La artrosis es una afección degenerativa que va progresando con la edad. Para tratarla, y como norma general, hay que controlar el sobrepeso y hacer ejercicio, además de mantener un estilo de vida saludable. En este artículo el Dr. Gonzalo Fernández Quiroga nos da algunas claves para tratar esta enfermedad.
Andar y tomar el sol son actividades muy beneficiosas, especialmente en personas mayores. Y la natación u otros ejercicios en el agua también. En general, el ejercicio regular nos alivia y contribuye a prevenir que la afección vaya a más.
Podemos contar también con la ayuda de los medicamentos homeopáticos, que se encuentran entre los más seguros de la oficina de farmacia. Su tolerancia es óptima y por eso pueden tomarlo con toda tranquilidad las mujeres embarazadas, los bebés y las personas mayores.
Además son compatibles con medicaciones convencionales que se puedan estar tomando en ese momento o de forma continuada.
Homeopatía para artrosis
Para que el tratamiento sea lo más efectivo posible hay que tratar a la persona en global; no solo sus síntomas físicos, también emocionales o las circunstancias vitales por las que atraviesa, por lo que se aconseja acudir a un homeópata de confianza. Esto nos ayuda también en la prevención, que es un aspecto fundamental en el caso de la artrosis al tratarse de una enfermedad degenerativa.
Pero contra el dolor o molestias concretas también podemos actuar. Entre los remedios homeopáticos más utilizados contra la artrosis se encuentran:
- Rhus Tox 9 CH: Es útil si el dolor aumenta en reposo y al empezar a moverse, pero baja a medida que se camina y la articulación se "calienta".
- Bryonia 15 CH: Ayuda en dolores que mejoran cuando se está en reposo y empeoran con el más mínimo movimiento.
- Ruta Graveolens 30 CH: Actúa más sobre el periostio y los tendones. Puede ser muy útil en caso de esguince.
- Polygonium Aviculare y Actaea Spicata: Su acción se produce sobre todo en los dedos de las manos y los nódulos que se forman.
- Solanum Malacoxylon: Se utiliza para las calcificaciones de hombro.
Estos son algunos de los más utilizados, pero puede haber otros según los síntomas y circunstancias de la persona. En cualquier fase y en manos de un experto, suponen una buena opción terapéutica.