La definición de enfermedad autoinmune es: trastorno inflamatorio crónico en que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error sus propios tejidos, en lugar de concentrarse en patógenos, parásitos y otras sustancias extrañas.

La medicina convencional no sabe por qué el sistema inmunitario de algunas personas reacciona de esta manera desfavorable. Se sospecha que en el origen de estas enfermedades pueden encontrarse infecciones, características genéticas y cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo o la menopausia.

Curar enfermedades autoinmunes con medios naturales

Las terapias médicas convencionales para las enfermedades autoinmunes rara vez son curativas. En su mayoría están orientadas a mitigar los síntomas y reducir la respuesta inmunitaria, lo que conlleva efectos secundarios.

Sin embargo, un enfoque holístico con medios naturales puede ser la mejor solución en muchos casos. Puede hacer salir de la espiral de dolor y sufrimiento y traer un alivio significativo en estas enfermedades.

Pero la medicina natural implica un compromiso mayor que tomarse unas pastillas. Hace falta renunciar a alimentos y acostumbrase a otros y cambiar aspectos del estilo de vida.

Independientemente de la enfermedad autoinmune que padezcas, las medidas que te explicamos se aplican por igual a todas, porque el objetivo es regular el sistema inmunitario para que encuentre un equilibrio saludable.

Nutrientes beneficiosos en enfermedades autoinmunes

Determinadas vitaminas, minerales y ácidos grasos contribuyen al buen funcionamiento de la inmunidad.

1. Vitamina D

La vitamina D puede moderar la sobreestimulación del sistema inmunitario y con ello favorecer la reducción tanto de respuestas alérgicas como autoinmunes.

Este efecto moderador podría producirse al inhibirse la activación del factor nuclear kappa beta (Nf-kB), que controla la cascada inflamatoria en el organismo.

Un médico especializado puede aplicar el "protocolo Coimbra" con altas dosis de vitamina D para tratar enfermedades autoinmunes, pero cualquier persona puede asegurarse de que consigue suficiente vitamina D exponiendo la cara y los brazos al sol durante unos 20 minutos diarios.

Para mayor seguridad se puede tomar un suplemento de vitamina D3 de 4.000-5.000 Unidades Internacionales al día.

2. Selenio

Un artículo que revisón 32 estudios anteriores probó que a menudo hay una deficiencia de selenio en los pacientes con enfermedades autoinmunes. Aunque esta deficiencia también podría ser una consecuencia de la enfermedad, también podría contribuir a su desarrollo y a un progreso más rápido.

Un suplemento de selenometionina puede reducir la inflamación y la colagenosis (trastorno que afecta al colágeno) en el síndrome de Sjögren, el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide. Por lo general se recomiendan tomas 200 µg de selenio al día.

3. Magnesio

La deficiencia de magnesio también debe evitarse en las enfermedades autoinmunes. Los niveles bajos de magnesio se relacionan con inflamación y desarrollo del síndrome del intestino permeable, que puede ser un paso previo a una enfermedad autoinmune.

Alimentos ricos en magnesio son las verduras verdes y frutos secos como las almendras.

4. Ácidos grasos omega-3

También debes verificar tu suministro de ácidos grasos omega-3. Esta familia de ácidos grasos tienen un efecto extremadamente positivo sobre las enfermedades inflamatorias, independientemente de si se trata de una enfermedad intestinal inflamatoria crónica, enfermedades inflamatorias de la piel y las articulaciones, lupus o esclerosis múltiple.

No importa si tomas ácidos grasos omega-3 en forma de suplementos dietéticos o con la dieta, pero como el principal proveedor de ácidos grasos omega-3 es el pescado graso, que puede estar contaminado con metales pesados, generalmente se recomiendan otras fuentes, como nueces, semillas de lino y de chía.

5. Curcumina

La curcumina es el pigemento amarillo y el ingrediente activo de la cúrcuma, que forma parte de la mezcla de especias que conocemos como curry.

Es una sustancia natural con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antidiabéticas e inhibidoras del cáncer.

En los últimos años se han realizado numerosos estudios clínicos sobre complementos nutricionales con curcumina en diversas enfermedades autoinmunes, como la artritis o la colitis ulcerosa.

En 14 de 16 estudios clínicos sobre la artritis, la curcumina logró mejoras significativas en los síntomas y los valores de laboratorio. Lo mismo sucedió en 2 de 3 estudios sobre colitis ulcerosa.

Conviene consumir la curcumina junto con pimienta negra y aceite para potenciar su absorción.

6. Probióticos

Dado que una gran parte del sistema inmunitario se encuentra en el intestino, que este esté sano es importante para prevenir y tratar las enfermedades autoinmunes.

La salud del intestino depende en primer lugar del estado de la microbiota intestinal. Las bacterias intestinales y sus productos metabólicos influyen en el sistema inmunitario de muchas maneras.

En las personas con trastornos autoinmunes, la diversidad de bacterias intestinales suele ser menor y la distribución de poblaciones de distintas bacterias no suele ser la más deseable. Para corregir estos problemas se puede recurrir a una dieta rica en fibra y a los alimentos probióticos.

Gastroenterólogos de la Universidad de Texas determinaron que los suplementos probióticos producían efectos antiinflamatorios en varias enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, la colitis ulcerosa y la esclerosis múltiple.

Por ejemplo, en un estudio las personas con artritis tomaron una cápsula con L. acidophilus, L. casei y B. bifidum todos los días durante 8 semanas. En comparación con el grupo de placebo, en el grupo de probióticos mejoraron los valores relacionados con la inflamación.

Dieta antiinflamatoria

No existe una dieta adecuada para todas las enfermedades autoinmunes.Depende de cada persona descubrir por sí misma, qué dieta podría tener un efecto beneficioso para ella, qué alimentos son desfavorables y cuáles son buenos.

En cualquier caso, la comida rápida, la bollería, los productos ultraprocesados, las harinas refinadas, el azúcar y el alcohol nunca deben encontrarse en el menú.

La dieta debe consistir principalmente en alimentos frescos, de temporada y preferiblemente ecológicos que se preparen con aceites y especias de alta calidad. Legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas completan la alimentación.

Prepárate batidos verdes caseros, exprime vegetales frescos, come frutas de temporada, prepara ensaladas crujientes y platos de vegetales coloridos y hornea tu propio pan de harina integral y levadura madre. Es la mejor manera de conseguir cambios beneficiosos en tu estado de salud.

Referencias científicas: