Es muy probable que en algún momento de la vida nos duela o moleste la espalda. No la vemos y apenas somos conscientes de ella pero de repente un día nos causa dolor, ya sea por fatiga o sobreesfuerzo, por contracturas musculares, hernias discales, artrosis, artritis, ciática...
La mayoría de veces se acude al médico; sin embargo, cuando el malestar empieza a remitir se abandona el tratamiento, hasta que reaparecen los síntomas.
El dolor de espalda puede tener muchas causas, desde la postura corporal a los estados sostenidos de tensión emocional; incluso los mecanismos de defensa del cuerpo pueden generarlo.
Se suele decir que, con la edad, debemos acostumbrarnos a vivir con molestias. Pero existen técnicas no invasivas que resultan efectivas para tratarlas o aliviarlas.
La reflexología podal forma parte de ellas y está demostrando su eficiencia en un gran número de dolencias, en particular las relacionadas con la espalda.
¿Qué es la reflexología podal?
Es una forma de masaje que manipula los pies, donde se reflejan la mayor parte de estructuras, órganos y glándulas del cuerpo.
Desde estas zonas se generan estímulos que permiten restablecer el funcionamiento correcto del organismo. Gracias a sus efectos neurosedantes, reinstaura el equilibrio y la armonía funcional entre el cuerpo físico y el energético.
Aunque la terapia reflexológica no sustituye en ningún caso al consejo de un médico ni a ningún tratamiento farmacológico prescrito, se demuestra muy útil para liberar tensiones acumuladas.
En reflexología se parte del concepto de que el ser humano es una totalidad, no un conjunto de partes yuxtapuestas que constituyen un cuerpo. La terapia actúa, pues, en dos dimensiones.
- En el plano psicológico tiene un efecto sedante que trata la incapacidad del enfermo causada por el dolor y el estrés físico y psíquico.
- Por otra parte, también actúa sobre los tejidos blandos, la regulación del dolor y los mecanismos de inflamación derivados del desgaste articular.
Observar el pie para entender el origen de la dolencia
Mediante una minuciosa exploración de los pies se puede llegar a determinar la dolencia de la persona, así como su causa.
Por ejemplo, un lumbago puede tener su origen en una mala postura, una contractura, un pinzamiento nervioso, artrosis, estrés, estreñimiento...
También se observan los signos visuales que presentan los pies, como durezas en determinadas zonas.
Y la tipología del pie: en los pies planos la ausencia de bóveda plantar puede provocar lumbago por falta de amortiguación. O al contrario, en los pies cavos también puede provocarlo el exceso de curvatura plantar.
La descripción de las distintas patologías, así como la relación de territorios reflejos seleccionados, son orientativos y nunca definitivos ya que no se da nunca una patología pura.
En todos los casos existe un proceso colateral relacionado con diferentes sistemas o aparatos asociados, lo que provoca diferentes signos y síntomas y algo de desconcierto en la primera exploración reflexológica.
Cómo usar la reflexología podal para distintas causas del dolor de espalda
A continuación se detalla el tratamiento reflexológico de algunas patologías de espalda comunes.
Artitis
El tratamiento reflexológico de la artritis o inflamación de las articulaciones, y en particular de la espalda, pretende disminuir el dolor y el sufrimiento del paciente.
Para ello se centra en la columna vertebral, y no por ser la región afectada sino por constituir el centro de trasmisión del dolor a través del sistema nervioso.
La limitación del movimiento provocado por el dolor origina una progresiva pérdida de tono muscular, por lo que también se presta atención especial a los diferentes músculos de la espalda, la cadera y los hombros.
La reflexoterapia actúa sobre la función del hígado, responsable del metabolismo de las proteínas, y sobre el riñón, que facilita la eliminación de residuos procedentes de este metabolismo. Además, actúa sobre las glándulas suprarrenales, productoras de corticoides (antiinflamatorios biológicos).
Frecuencia, duración y número de sesiones: una sesión por semana, de treinta minutos de duración. El número de sesiones no está establecido, aunque a partir de la sexta suele experimentarse una mejoría notable.
