Algunas plantas y alimentos aportan nutrientes y sustancias que producen un efecto beneficioso sobre los ojos. Puedes incluirlos en tus menús y en tus rituales de salud para cuidar la vista y prevenir trastornos comunes. Puedes completar su efecto con ejercicios para entrenar los músculos de los ojos.

Plantas que benefician a los ojos

  • Té verde (Camellia sinensis). Sus polifenoles protegen las células de la retina del daño causado por la radiación solar ultravioleta. Puedes tomar 3-4 tazas dirias de la infusión.
  • Coleo (Coleus forskohlii). Esta planta de la familia de la menta puede reducir la presión intraocular y mejora el ojo seco. Una dosis habitual es 2 cápsulas diarias de 125 mg de extracto.
  • Ginkgo (Ginkgo biloba). Mejora la irrigación sanguínea de la retina y podría mejorar la visión en caso de glaucoma. Se puede tomar hasta 240 mg diarios del extracto.
  • Eufrasia (Euphrasia officinalis). Puedes preparar una infusión (40 g por litro), colarla con un filtro de café, y utilizarla para lavar los ojos. Sirve para desinflamar y limpiar.

Alimentos que protegen la vista

  • Zanahorias: Son ricas en betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A, esencial para el buen estado de la córnea. Además es un componente de la rodopsina, una sustancia que favorece la visión con poca luz. Los vegetales amarillos, anaranjados y verdes son ser ricos en betacaroteno.
  • Semillas de girasol: Aportan la antioxidante vitamina E, que previene las cataratas relacionadas con la edad. Además del girasol, alimentos ricos en vitamina E son el aguacate, las nueces y otros frutos secos.
  • Pimiento rojo: Proporciona vitamina C, que combate la oxidación y favorece la formación de colágeno, necesario para la regeneración de la córnea y la esclerótica. Los vegetales frescos contienen vitamina C.
  • Espinacas: Son ricas en luteína y zeaxantina, pigmentos que protegen la retina. Tomar 15 mg de luteína, tres veces a la semana, puede mejorar la visión afectada por las cataratas.
  • Garbanzos: Las legumbres y frutos secos abundan en vitaminas del grupo B. El consumo óptimo se ha relacionado con una incidencia menor de degeneración macular relacionada con la edad, cataratas y glaucoma.

La gimnasia más eficaz para cuidar los ojos

Los ejercicios de gimnasia ocular eliminan la tensión de los músculos que controlan el enfoque, mejoran la agudeza visual y previenen la fatiga ocular.

Cambio de perspectiva

Este ejercicio es especialmente efectivo para las personas que padecen de presbicia o que pasan mucho tiempo delante de la pantalla del ordenador. Consiste en enfocar alternativamente un objeto lejano (a más de 6 m de distancia) y otro cercano (30-40 cm).

Repite el cambio de foco unas diez veces y mantén el enfoque 20 segundos. Es recomendable hacerlo cada 20 minutos de trabajo.

Mueve los ojos en todas las direcciones

Con la cabeza quieta, mira hacia arriba durante tres segundos y luego hacia abajo. Repite cuatro veces. Haz lo mismo pero mirando a la derecha y a la izquierda. Luego hazlo en diagonal. Termina trazando círculos con la mirada. Lleva los ojos al límite del campo de visión, pero sin forzarlos.

Aplícate calor

Puedes hacerlo dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la tarde-noche, para destensar los tejidos e incrementar el flujo sanguíneo y la llegada de nutrientes al ojo.

Puedes hacerlo frotando las manos y colocándolas ahuecadas sobre los ojos cerrados. También puedes ponerte una toalla humedecida en agua algo caliente o recurrir a un antifaz de gel para este fin.

Yoga ocular: trataka, una práctica milenaria para cuidar la vista

Los textos más antiguos del yoga y el ayurveda, la medicina tradicional de la India, mencionan una técnica denominada «trataka» como uno de los grandes remedios para la vista. «Trataka» estimula «alochaka pitta», el centro de energía relacionado con la visión. Una vela es todo lo que se necesita para practicar «trataka»:

  • Siéntate y concéntrate en la respiración durante unos minutos para relajarte.
  • Dirige tu vista hacia la vela y obsérvala relajadamente, pero sin desviar la mirada en ningún momento y sin pestañear, hasta que notes que brotan las lágrimas.
  • Luego cierra los ojos y visualiza la imagen de la vela con todo el detalle que te resulte posible. Cada vez que practiques, intenta que el tiempo de visualización sea más largo. Si quieres practicar «trataka» y no tienes una vela a mano, puedes mirar un punto en la pared, un mandala o cualquier objeto.

La práctica de «trataka» no solo beneficia a los ojos, sino que constituye una técnica meditativa, con todas sus ventajas.