La cafeína del café, el té, el mate y bebidas estimulantes con cola crea adicción (como toda droga, en este caso legal) y su ausencia produce "mono" o síndrome de abstinencia. Conviene aclarar que teína y cafeína son la misma sustancia.

Un síntoma es el dolor de cabeza intenso, proporcional a la dosis habitual y la tolerancia personal a la cafeína. Suele durar unos dos días y luego desaparece para no volver.

Muchas personas toman 3 o 4 cafés entre semana, y no lo hacen el fin de semana. Esto genera la cefalea, que desaparecería espontáneamente hacia el lunes. Pero, al retomar la cafeína, el ciclo se repite.

En vacaciones, si se deja de tomar de forma regular, solo afecta los primeros días.

Soluciones para dejar el café

La solución al síndrome de abstinencia es dejar la cafeína definitivamente, o no hacer interrupciones. Si la dosis es baja o la tolerancia alta, no suele haber síntomas.

En cualquier caso, el consumo diario de cafeína u otros estimulantes no parece muy saludable.

Aunque inicialmente parece que aumenta el rendimiento, lo que produce es un desgaste del sistema nervioso y un consumo de nuestro stock energético, ya que su mecanismo de acción no es aportar energía sino movilizar la que tenemos.

Hay muchas alternativas: desde preparados con cereales tostados, malta o achicoria, a infusiones como el rooibos.

Si no lo dejas, recuerda que el café natural es mejor que el torrefacto, ya que este contiene benzopirenos procancerígenos. El descafeinado no tiene cafeína, pero sí sustancias derivadas del tratamiento que ha recibido. El té es mejor por su riqueza en antioxidantes y bioflavonoides, lo que no evita su contenido en cafeína.