Las cálculos amigdalinos o tonsilolitos se ubican en la superficie y dentro de las amígdalas. Por lo general, puedes reconocer los cálculos muy fácilmente porque aparecen como puntos blancos o amarillentos de unos pocos milímetros en las amígdalas.

Las cálculos de las amigdalas son incómodos, ya que pueden causar un mal aliento pútrido. Las amigdalas se puede extirpar, pero no es recomendable porque cumplen una función inmunitaria. La alternativa es prevenirlos o eliminarlos con soluciones naturales.

Cálculos recurrentes

La extirpación quirúrgica de las amígdalas es la solución de la medicina convencional para los cálculos recurrentes y el mal aliento persistente. Si las amígdalas no están inflamadas, no es necesario extirparlas por completo. En su lugar, se realiza la llamada amigdalectomía intracapsular para extraer la parte de las amígdalas que tiene los pliegues profundos (criptas) en los se forman los cálculos.

Las amígdalas sirven de filtro para retener microorganismos patógenos, pero en sus huecos o criptas pueden mezclarse restos de alimentos, mucosidad, células muertas, glóbulos blancos y sales de calcio. Esta mezcla puede ser descompuesta por bacterias, lo que da lugar al mal olor.

Estos calculos pueden tener de uno a 10 milímetros de diámetro y son más frecuentes en las personas mayores de 50 años.

Síntomas de cálculos de amígdalas

El mal aliento es el más frecuente de los sínomas. En algunos casos, sin embargo, especialmente si las piedras se agrandan, pueden ocurrir las siguientes molestias.

  • Dolor de garganta
  • Amígdalas agrandadas
  • Dificultades para tragar
  • Dolor de oídos
  • Amigdalitis
  • Abscesos

Muchas personas sufren de mal aliento durante años sin saber que el motivo pueden ser los cálculos amigdalinos. Por tanto si tienes mal aliento y no sabes por qué, inspecciona tus amígdalas. Si no puedes ver nada por tí misma, pídele a tu dentista u otorrinolaringólogo que te haga un chequeo.

Causas de los cálculos

Desde el punto de vista de la medicina convencional, las infecciones respiratorias frecuentes favorecen la formación de surcos profundos en las amígdalas donde se forman los cálculos. Otro factor es la falta de una buena higiene dental y oral. Las limpiezas de boca periódicas contribuyen a prevenir los cálculos.

Para la medicina natural, el estado de las amigdalas es un indicador del funcionamiento del sistema inmunitario. Los cálculos indican una alteración en la microbiota de la boca que podría afecta a la microbiota intestinal. Además provocan una inflamación que podría favorecer la respuesta autoinmunitaria.

Cómo eliminar los cálculos de las amígdalas

Existen varias maneras de hacer que los cálculos se desprendan.

  • Hacer gárgaras, aclararse la garganta o toser con fuerza hace que a menudo se aflojen.
  • Echar la cabeza hacia atrás y abrir y cerrar la boca como si estuvieras bostezando también puede conseguirlo.
  • Masticar alimentos duros como zanahorias, ramas de apio, colirábano, etc hace que los músculos se tensen, lo que masajea literalmente las amigdalas.
  • En algunos casos, si no están muy incrustados, se pueden arrastrar con cuidado con el cepillo de dientes o con un hisopo de algodón, aunque esta manipulación estimula el reflejo del vómito.
  • En farmacias se pueden encontrar kit para extraer los tonsiololitos por succión.

Cómo evitar que aparezcan

Muchos de los medios o métodos para la prevención de las cálculos de las amigdalas que se presentan a continuación son remedios caseros. Una sola cosa no ayudará a largo plazo. Por lo tanto, combina tantos remedios como sea posible.

Las amígdalas se pueden limpiar con un irrigador oral, pero si no dispones de este aparato se pueden utilizar otros medios:

  • Enjuagues: Contienen ingredientes desinfectantes que previenen la formación de cálculos. Es mejor elaborarlos en casa que adquirir un producto comercial con ingredientes químicos. Tres opciones naturales son:
  • Pon una gota de aceite de árbol de té, aceite de tomillo o aceite de clavo en un vaso pequeño de agua.
  • Utiliza una salmuera (disuelva 1/2 cucharadita de sal en 250 ml de agua).
  • Pon una cucharadita de xilitol en una pequeña cantidad de agua. Se sabe que el xilitol inhibe la caries y reduce la acumulación de placa en los dientes. Estas propiedades inhibidoras de bacterias también ralentizan naturalmente las bacterias que contribuyen a la formación de los cálculos.
  • Aceite de coco: en estado líquido puedes utilizarlo para hacer gárgaras. Luego escúpelo.
  • Limpieza de lengua con un raspador para evitar que la suciedad vaya a parar a las amígdalas.
  • Mascar chicle con xilitol porque aumenta la formación de saliva y favorece la autolimpieza de la boca y la garganta.

Referencias científicas: