La adenomiosis uterina es una enfermedad benigna del útero, más precisamente de la pared uterina. En esta dolencia, tejido similar al revestimiento del útero migra hacia la capa muscular del útero. Es difrente a la endometriosis, en que el tejido se desarrolla fuera de la cavidad uterinal.

Las mujeres en edad fértil se ven especialmente afectadas. Durante mucho tiempo, se hizo referencia a la adenomiosis como una subforma de endometriosis y se la llamó "endometriosis interna" porque los focos crecen en la pared del útero.

Como hasta ahora se ha investigado poco la adenomiosis, no hay datos sobre lo extendida que está realmente la enfermedad. Se estima que alrededor del 4 al 30% de todas las mujeres se ven afectadas. También se suele decir que aproximadamente 1 de cada 10 mujeres la padece, aunque no se puede decir que el datos está comprobado.

Signos y síntomas de adenomiosis uterina

Alrededor del 30% de todos los pacientes con adenomiosis no tienen síntomas. En tales casos, la enfermedad se diagnostica casualmente durante un examen ginecológico.

Si se presentan síntomas, a menudo son inespecíficos, lo que dificulta el diagnóstico. Porque los síntomas que se presentan no siempre están asociados con la enfermedad uterina. Los signos de adenomiosis incluyen:

  • Menstruación abundante y dolorosa.
  • Dolor pélvico, que puede ocurrir durante la menstruación o las relaciones sexuales. Este dolor pélvico puede ser crónico.
  • Molestias intestinales, como diarrea, flatulencia, calambres, evacuaciones dolorosas.
  • Dolor en la espalda, que se irradia a las nalgas y los muslos.
  • Dolor al orinar, similar a una infección de la vejiga.
  • Reducción de la fertilidad.

Para realizar el diagnóstico, los médicos descartan otros problemas de salud (fibromas, pólipos, endometriosis, etc) y realizan ecografías y resonancias magnéticas. Además el útero se muestra sensible y agrandado en la exploración ginecológica.

Diferencia entre adenomiosis uterina y endometriosis

Los signos de la adenomiosis son similares a los de la endometriosis. Por esta razón, no sorprende que las mujeres con endometriosis a menudo también tengan adenomiosis.

En la endometriosis, el tejido similar al revestimiento del útero se produce fuera del útero en los ovarios o los intestinos. En la adenomiosis, el tejido se encuentra en la capa muscular de la pared uterina.

Causas y tratamiento de la adenomiosis

Aún no se ha aclarado médicamente qué causa la adenomiosis. Sin embargo, hay varias explicaciones posibles, como que la zona de unión entre el revestimiento del útero y el músculo puede lesionarse como resultado de un raspado, por ejemplo, después de un aborto médico o espontáneo.

El tejido degenerado o las células madre de la capa muscular de la pared uterina también pueden contribuir a su desarrollo. Uno de los enfoques más nuevos dice que, debido a las contracciones del útero, se pueden formar pequeños desgarros entre la membrana mucosa y la capa muscular. Debido a esta lesión, se libera más estrógeno para permitir que las células crezcan en la capa muscular.

Existen diferentes abordajes terapéuticos para tratar la adenomiosis

  • Tratamiento hormonal, por ejemplo en forma de espiral hormonal. Las progestinas pueden ralentizar la actividad del revestimiento del útero.
  • Opciones quirúrgicas, como la eliminación de partes afectadas. El útero y, en consecuencia, la fertilidad permanecen intactos. Una vez que se completa la planificación familiar, la extirpación parcial del útero puede ser una opción.

Cambios en la dieta adecuados para la adenomiosis y la endometriosis

Un cambio en la dieta también puede ser de ayuda. La terapia nutricional se basa en varios pilares, en particular:

  • Inhibición de la inflamación crónica a través de una dieta antiinflamatoria con grasas buenas y abundancia de sustancias antioxidantes vegetales.
  • Reducción de irritantes, como la histamina.
  • Disminución del peso para reducir el nivel de estrógenos.

Dieta antiinflamatoria para la adenomiosis uterina

  • Se debe limitar o evitar el consumo de carne, porque las carnes rojas y los embutidos en particular contienen muchas sustancias proinflamatorias. Entre ellos se encuentra el ácido araquidónico, un ácido graso omega-6 que se encuentra principalmente en la carne de cerdo.
  • Demasiado azúcar también promueve la inflamación. Por tanto, tiene sentido limitar el consumo de snacks, dulces, bollería y productos elaborados con harina blanca. El trigo también es proinflamatorio para algunas personas.
  • En cambio, el menú debería estar lleno de verduras. Un estudio señalan que las verduras crucíferas tienen un efecto beneficioso sobre la inflamación en la endometriosis. También afectan el equilibrio hídrico de los tejidos: menos agua, menos hinchazón y, potencialmente, menos molestias.
  • Los ácidos grasos omega-3 apoyan al organismo en la lucha contra la inflamación. Además de en el pescado azul, los ácidos grasos omega-3 se encuentran en el aceite de linaza o en las semillas de lino y en las de chía, así como en las nueces.

Evitar la histamina puede reducir las molestias

Como la histamina pueden aumentar el dolor, evitarlas puede reducir las molestias en algunas mujeres sensibles. Por lo tanto, puede tener sentido evitar los alimentos que contienen histamina desde una semana antes del período y durante la menstruación.

La histamina se encuentra, por ejemplo, en el chocolate, el vino tinto, los tomates, las espinacas, el aguacate y en las verduras fermentadas con ácido láctico como el chucrut, así como en los quesos curados o las salchichas.

Equilibrar los niveles hormonales con la pérdida de peso

La obesidad cambia el equilibrio hormonal. El hecho de que la grasa abdominal produzca mensajeros proinflamatorios agrava los síntomas. Bajar de peso puede reducir los niveles hormonales, evitando que crezca nuevo tejido.

Referencias científicas: