¡Ay! Si el niño se ha caído de rodillas mientras jugaba o te has cortado un dedo en la cocina, necesitas una tirita rápidamente. No importa si se trata de un rasguño, un corte o una abrasión, un apósito protege contra la suciedad y los gérmenes.

Errores que se deben evitar con las tiritas

1. Mala higiene

Lávate las manos cuidadosamente antes de tratar las heridas. Si es posible, evita tocar la herida y el interior del apósito con las manos para evitar infecciones.

La infección de la herida se desarrolla cuando los patógenos penetran en ella. Si las bacterias ingresan en el torrente sanguíneo, pueden, en el peor de los casos, provocar un envenenamiento de la sangre.

2. Ponerse la tirita demasiado rápido

Antes de colocar una tirita en la herida reciente hay que limpiar muy bien herida. Sólo tienes que enjuagar la herida superficialmente con agua corriente tibia.

Es mejor no enjuagar las heridas profundas: tiene que verlas un médico. Si hay objetos extraños, como vidrios rotos dentro de la herida, no te los quites tu misma, deja que lo haga un médico.

Es importante tener en casa un desinfectante de heridas. Incluso puedes llevar un spray desinfectante en el bolso.

3. Usar la tirita equivocada

Hay una tirita adecuada para cada herida. En las farmacias y en las droguerías, la selección de diferentes tiritas es enorme. Te damos una breve descripción de los tipos de tiritas que puedes encontrar:

  • Los apósitos estándar son adecuados para todas las lesiones. Son pegajosos, lo que puede ser una ventaja, pero también puede ser una desventaja ya que no son tan fáciles de quitar.
  • Los apósitos elásticos son ideales para articulaciones y partes del cuerpo que se mueven mucho. Sirven, por ejemplo, para las heridas en las rodillas.
  • Las tiritas para pieles sensibles tienen una fina capa adhesiva que no daña la piel y es más fácil quitarla más tarde.
  • Las tiritas impermeables son adecuadas para ducharse, bañarse y nadar. Sin embargo, apenas dejan entrar aire en la herida.
  • Los apósitos para dedos son extralargos que proporcionan un buen agarre en las heridas de los dedos o los nudillos.
  • Los apósitos para ampollas o callos solo son adecuados para estos fines.
  • Los apósitos en spray cubren la herida como una piel invisible y protegen la zona lesionada. Estos aerosoles suelen ser una buena solución, especialmente para los niños.

Lo mejor es tener siempre una selección de diferentes tipos y tamaños de tiritas en casa.

4. Usar una tirita demasiado pequeña

Una tirita pequeña es suficiente para rasguños o cortes pequeños, pero para lesiones más grandes y partes del cuerpo donde una tirita no se pega bien, es mejor recurrir a las gasas y los vendajes.

La tirita debe ser suficientemente grande para que el adhesivo no entre en contacto con la herida. Ten en cuenta que la piel debe estar limpia, seca y libre de grasa, de lo contrario el apósito no se pegará.

5. Usar tiritas viejas que ya no pegan

Con el tiempo, el adhesivo pierde su fuerza. Por lo tanto, debes revisar tu botiquín de primeros auxilios y el botiquín de primeros auxilios del automóvil de vez en cuando para deshacerte de las tiritas demasiado viejas. Reemplázalas por otras nuevas después de que haya pasado la fecha de caducidad.

6. Eliminar las tiritas con la técnica incorrecta

Después de un tiempo, algunas tiritas se adhieren tanto a la piel que es muy difícil y doloroso quitarlas. Con los niños pequeños puede ser un drama. Estos trucos te ayudarán:

Remoja un trozo pequeño de papel de cocina en aceite de bebé o aceite suave para la piel y colócalo en la zona de contacto entre la piel y la tirita. Déjalo actuar un tiempo para que la tirita se puede despegar más fácilmente.

Si la tirita se pega a la costra, no la arranques de repente ya que puede comenzar a sangrar de nuevo. Usa un bastoncillo de algodón para aplicar aceite debajo de las áreas pegadas y retira la tirita con cuidado.

El siguiente truco también ayuda con los niños: permite que tu hijo tome un largo baño en la bañera, esto resuelve el problema de la tirita por sí solo.