A la acupuntura se la conoce sobre todo como terapia para tratar el lumbago, para dejar de fumar o para controlar el apetito. Sin embargo, es exitosa en otras situaciones que, en principio, no nos imaginamos. Los pacientes de las llamadas "enfermedades psicológicas" pueden verse beneficiados enormemente de la acción de la medicina tradicional china (MTC) y tibetana, y en especial de la acupuntura.

La forma de ver las enfermedades mentales difiere de manera sustancial entre la MTC y la medicina convencional. Mientras esta última analiza las alteraciones biológicas celulares (en este caso, neuronales), la primera observa el funcionamiento de la mente como resultado de la acción del dispositivo más "sutil" de nuestra persona.

Equilibrar la mente actuando sobre las energía sutiles del organismo

En la MTC, los órganos yin –corazón, bazo, pulmón, riñón e hígado– también se denominan "órganos tesoro", porque recogen o almacenan las esencias más sutiles e importantes que tomamos con los alimentos. Estas esencias sutiles entran en la circulación energética y nutren la mente.

Una alteración energética en cualquiera de esos cinco órganos puede ser, por tanto, responsable de un trastorno mental. Por este motivo la MTC nunca trata igual una enfermedad psicológica, es decir, no tiene una fórmula magistral para cada enfermedad, sino que analiza cuál es el órgano responsable de ese estado y lo trata.

Alteraciones en los órganos

Así, por ejemplo, el estancamiento de la energía en el hígado provoca depresión con frustración, vientre hinchado, contracturas y reglas irregulares. Cuando el yang está en ascenso en este órgano deriva en preocupación, boca seca, tensión, cefalea, síndrome premenstrual y estreñimiento.

Si el órgano desequilibrado es el corazón, causa depresión con opresión en el pecho, palpitaciones, falta de apetito y pies fríos. Un exceso de flema provoca que la depresión vaya acompañada de ansiedad,
insomnio o sueños excesivos, náuseas y mucosidad. Y la deficiencia de yang se refleja en depresión con cansancio, frío, apatía, palpitaciones y susto fácil.

La deficiencia de yin en el riñón causa depresión con palpitaciones, ansiedad (peor de noche), inquietud, insomnio, acúfenos, sudor nocturno y mareo, normalmente en la edad media de la vida.

Los desequilibrios psicológicos más frecuentes susceptibles de ser tratados con acupuntura son la ansiedad, el síndrome bipolar, las alteraciones del sueño o el déficit de atención y, también, el síndrome depresivo.

Los tipos de depresión

El síndrome depresivo se caracteriza por cambios en el estado de ánimo, con tristeza en mayor o menor grado. Puede haber cambios en el comportamiento, en la forma de pensar, desespero, embotamiento mental, pérdida de la autoestima, hipocondria, insomnio, falta de apetito, de concentración…

La intensidad es importante, pues ayuda a diferenciarlo de los sentimientos "depres" que todos tenemos en algún momento y que son parte de nuestra existencia normal.

Algunas personas pueden tener una base genética alterada. El diagnóstico es de depresión endógena, por un mal funcionamiento neuronal, y podrían estar indicados los fármacos modernos. Son casos de depresión profunda. Por suerte, los menos frecuentes.

La depresión reactiva es el tipo más común y no siempre mejora con los fármacos antidepresivos. Se llama así porque la persona se deprime como reacción a una situación o manera de ver las cosas y se distinguen cuatro tipos básicos:

  • La distimia, una forma menos severa pero más crónica de depresión, en la que influiría haber tenido una infancia traumática o con carencias.
  • Los desórdenes adaptativos, que aparecen cuando no se es capaz de adaptarse a situaciones como la pérdida de un ser querido o un trabajo.
  • El trastorno afectivo estacional, en el que influyen el cambio de estación o la falta de sol.
  • El trastorno bipolar, en el que se alternan temporadas depresivas y de optimismo muy extremas.

¿Cuestión de tiempo?

La depresión reactiva suele evolucionar hacia la curación, pero también puede agravarse. Hay quienes quedan presos de un círculo vicioso del que cuesta salir, incluso a veces parece que no lo deseen, como si se hubieran "acomodado".

La medicina tradicional china considera las emociones y el estrés como responsables de la aparición de un "estancamiento energético", sobre todo de la energía de hígado. Esta situación, tan frecuente en nuestro mundo, puede desencadenar la aparición de una depresión.

Además, a lo largo del tiempo la situación puede ir cambiando, y pasar de lo que se conoce como una situación energética de plenitud o exceso, a otra de deficiencia o de vacío que, a la larga, acaba afectando a la energía de bazo.

