plantas balsámicas y antipiréticas, y se encuentra también en forma de jarabe o extracto líquido.

4. Marrubio (Marrubium vulgare)

Esta planta de aspecto grisáceo, ligeramente aromática, contiene un aceite esencial que le confiere un gran poder balsámico.

Suele incorporarse a fórmulas herbarias para aliviar bronquitis, ataques asmáticos leves y episodios gripales.

5. Tomillo (Thymus vulgaris)

Su esencia le otorga, entre otras, virtudes expectorantes y antisépticas. Es un remedio tradicional para tener a mano en gripes, catarros con tos y bronquitis.

Se toma en decocción, se hacen vahos o se aplica en pomada con un masaje pectoral.

6. Vahos de eucalipto

Las hojas de eucalipto, a las que se puede añadir lavanda, tomillo e hinojo, se preparan en decocción.

Se debe aspirar el vapor, cubriendo la cabeza con una toalla, unos 15 minutos.

7. Propóleo

Esta resina de la colmena es antiséptica, antiinflamatoria y vitamínica.

Si hay tos e irritación los caramelos son una buena solución. También se encuentra en cápsulas y en espray.

8. Esencia de Benjuí (Styrax benzoin)

Esta esencia, descongestionante y antiséptica, se aplica con un vaporizador en la habitación.

No se debe usar con niños y puede producir reacción alérgica a algunas personas.

9. Pomada con esencias

Hay varias opciones de herbolario, con distintas esencias: nerolí, canela, tomillo, eucalipto…

Se aplican en masaje sobre el pecho para descongestionar y bajar las décimas de fiebre. Tiene un efecto calorífico.

Tisana descongestionante y calmante

No puedes dejar de probar esta fórmula magistral por su gran efecto balsámico y expectorante.

  • Combinar a partes iguales violeta, marrubio blanco, brotes de pino albar, malvavisco, liquen de Islandia y regaliz.
  • Verter dos cucharadas soperas rasas de esta mezcla en medio litro de agua.
  • Deber hervir durante 2-3 minutos.
  • Dejar reposar unos 7 minutos.

Se toma bien caliente, aunque sin excederse, añadiendo miel de tomillo si se quiere más dulce, aunque el regaliz ya actúe como corrector del sabor.

Jarabe balsámico

Puedes también probar con este jarabe balsámico, fácil de preparar en casa:

  • Combinar una taza de miel de tomillo, dos cucharadas de azúcar integral, plantas balsámicas como malvavisco, llantén mayor y 5 g de brotes de pino silvestre y jugo de limón, por cada taza de agua.
  • Reducir a fuego lento y finalmente filtrar.
  • Tomar 3 cucharadas al día.

Es eficaz para generar una tos productiva y para suavizar la garganta.

Asesoría: J. M. Teixé, herborista de Manantial de Salud