A veces, un desgaste de los dientes en solo un lado de la boca puede estar relacionado con molestias en otras partes del cuerpo. Si no somos conscientes de que guardan relación es probable que tratemos cada cosa por separado sin plantearnos que factores pueden estar influyendo en esos desequilibrios.
La posición de los dientes, el trabajo que realizamos con ellos al masticar, tiene con el paso del tiempo repercusiones en pequeñas estructuras que se van transmitiendo a otras partes del cuerpo. Saberlo puede ayudarnos a relacionar esos problemas. Y tener en cuenta algunos consejos generales puede ayudar a evitarlos o a mejorarlos.
La importancia de masticar bien
La masticación es una de las funciones primordiales del ser humano, la que permite que el aporte alimentario y nutritivo necesario se triture y pueda digerirse por el tubo digestivo. Esto es indispensable para crear la energía que hace que todo nuestro organismo funcione.
Los alimentos son cortados por los incisivos y por los caninos. Luego se trituran con los molares y se mezclan con la saliva formando el bolo alimenticio. Es muy importante que se produzca una buena masticación. Solo así conseguiremos una correcta trituración y ensalivación, necesarias para que se efectúe la primera parte de la digestión y que, de este modo, el estomago trabaje menos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el ser humano mastica de una forma tridimensional, una característica que le diferencia de los animales.
Cómo se debe masticar
La masticación se produce por el contacto de los dientes del maxilar superior y de la mandíbula, y debe ser unilateral alternada.
En otras palabras, es importante que al masticar recordemos no utilizar siempre el mismo lado: conviene masticar un rato por la derecha y un rato por la izquierda.
Si utilizamos siempre los dientes de un mismo lado para masticar, se crea una masticación unilateral que puede producir un desgaste de los dientes más utilizados, mientras que los otros permanecen sin utilizar, no los entrenamos.
Además del desgaste de los dientes, se pueden producir otras alteraciones del mismo lado, como por ejemplo:
- El estrechamiento del orificio de la nariz del mismo lado.
- Una alteración de la articulación de la mandíbula del mismo lado, con dolores y tensión que dificultan la apertura de la boca.
- Cierta asimetría en la mandíbula y en el maxilar superior.
- Una hipertonía muscular del mismo lado en estructuras como el hombro, la cadera y el pie del mismo lado.
La masticación alternada es muy importante para que haya un equilibrio en la musculatura descendente y en nuestra postura.
Cómo aprender a masticar bien
Existe una técnica para aprender la masticación correcta bilateral (o unilateral alternada). Se llama dentosofía y fue desarrollada por el Dr. Michel Montaud. Además de enseñarnos a masticar de forma equilibrada, permite mejorar otras funciones esenciales como son la respiración nasal y el acto de tragar de forma correcta, todo lo cual produce un equilibrio de fuerzas.
Existe un libro precioso sobre esta técnica de odontología holística: Dentosofía. Nuestros dientes, una puerta a la salud. El mismo doctor Montaud nos cuenta las bases de este tratamiento dental para mejorar diversos problemas bucodentales, entre ellos las maloclusiones, y cómo se logra reequilibrar la boca y las estructuras relacionadas restableciendo las funciones neurovegetativas del sistema oral.
La prevención es lo más importante para que se pueda evitar la masticación unilateral en los niños. Mamar es un primer paso, ya que ayuda al correcto desarrollo de la boca. De hecho, al mamar el bebé es capaz de succionar, tragar y respirar al mismo tiempo, respirando por la nariz.
Como consejos generales para mejorar la masticación destacaría dos puntos:
- Hay que dar la importancia que tiene al acto de masticar, haciendo que nuestros tiempos para comer sean los suficientes, dedicando tiempo a masticar y a comer con tranquilidad. Es también una forma de respetar el acto de nuestra nutrición y recordarlo puede ayudarnos a tomar consciencia de llo.
- Seguir el consejo de la macrobiótica, que insiste en que hay que comer atentos y masticar como mínimo 50 veces cada bocado.