Artrosis
El tratamiento reflexológico para la artrosis de la espalda suele ser paliativo. Trata las cervicales, las dorsales, las lumbares y la cadera porque son los segmentos articulares donde se concentra la limitación del movimiento. Como se da un deterioro notable del tono muscular, se presta atención a los músculos de la espalda (paravertebrales y dorsal largo), la cadera y los hombros. Se trata también el hígado, las glándulas suprarrenales y el riñón.
Frecuencia, duración y número de sesiones: una sesión por semana, de treinta minutos. El número de sesiones no está establecido, aunque a partir de la sexta suele experimentarse una mejoría.
Ciática
Su sintomatología es muy diversa pero se caracteriza por dolor en la zona lumbar, el glúteo y la parte posterior del muslo o la pierna.
El tratamiento reflexológico ofrece resultados extraordinarios. Se entra en la columna lumbar (su origen nervioso), en la musculatura lumbar, la región glútea y musculatura posterior del muslo, la zona del intestino delgado y grueso, así como las glándulas suprarrenales y riñones.
Por último, también en la región refleja del nervio ciático.
Frecuencia, duración y número de sesiones: una sesión por semana, de treinta minutos. En la primera sesión el dolor se reduce en un 40% y aproximadamente en la cuarta, según su causa, desaparece completamente
La medicina china vincula la ciática con el meridiano de la vesícula.
Contracturas musculares
El tratamiento reflexológico se centra en la columna vertebral, el músculo dorsal largo, el supraespinoso, los trapecios, los dorsales anchos, los lumbares, el hígado, el páncreas y las glándulas suprarrenales.
Frecuencia, duración y número de sesiones: treinta minutos semanales durante unas tres semanas aproximadamente.
Hernia discal
El tratamiento reflexológico en el pie comprende la región vertebral afectada, ya sea las vértebras cervicales o las lumbares. También la musculatura paravertebral de la región, así como los reflejos del pulmón, si la hernia es cervical, o de los intestinos grueso y delgado, si se encuentra en la región lumbar.
La relación con vísceras y órganos distantes de la zona afectada se produce por efecto de la postura antiálgica del paciente. Toda patología o dolor genera un estado de angustia y miedo que desencadena una situación de estrés: este estado se puede tratar reflexológicamente a través de las glándulas suprarrenales y los riñones.
Frecuencia, duración y número de sesiones: una sesión por semana, de treinta minutos de duración. El número de sesiones para reducir el dolor es de unas cuatro, aunque es frecuente observar una mejoría notable a partir de la segunda.
Lumbalgia
Lumbalgia o lumbago significa dolor en la zona lumbar, pero el término no especifica cuál es su causa. En la gran mayoría de los casos se debe a una disfunción articular de las vértebras lumbares. Además, puede presentarse asociado a otros factores influyentes, como contracturas musculares, hernias discales, escoliosis o artrosis.
La medicina tradicional china lo vincula con una deficiencia de energía en los riñones. La reflexología trata los puntos reflejos de la columna lumbar, los músculos lumbares, el intestino delgado, el grueso, las glándulas suprarrenales y los riñones.
Frecuencia, duración y número de sesiones: Una sesión semanal de 30 minutos. Bastan unas cuatro sesiones aproximadamente.
Pinzamiento
Se trata la columna vertebral, los músculos paravertebrales, los del cuello, dorsales y lumbares, el pulmón, el hígado, el páncreas, los intestinos, las glándulas suprarrenales y los riñones.
Frecuencia, duración y número de sesiones: una sesión semanal. El número de sesiones es indefinido, si bien suele mejorar a la tercera.
Tortícolis
La reflexología trata la columna cervical, el plexo braquial, el músculo supraespinoso, los trapecios, el elevador del omoplato, los romboides, los de los brazos, las glándulas suprarrenales y los riñones.
Frecuencia, duración y número de sesiones: Suelen bastar dos sesiones de 30 minutos en la misma semana.
Para saber más: libros sobre reflexología
- Método reflexológico Ingham; Eunice D. lngham, Ed. Abraxas
- Reflexología para mujeres; Ann Gillanders, Ed. RBA-lntegral