La Lithothamnium calcareum o Phymatolithon calcareum es un alga roja, también conocida como "alga calcárea", "alga calcárea roja" o "alga cálcica". Pertenece a las algas marinas y durante mucho tiempo se pensó que era un coral debido a su color rojo-púrpura.

El alga roja se considera una fuente natural de calcio de alta calidad que también proporciona magnesio, hierro, zinc y yodo. Se utiliza como complemento alimenticio o se añade a las bebidas vegetales para enriquecerlas con calcio hasta calores similares a los de la leche de origen animal (unos 120 mg de calcio por cada 100 g).

Sin embargo, no se permite añadir este alga a las bebidas vegetales ecológicas porque la normativa no permite los aditivos innecesarios para la conservación o la seguridad del producto. Pero está en la mano del consumidor que lo desee añadirle a su bebida un complemento rico en calcio.

Cosecha y procesamiento de L. calcareum

El alga L. calcareum crece a entre 20 y 50 metros de profundidad en las costas del Atlántico y en el Mediterráneo. Cuando las algas mueren, se hunden hasta el fondo del mar y se depositan allí en una especie de trincheras, donde se recolectan a los tres meses o se aspiran con dispositivos especiales.

La recolección tiene que ser muy respetuosa porque esta alga crece lentamente, solo unos pocos centímetros al año. Después de la cosecha, las algas rojas se secan a baja temperatura, se trituran y finalmente se muelen hasta convertirlas en polvo.

Contenido en minerales

Los niveles de calcio son significativamente más altos en las algas rojas que en las algas pardas, las algas verdes y otras algas. Cuando se seca, L. calcareum contiene aproximadamente un 30% de calcio y un 6% de magnesio.

Solo se consumen unos pocos miligramos o gramos de alga por día como suplemento dietético, generalmente un máximo de 2,4 g.

Esta cantidad proporciona un promedio de 750 mg de calcio, que ya cubre el 75% del requerimiento diario de calcio. Además, 2,4 g proporcionan alrededor del 20 % de las necesidades diarias de hierro y magnesio.

Cabe señalar, sin embargo, que el contenido de minerales de las algas puede fluctuar mucho, ya que depende de las condiciones del lugar de origen.

Alta biodisponibilidad de calcio en L. calcareum

La biodisponibilidad es el porcentaje de un nutrientes presente en un alimento que es realmente absorbido y utilizado por el cuerpo.

El calcio se absorbe principalmente a través del intestino delgado. Llega a la sangre, que lo distribuye por todo el cuerpo. Aproximadamente el 99% del calcio se almacena en los huesos y los dientes. El exceso de calcio se excreta por la orina.

El 80% del calcio en L. calcareum se encuentra en forma de carbonato de calcio natural, que es fácilmente asimilable por el organismo.

El yodo en la L. calcareum

La mayoría de algas se tienen que consumir con mucha moderación por su alto contenido en yodo. Este es un mineral esencial para la salud, pero en exceso puede dañar el funcionamiento de la tiroides.

La L.calcareum tiene yodo, pero en una proporción adecuada. 1 g de L. calcareum contiene alrededor de 34 µg de yodo (el requerimiento diario es de 200 µg).

Suponiendo una dosis de 2,4 g de L. calcareum por día, se tomarían 85 µg de yodo, una dosis adecuada para optimizar el suministro de este mineral. En cualquier caso, las personas con problemas de tiroides no deben tomar suplementación con yodo sin consultarlo con el médico.

Prevenir efectos secundarios

Para asimilar el carbonato de calcio de la L. calcareum es necesario que el estómago produzca suficientes ácidos digestivos, ya que estos resultan neutralizados. Esto es una ventaja para las personas que padecen un exceso de acidez.

Para no interferir con la digestión, las cápsulas o el polvo de algas rojas se toma al menos media hora antes de las comidas.

La cantidad de polvo contenida por cápsula y el contenido de calcio correspondiente dependen del fabricante. El polvo se puede diluir en agua o mezclarlo con una bebida vegetal.

No conviene superar las cantidades recomendadas porque el exceso de calcio en a dieta puede favorecer algunas enfermedades cardiovasculares.

Referencias científicas