La influencia de la dieta

La dieta puede contribuir al desarrollo de un síndrome depresivo. Por ejemplo, una dieta con abundantes alimentos generadores de mucosidad (leche y derivados, dulces o bollería industrial) puede generar lo que en MTC se conoce como "flema", un elemento patológico de primer orden que, por sus características de viscosidad y pegajosidad, dificulta la libre circulación energética de nuestro cuerpo.

Cuando esto sucede los síntomas de depresión se acompañan de embotamiento, pesadez y confusión mental.

También es fácil que se dé una dieta poca nutritiva, por ejemplo a causa de cocinar con horno microondas, o bien por utilizar alimentos procedentes de la agricultura convencional (no ecológicos). Todos estos casos precisarán una corrección dietética.

El cansancio puede influir mucho más de lo que se cree. Cuántas personas se ven obligadas a realizar horarios inhumanos y acaban exhaustas día sí, día también, después de su jornada laboral. Esto conduce a una deficiencia de la energía de riñón, responsable de un cuadro florido de síntomas, entre los cuales se halla la depresión.

La deficiencia energética de riñón también está presente en la depresión de las personas mayores.

Las emociones y las energías sutiles

De la misma manera que un error en la dieta puede afectar el equilibrio de un órgano y favorecer un desequilibrio emocional, una emoción negativa que se hace dominante puede alterar un órgano y dar lugar a otros síntomas.

En la medicina china se considera que las emociones causan bloqueos energéticos que pueden favorecer la depresión. La toma de conciencia ayuda a deshacerlos.

La rabia, la frustración, el resentimiento o el odio son de las emociones que más cuesta canalizar, pues su expresión no está socialmente aceptada. Cuando permanece en nuestro interior produce un estancamiento energético de hígado. Esto puede llevar a un ascenso del yang de hígado, responsable de depresiones como las acompañadas de fuertes cefaleas.

La tristeza merma energéticamente al corazón y al pulmón. Es causa frecuente del tipo de depresión que aparece tras una pérdida o separación.

El exceso de preocupación también bloquea la libre circulación energética del organismo, especialmente del bazo. Este órgano es capital en medicina tradicional china, pues pertenece al "elemento tierra", base y soporte energético de la persona.

La culpa puede bloquear la energía del corazón. A menudo aparece tras la pérdida de un ser querido, por pensar que no se lo ha cuidado suficiente, que se podría haber pasado más tiempo con él, etc.

El tratamiento con acupuntura

Cada situación requerirá, pues, un tratamiento personalizado según sea el órgano afectado. Con acupuntura se tratará también un conjunto de puntos distinto en cada caso.

Las posibles causas se ven reflejadas en el pulso, de manera que la palpación en la arteria radial a la altura de la muñeca es una ayuda diagnóstica sumamente importante en acupuntura. Un pulso tenso, como si palpáramos un alambre, es propio de las personas que tienen rabia como causa de su depresión, por ejemplo. En cambio, un pulso que transmite la sensación de densidad es propio de un exceso de "flema".

El tiempo que se tarda en curar un problema depende del tiempo que lleve evolucionando, y del esfuerzo del paciente en modificar sus hábitos de vida, además de la pericia del acupuntor.

Plantas medicinales para el ánimo

Además de la acupuntura, la fitoterapia es otra herramienta terapéutica en medicina china. Estas plantas son las más habituales en sus fórmulas contra la depresión:

  • Xiang yuan (Fructus citri medicae): este fruto tiene la propiedad de eliminar el estancamiento y el exceso de mucosidad y flema. Es importante en fórmulas para tratar la depresión por aliviar el estancamiento hepático.
  • Fo shou (Fructus citri sarcodactylis): armoniza la energía de estómago y de bazo. Suele utilizarse, junto con la anterior, cuando estos son los órganos responsables de la depresión; se utiliza cuando el desánimo se acompaña de flema y estancamiento energético generalizado.
  • He huan hua (Flos albiziae): la flor de este árbol pertenece a la categoría de plantas que calman la mente, por lo que se usa en fórmulas para la depresión acompañada de ansiedad e insomnio.
  • He huan pi (Cortex albiziae): la corteza de este árbol es útil para tratar el desánimo ocasionado por un estancamiento de la energía del hígado y del corazón.
  • Yuan zhi (Radix polygalae): esta raíz de efecto calmante tiene un efecto que en MTC se denomina de «apertura de los orificios mentales».
  • Mei gui hua (Flos rosae rugosae): su flor tiene la virtud de mejorar los problemas de ánimo y es de uso habitual por su agradable aroma y sabor.

El tratamiento alternativo de la depresión con la medicina tradicional china vale la pena, porque significa curarse y, además, prescindir de los fármacos. Es muy importante recordar que el abandono de los medicamentos debe realizarse de forma lenta y progresiva, y no querer "quemar etapas" en contra del criterio médico, pues sería contraproducente para la salud. En cualquier caso, iniciar el camino natural es siempre aconsejable.